"¿Cómo se sienten?"
"Mal"
¿"Cómo los han tratado?"
"Mal"
¿"Quién los engañó?"
"Guaidó"
"¿Qué les ofreció?"
"20 mil dólares para cada uno"
"¿Les pagaron?"
"No"
"¿Qué van a hacer?"
"Dios lo sabe".
Este diálogo pareciera ficción. Pero no es ficción, es la pura realidad que viven más de mil militares venezolanas en Cúcuta, como resultado del engaño del cual fueron objeto el 23 de febrero del presente año. En efecto, la virulenta oposición de derecha venezolana, ofrecieron dólares sonantes y constante a aquellos soldados que desertaran, brincando la talanquera hacia Cúcuta, donde se preparaba un show mediático donde participaron presidentes de cuatro países, el secretario general de la OEA, y el senador Marcos Rubio. El escenario estaba servido, en el puente Tienditas, amenizado por un concierto organizado por un millonario estadounidense, dizque con el objetivo de recoger 100 millones de dólares para la ayuda humanitaria en Venezuela. Aún, hoy día, no se sabe cuánto recogieron ni quien se quedó con el puñado de dólares.
Lo que sí se sabe es de la penuria en que quedaron los soldados desertores que viven en Cúcuta. Además de no pagarle los 20 mil dólares ofrecidos, los desalojaron, junto a sus familiares, del hotel en que se alojaban, donde los metieron con el ofrecimiento de que el costo sería sufragado por la gente de Guaidó en esa ciudad fronteriza. "No nos cumplieron. Nos abandonaron, como perros callejeros", dijo un Tte. "Ahora estamos a la deriva, y corriendo peligro ante los paramilitares que abundan en esa zona". ¿Qué pasa con la dirigencia que impulsó esta fracasada acción en la frontera? Anda viajando, como nuevos jeques, despilfarrando el dinero robado a los activos que el Estado tiene en Estado Unidos y en Colombia. Y a última hora se sabe que buscan, arrodillados ante Trump y su camarilla, que los marines nos invadan. ¡Insólito! Unos venezolanos pidiéndole a un país extranjero que nos invada… Fin del mundo.
El Mundo de España, entrevistó a varios de los oficiales desertores que viven en Cúcuta. "Nos dejaron tirados como perros, y no se les ve la cara a ninguno de estos enviados por Guaidó: Milcar Fernández, José Luis Olivares y Gabriela Arellano. Por el incumplimiento de ellos nos tiraron a la calle, con nuestra familia, esposas, hijos e hijas, pues no cancelaron el hotel a su debido tiempo… Si hubo el dinero para eso, se lo robaron". Otro oficial entrevistado dijo: "Aquí corremos peligro por los grupos armados que existen en la zona. Mientras tanto no sabemos qué hacer. Nuestras carreras las hemos perdido, y, pareciera que después que les ayudamos para el montaje de su show político, nos han echado al pote de la basura… Estamos entre la espada y la pared. Si regresamos a nuestro país nos encarcelan, y si seguimos aquí, nos espera el infierno".
Por cierto, a algunos de nosotros nos ha ofrecido el ELN 1.200.000 pesos para que ingresemos a sus filas".
Villahermosa, México, 24 de mayo del 2019.