"Los niños han montado un rifirrafe por unos lápices", explicación del internet al significado de RIFIRRAFE, (escasa importancia), palabra rebuscada por Ramos Allup imitando el lenguaje de Rómulo Betancourt, esta vez para responderle a un periodista sobre las descalificaciones entre él y Capriles, el ex candidato presidencial multiperdedor. Visto está que, cual carajitos de primaria o liceo, con el perdón de los jovencitos, Capri y Mamut se dicen de todo por la prensa, y luego es "rifirrafe"…
Ambos directivos opositores más que pena ajena, dan lástima, por dárselas de sabihondo como lo hace Allup, un vulgar contra la Guardia Nacional Bolivariana y otros funcionarios, pero "santurrón de palabras comedidas" frente a los periodistas. En el caso de Capriles, es un simplón deslenguado, politiquero pésimo y peor actor. Ambos viven el engaño cuartorepublicano atrasado años luz en la Venezuela Siglo XXI, sociedad tremendamente "pila", pese a algunos trúa trúa, loritos repetidores de chismografía, incapaces de hacer política con P mayúscula.
Pura pérdida semejantes "maestros", por su conducta e intenciones entreguistas al capital extranjero, malos ejemplos de administradores, gobernadores, alcaldes, dirigentes partidistas o lo que sea que pretendan alcanzar, o hayan desempeñado. Entiendo que en el afán de acorralar a las administraciones socialistas de Chávez y Maduro, ejecuten lo que sea para hacerse notar, pero es imposible comprender que convenzan gente inyectándoles tanto odio, mientras se hacen los desentendidos por las tropelías salvajes de una oposición que lanza a la muerte a la juventud, entusiasmándola mediante acciones que abarcan asesinatos y destrucción, pasando por utilización de menores de edad, consumo de drogas y compra de conciencias, en bolívares y dólares.
Eso no es política decente sino instigaciones abiertas a delinquir, razones por las que están enfrentando a la justicia, algunos de ellos con merecidísimos juicios, que legalmente ni siquiera necesitan abrirles "antejuicio de mérito".