La oposición en Venezuela está atravesando una coyuntura crítica, paga los errores propios, pero principalmente sobrevive los ataques de un gobierno que ha sabido neutralizarla por todas las vías. El régimen tiene la oposición diseñada a su conveniencia, dividida, desarticulada, desconectada del pueblo.
La oposición es vital en la democracia, es el alimento para que los sistemas políticos se consoliden, tan es así que en la actualidad Venezuela ha visto extinguir su democracia, posee una neo dictadura que usa herramientas del pasado mientras partidos y lideres opositores no alcanzan la fórmula para sacar dividendos del peor gobierno que jamás haya tenido el país a lo largo de su historia.
En cualquier país democrático la pésima gestión gubernamental daría pie a una oposición consolidada, aquí en Venezuela a pesar del desmadre existente el régimen se encuentra en el poder a través del secuestro institucional, de la violencia institucionalizada. Ahora bien, ocurre al sumamente interesante; la crisis estructural del país, misma que se agudiza con el pasar de los días, ha activado a diferentes sectores sociales, los gremios.
Los gremios pudieran ser un detonante decisivo para que el país corrija rumbo, la presión social emanada de estos ha hecho tambalear las bases de un régimen ensimismado. Las enfermeras, los educadores, los trabajadores eléctricos han hecho de estos días un trago amargo para una élite gubernamental autoengrandecida, inepta, acorralada mundialmente. Los gremios son hoy día una luz en un largo túnel tenebroso, que han hecho revivir a una sociedad que entró en un profundo letargo en sus aspiraciones de cambio.
Es un buen momento para que la oposición venezolana extrapole las barreras partidistas y anteponga los intereses más sinceros del pueblo. Los gremios han sido un semillero de lideres políticos ¿Pudiera deparar a un nuevo líder opositor que aglutine a los venezolanos? Por su puesto que sí, aún falta para ello, pero sin lugar a dudas es una carta bajo la manga en una sociedad huérfana.
Los partidos políticos probablemente quieran echarle mano al capital político germinado en esas bases o, ojalá así sea, los gremios puedan constituirse en una oposición orgánica y que los partidos sean un integrante más. El gobierno sabe lo que ocurre y los más seguro es que comience abordar el tema de las exigencias gremiales, o simplemente intente apaciguarlos "con el mazo dando".
Los venezolanos padecemos la ausencia de una oposición que canalice los cambios, hay voces sueltas pero ninguna con estructuras nacionales suficientemente organizada, con impacto, con la atención ciudadana requerida. Tenemos a una María Corina Machado librando una cruzada personal, un Leopoldo López confinado a cuatro paredes, un Henri Falcón sin sintonía entre otros, así como líderes "opositores" prefabricados por el gobierno como Bertucci quién parece ya haber conseguido los objetivos del gobierno. La oposición en Venezuela se encuentra desdibujada, en la medida que se vuelva a consolidar el país podrá retomar la senda democrática de cara a encaminar otro proyecto país que se requiere con urgencia. @leandrotango