Juan Guaidó, está más loco que una cabra. Ahora está convocando una marcha para ir a Miraflores, tal y como lo hicieron en el 2002. El señor autoproclamado anda recorriendo el país, y en cada concentración, por pequeña que sea e improvisada que sea, señala que "llego la hora… Acompáñenme en la toma de Miraflores. Les aseguro que no los dejaré colgando como a los muchachos militares que mis amigos (los gringos) le ofrecieron 20 dólares, casa y comida, y ahora están llorando y pasando pena, pues, mis asesores no les han cumplido. Aquí y ahora, no hay "tutia", soy yo: Juan Guaido, quien tomó el mando de mi destino y el de ustedes, de manera directa, aquí no está Duque, ni Pompeo, ni Bolton o Abrams… Y mucho menos Trump. No, aquí estoy yo, de carne y hueso, parado, como un varón, sobre esta tarima y mirándolos a los ojos, pues esoy dispuesto a todo, siempre y cuando ustedes me ayuden; llegó la "Operación libertad".
En efecto, por allí anda, por los estados, derrochando "valor" y propagando que le quedan días a Maduro en Miraflores. A mí me huele que intentara una segunda edición del 2002, que llevó a Pedro Carmona Estanga a Miraflores por tan solos horas. Pero que dejó una este muertos y heridos, y él, posteriormente, corrió a refugiarse en Colombia, donde sueña que Juan Guaidó, con su "coraje y su arrojó", conquistará el Palacio de Miraflores, y lo llamará, tan pronto se siente en la silla, como asesor.
Ojo, pueblo venezolano, chavista y no chavista, un irresponsable de esta calaña es capaz de todo, sin importarle muertos ni heridos, sean del bando que sean, por querer demostrar a sus amos gringos que él si es el hombre, y que ahora, después que lo usaron como un pelele, le han sacado la alfombra. ¡Alerta, pueblo, alerta! Pero. Juancito, es tan torpe y mediocre que no se percata que no estamos en el 2002. Estamos en el 2019. Y el gobierno revolucionario, junto a su pueblo, está más listo que nunca para darles su merecido si intentarán otra odisea como la de Carmonita. Estamos full conciencia. Full coraje, y, full unidad cívico militar. Aquí no han por donde pasar… ¡No pasarán!