El títere, ladrón y gusano arrastrado al servicio del imperio gringo Juan Guaidó no cesa en su embriaguez de poder y de sus reiteradas violaciones a la Constitución Nacional y a la norma penal venezolana, al cometer esta semana un nuevo delito de traición a la patria, donde intenta entregar el territorio del Esequibo, quebrantando el precepto legal tipificado y sancionado en los artículos 128, 129,130,31,132 y 133 del Código Penal venezolano.
Este pedófilo por su enfermedad de trastorno psiquiátrico rayó esta semana en su máxima locura, al orquestar un plan para entregar el territorio del Esequibo a la ExxonMobil y otras empresas transnacionales, verbigracia, la empresa Sitgo instalada en los Estados Unidos, denuncia que fue ratificada por el Jefe de Estado, Nicolás Maduro, quien afirmó en cadena nacional que se trata de un plan para intercambiar la Guyana Esequiba por apoyo político. Nico calificó a Guaidó como un "vende patria y un traidor", delito que debe ser sancionado y penalizado con la urgencia del caso.
En el seno de la Asamblea Nacional cunde el pánico por los delitos cometidos desde esa madriguera, en donde la mayoría de los parlamentarios que ocupan una curul en ese cascarón vacío, por su estado de desacato ratificada en dos sentencias del TSJ, han manifestado sus intenciones de respaldar a Juan Guaidó, para la presidencia de un segundo período (2020), pues, según lo dicho por ciertos "connotados" diputados, el usurpador interino continuaría recibiendo el respaldo político del imperio gringo y de la Unión Europea, para enfrentar al presidente constitucional Nicolás Maduro, además de los dólares que recibiría Guaidó por regalarle a los gringos los activos y empresas venezolanas instaladas en ese territorio, migajas que sería distribuida entre el pedófilo y desquiciado mental Guaidó y sus secuaces.
Lo cierto como saber que dos más dos son cuatro, es que a Juanito Alimaña se le está acabando el combustible político, y lo más probable, apuesto, será que las hallacas que tiene planificada degustárselas en las próximas navidades, tendrá que engullírselas detrás de unos fuertes barrotes de una tétrica prisión en donde tienen que reposar por unas cuantas décadas, todo traidor de la Patria como esta basura mal llamado presidente interino, porque quien le ha causado tanto daño al pueblo venezolano con llamados de invasiones gringas, bloqueos comerciales y cómplice del robo de los activos y de las empresas venezolana en EE.UU, tiene que ser castigado con todo el peso de la ley.
La Fiscalía General de la República como gestor de la Acción Penal en representación del Estado venezolano, y el Tribunal Supremo de Justicia tienen que actuar para detener a este delincuente y hacerlo pagar por la acumulación de delitos cometidos en flagrancia y reiterativamente en contra de la patria venezolana para que de una buena vez se deje sentado un precedente que acá no hay intocables y que todo aquél que trasgreda la ley debe ser severamente sancionado.
