Ayer domingo 15 de octubre las fuerzas de la revolución bolivariana le propinaron la madre de las palizas a la MUD. La dirigencia de la derecha amaneció con dolores en todos los huesos de tanto palo. Sucedió, pues, lo que ya se veía venir. En un artículo que me publicaron en Aporrea días antes de las elecciones pronostiqué que el chavismo y sus aliados obtendrían entre 15 y 18 gobernaciones. Allí está el escrito en el portal más controvertido: odiado por unos y amado por otros, pero el más leído de Venezuela y otros lugares del mundo.
La dirigencia de la MUD recibió lo suyo. No podía ser de otra manera. Estamos en presencia de los más ineptos y mentirosos de cuanto dirigente político ha existido en Venezuela. Son mentirosos y cobardes. Pero ante todo son vende patria. A estas alturas del juego no tienen nada en la bola. Imposible que le ganan una elección al chavismo. Este domingo se confirmó lo que se vio el pasado 30 de julio. Un torrente de gente revolucionaria se volcó a las mesas a depositar su voto por la patria, por la paz y por el Gigante Hugo Chávez, quien dicho sea de paso, no se cansa da ganar elecciones, aún después de muerto.
La militancia de la oposición ya no les cree ni una “ñinguita” a Julio Borges, Ramos Allup, Ocariz y el famoso Guevarita, entre otros habladores de paja. Quien debe estar muerta de risa es María Corina Machado, quien no acudió a votar, y llamó a la abstención. En efecto, el chavismo aplastó a la moribunda MUD. Y como se esperaba ya cantaron fraude.
Mejor dicho, ya lo habían cantado antes del evento electoral. Ahora con este mapa geográfico se les viene el mundo encima, pero ojo pelado. Alerta al chavismo, esto no se queda así. Vendrá un tiempo peor que el pasado. Los apátridas apelaran a Trump, Rajoy, Santos y demás hijos de pecho, para retomar con más fuerzas los ataques contra Venezuela. Nadie, ni dentro ni fuera, aceptará la madre de las palizas asestada a la MUD.
Por otro lado, quedó evidenciado que el chavismo es una fuerza política invencible electoralmente hablando. Nadie nos doblega. Ni la crisis, ni la inflación inducida, ni los altos precios de los alimentos, ni la falta de medicinas, ni nada. Óigase bien: en este país hay chavismo para rato. No será este mediocre dirigencia quien dé al traste con nuestro proceso revolucionario, legado del Comandante Supremo, Hugo Chávez Frías.