Conoce usted el cuento del margariteño que durante la llamada guerra fría entre Rusia y EE UU en el siglo XX, se preparó fuera del país y a su regreso a la isla no trabajaba porque era presuntamente “escritor”, pese a que no se sabía el origen de sus ganancias para vivir bien. Con el tiempo, en una farra, le confesó a un amigo que él era en realidad “un espía ruso” y nadie podía saberlo… Naturalmente el chisme de “Salazar el espía”, corrió por la población de innegable simpatía, humor y preparación intelectual de las y los neoespartanos.
Nadie le decía nada, pero a sus espaldas se referían a aquel “escritor” estudiado en el exterior, como “Salazar el espía ruso”. Un día arribó a Margarita preguntando por el Sr. Salazar, un europeo a quien apenas se le entendía. Considerando que hay muchos “Salazar”, le era difícil al solicitante contactar al personaje que buscaba en “láisla”.
Al cabo de varias semanas, el extranjero le confesó a un margariteño, que él procedía de Rusia y tenía una carta para entregarla a un Sr. Salazar, enseguida el “hijo er diablo” le dijo “¡Ah! compai, a quien esta buscando es a Salazar el espía ruso”, y le dijo donde vivía. Evoqué el chascarrillo, en este siglo XXI viendo la conducta del amargado J B, similar a Salazar “el espía de Rusia” en Margarita. Julio Borges anunció que no había diálogo, pero todo el mundo lo vio pocas horas después de su negativa escrita en trinos de twitter, ir a República Dominicana a gorjear babosadas en nombre de la Mesa Untada de Dólares MUD, acudiendo al diálogo gobierno-oposición.
La fracasada y errática dirigencia terrorista, se guía por la frase del personaje Eudomar Santos en la telenovela de Ibsen Martínez “Por estas calles”, Eudomar filosofaba diciendo “como vaya viniendo, vamos viendo”. Es la dirigencia opositora nacional siglo XXI, eso es lo que hay, eso es lo que hay…
