Póngase en el lugar de quienes este 25 de Enero guardan inesperado luto, o enfrentan el hecho de tener hospitalizado o en casa a un miembro de la familia, a consecuencia de la locura violenta de neo güarimberos. En menos de 48 horas resultaron asesinados más de una docena de compatriotas, no se trata si eran partidarios del gobierno o de la oposición, o de los llamados ni ni, fallecieron durante incidentes en varias ciudades del territorio nacional, 23 y 24 de Enero.
No me venga a justificar concentraciones que queman y arrasan propiedad pública y privada, para que internacionalmente se describa a Venezuela como un país entenebrecido, donde "vivimos en dictadura…". ¿Qué ocurre en cualquier lugar del mundo a los enemigos de la paz? Considere lo que está en tinieblas, en la oscuridad mental de quienes montan un show diplomático dentro y fuera de Venezuela, contra la nación cuna del antiimperialista Simón Bolívar, promocionando a la oposición con fotos falsas y videos viejos que corresponden a pasadas concentraciones de oposición.
Extranjeros francotiradores y criollos, imitan lo sucedido en Abril 2002, hoy caen abatidos inocentes que no estaban en las convocatorias del odio y la violencia adversaria al gobierno, electo legalmente y reconocido por la mayoría mundial no vasalla a Washington, usted está justificando muerte y desestabilización, quizá con la suerte de no haber sufrido desaparición de un familiar o amigo, muerto por güarimberos, o víctima de la acción oficial en el orden público, para contener a quienes siembran otra vez el caos, pretendiendo entregar la nación a intereses capitalistas salvajes.
Lo inexplicable es que la tramoya liderada por el orate Donald Trump y su equipo ultra fascista, que recibe rechazo en el propio EE UU, tenga cabida en líderes latinoamericanos y en el terrorismo comunicacional, por periodistas vendidos a los terrófagos y al capitalismo salvaje sin argumentos convincentes para ganar elecciones, que solicita la oposición, y cuando las pierden vuelven al entenebrecimiento y las güarimbas, que (recordando a Joselo) son la misma miasma que alimenta a numerosos carroñeros politiqueros.
Hacen mucho daño emocional y material, y se repiten sin juicio, ¿quién sabe si por beneficios?, comunicadores sociales que reviven un comportamiento disociado frente a micrófonos y cámaras, negándose a indicar con alegría como debe ser, triunfos deportivos venezolanos, los que minimizan, manipulan y les niegan importancia informativa, o espacios destacados en las emisiones noticiosas