Leí un artículo escrito por un excandidato presidencial de la 4ta. República, a la cual suelo llamar "republiqueta adecopeyeca" de 40 años con gobernantes electos, y sus cómplices, quienes nos hicieron tanto daño. Al autor de la opinión reciente a quien bautizaron "El Tigre" en la campaña electoral hace 30 años, afirma en el 2018 que "hay cosas en la política venezolana que producen perplejidad". Según dicho caballero "todas las encuestas dan alrededor de 80% de venezolanos deseosos de salir del gobierno de Maduro, 70% dispuestos a votar", a él le pregunto, ¿será que usted adivinó por quién lo harán? Le extraña a Eduardo Fernández que la dirección política de oposición abstencionista desaproveche la oportunidad, y recomiende renunciar a votar, si quiere cambio económico para superar la inflación y cambio social para acabar con el hambre y empobrecimiento creciente, por qué abstenerse. Fernández abusa del mismo lenguaje electorero con el que nos engatusaron hasta la campaña electoral de 1998 y nos deja perplejos, pues se entiende que escriba para mantenerse en la palestra, pero eso del 80 % de Venezuela en la oposición, no aparece en ninguna encuesta hasta los momentos.
La estimación del ex aspirante a la presidencia de la república, nos deja emocionalmente confundidos, aunque pacientemente entendemos a dirigentes opositores irresolutos, considerando que en tiempos de su candidatura, "El Tigre" evidenció comportamiento confuso, desorientado e indeciso, y perdió las presidenciales a los 48 años de edad. En la campaña de 1988, "El Tigre" fue novedoso, durmió en un rancho caraqueño, diciéndole a la prensa que lo hacía para "saber cómo vivían los pobres…". El dirigente social cristiano sigue dudoso de lo que hace y expresa. Se promociona con estadísticas inciertas, y se le nota apurado, "El Tigre" copeyano debería averiguar los sinónimos de perplejo, ya que no somos peeeen…dejos, y nos damos cuenta que la oposición es la principal culpable de la crisis, no condenan el acoso financiero internacional, bloqueo y hostigamiento a la patria, buscando derrocar el gobierno socialista mediante el terrorismo. Eduardo "El Tigre" sigue perplejo y más turbado que nunca.
