Es impresionante el escándalo silencioso de la Iglesia Católica, que con respecto a los resultados electorales no ha dicho esta boca es mía, que decepción tan grande sentimos los católicos, porque si esas son sus enseñanzas, podríamos concluir que en toda su historia solo han sido instrumentos del poder para someter a los pueblos y que son realmente fariseos hipócritas representantes de Caifás. Sabemos de la gran cantidad de compatriotas que durante los últimos años, los medios privados de difusión han sumergido en la disociación sicótica, de la cuál por cierto no creo que la jerarquía de la iglesia sea victima y que de alguna manera ha influido en muchos de ellos para que la oposición tenga sin ninguna duda esa respetable votación. La iglesia católica debería de hacer un llamado a través de esos medios a esas personas a la ponderación y que acepten que los resultados fueron justos y transparentes, pruebas sobran, entonces ¿Por qué guardan silencio ante tanta especulación mal intencionada? , ¿Es acaso que ellos son partícipes de esas especulaciones? .
Continúan ustedes “Cúpula Clerical” sin entender que Venezuela cambió y que por mucho esfuerzo que hagan con aquello de que “el terremoto es un castigo de Dios por no aceptar sus argumentos de chantaje”, dejó de funcionar. Yo todavía no puedo entender ese gran esfuerzo que ustedes están haciendo en aras de destruir a la iglesia, porque eso es lo que están haciendo, ustedes fueron instituidos por Jesús dirigidos sobre todo a las grandes mayorías y ¿Quienes son? , precisamente los pobres a quienes ustedes irrespetan con su actitud soberbia, que por cierto es un “PECADO”. Nadie les está pidiendo a ustedes que apoyen al gobierno, porque son libres de gustarle o no, pero si, que por lo menos sean coherentes y que les digan a sus feligreses disociados que deben respetar la voluntad de las mayorías, que no son más importantes que ellas y que pueden adversaria o no, lo que resulta intolerable es que se asocien con agentes extraños a los intereses de nuestro país para destruirlo, que no sigan con esa ridiculez del Castrocomunismo y la cubanización.
Otra cosa, si realmente ustedes creen en el infierno y el castigo divino, ya deben saber lo que le espera a Pinochet a quién apoyaron en Chile. Se hace necesario el acto de contrición y el arrepentimiento, pero sincero.