¿Qué es Guaidó, Titán, Tin Tan, títere o rastrojo? Bota la carga por demás

Después que Guaidó salió en las fotografías con "Los Rastrojos", pese estos son, según y qué, buscados en Colombia por el Estado tanto como Iván Márquez y Jesús Santrich, el presidente de ese país, Duque le llamó Titán. Titán es un Dios, una deidad y hasta un combatiente poderoso. Ese invento de la egolatría gringa del "soldado universal" está inscrito dentro del marco de un Titán, un tipo que "no le cala nada", al que siempre le sobra el empuje y la carga. Y el poder de los titanes está en ellos mismos, tanto que si no es así, no pueden reclamar ni nadie darles ese carácter y hasta honor.

Cierto que Duque es presidente, pese haya entrado al palacio de Nariño con una cantidad de votos pírrica tomando en cuenta el número de la población colombiana y de personas con derecho a votar y hasta quienes ejercieron su voto, pues en ese país habitualmente la abstención siempre gana y de arrase. Y también aunque no tenga la necesaria autonomía, ya que según quienes bastante saben de las intimidades de la política del hermano país, Duque no es más que un "puesto allí" por Álvaro Uribe Vélez, quien le da la cuerda y le recarga. Pero por encima de todo, es el presidente y eso le da el aval necesario para hablar, aunque sea para decir cosas increíbles como acusar al gobierno de Venezuela de narcotraficante y decir que no es allá en Colombia sino aquí donde se producen esas montañas de drogas que llegan al mundo y sobre todo invaden a los Estados Unidos. Y a lo mejor tiene razón, porque es inexplicable que habiendo allá un elevado número de bases militares gringas, justo dentro de los espacios donde se dice que se cultiva la droga como sorgo, quienes ellas operan no se hayan percatado, como tampoco la DEA; aunque esta tiene encima como una maldición, donde llega a perseguir la droga esta extrañamente prolifera.

Decía pues que Duque, siendo presidente tiene el aval necesario para su palabra, como que si dice que Guaidó es Titán, en verdad debe serlo. Pues Los Rastrojos, con toda la fama que tienen, según la cual no se les agua el ojo para echarse al pico y picar a cualquiera, a aquél le tuvieron a su lado en una zona desolada, porque el paisaje que reflejan las fotos muestran eso, y lejos de hacerle lo que según ellos hacen con el más "pintao", con él se retrataron de lo más sonrientes, hasta abrazados como amigos del alma y hasta panas burdas. Es más, ni siquiera le cobraron una coima para dejarlo pasar. Y si eso es así es por lo que dijo Duque, Guaidó es un Titán y Los Rastrojos al rompe se dieron cuenta de esa vaina y "con este hombre no nos metemos ni de vaina".

Pero un envidioso, supongo eso, porque debe ser por eso, dijo que Duque no quiso decir exactamente Titán "sino todo lo contrario", como decía el "Gocho" Pérez de quien también decían que era colombiano, porque y que nació en una hacienda de su padre cuyas dos mitades se dividían entre el país vecino y Venezuela. Según y que la casa de la familia, donde una comadrona ayudó a su madre a traerle a este mundo, estaba del lado de allá. Y todo lo contrario de un Titán es un tipo indeciso, atolondrado, débil, escurridizo y hasta engorroso como Tin Tan, el personaje llevado al cine por el gran comediante mexicano Germán Valdez.

Dicen que Duque, muy ladino, cosa que al parecer le viene por sus arraigos muy íntimos, buscó la palabra o quizás encargó a alguien en el palacio de Nariño, donde abundan quienes saben eso de escoger las palabras con pinzas, para aplicarla a Guaidó porque era la mejor para calificar al personaje de figura enjuta, rostro triste y con un halo oscuro que nadie le aclara porque eso debió haberlo hecho él desde cuando pudo y debió haber comenzado la tarea temprano, pero no fue lo suficientemente aplicado; razón por la cual con demasiada frecuencia dice lo que no debió decir o lo que no tiene sentido. Pero también hay que tomar en cuenta que en la Venezuela de ayer mismo hubo unas baterías para automóviles que llevaban ese nombre, Titán y por este país todo descargado, es posible que Duque le haya llamado así a Guaidó de manera irónica. Porque si algo parece el señor Guaidó es eso, una batería descargada que siempre requiere el empujón de alguien para arrancar. Recuerden que, por un reflejo de sí mismo, dijo que las turbinas del Guri no arrancaron porque no les dieron corriente. Si al pobre le dejan sólo, en cualquier incidente se vuelve un ocho, dice incoherencias y hasta necedades; es decir, no arranca. Y Duque lo sabe y lo saben en Colombia donde hay gente muy talentosa, buena por la lengua y hasta la imaginación; por algo allá han nacido y formado geniales narradores como Germán Arciniegas, García Márquez y hasta William Ospina.

Pero Rafael Ramírez le acaba de llamar títere, calificativo que le aplica mucha gente y todo lo contrario de un Titán y más distante de Tin Tan. Títere, según se dice, es un tipo que se deja manipular, pero no necesariamente por pusilánime, pudiera ser por inmoral para sacarle provecho a las circunstancias y hasta al "vivo" que le "manipula". Y de esto debe saber bastante Rafael Ramírez. ¡Cuántos de esos le rodearon habiendo sido el Zar de la economía venezolana! Por eso, si él dice que Guaidó es un títere, "es porque tiene los pelos en las manos."

Un Tin Tan no es, como decimos en mi pueblo ¡ni de vaina! El personaje de Germán Valdez era un hombre libre, sin atadura alguna. Con el enorme don de salir de cualquier enredo con gracia y dejando su dignidad incólume. Si en alguna oportunidad o circunstancia parecía adular, en verdad lo hacía con ironía y por burlarse del supuesto adulado. No es pues Guaidó un Tin Tan.

No es Tin Tan y mucho menos Titán. Pudiera ser un rastrojo, en la acepción popular de lo que se arrastra que enlaza perfectamente con el calificativo o lo de ser un títere. Pues un títere es un "arrastrao" o rastrojo. Y volvamos a Ramírez, pues éste le llamó títere y si alguien de eso sabe, como ya dijimos, es Ramírez y vaya su palabra por delante.

Si se estudia el origen, la precaria formación de Guaidó, del cómo salió a eso que el lenguaje coloquial llama "la palestra", sacado como decían en Cumana en mis años mozos, "de un pote de Quaker", cuando en estos venían premios y su conducta misma, uno fácilmente concluye que Ramírez esta vez tiene razón. Y cuando esto había concluido, la vida es rica e inagotable, llega la información que Trump, viéndole como limpio pero de plata, lo que supone ya gastó todo lo que antes le han dado, de lo de ellos y de la nación venezolana como Citgo, le ofrece 50 millones de dólares para que les siga haciendo los favores y éste, el presidente interino de Venezuela, sin preguntar por qué ni para qué, se apresura a agradecerle a Trump por esa dádiva.

Pero para mayor aval a su rol, su propia oficina declara que "la veeduría, contraloria y rendición de cuentas estará a cargo de las autoridades estadounidenses, quienes garantizarán el uso eficiente, transparente y efectivo de los recursos de acuerdo a la legislación americana". https://www.aporrea.org/oposicion/n347150.html

Es decir, los gringos no confían y como Guaidó es lo que es, ellos se encargarán de manejarle los reales y cuidar no pierda la carga tan temprano..

¡Y pensar que ha gastado un realero, causado males incalculables, hasta como una tragedia y "nada que se le ve el queso a la tostada!" Lo que por cierto, pareciera echar por tierra lo de Titán, pues bota la carga con demasiada frecuencia.

Entonces lector, juzgue usted a Guaidó, ¿Es Titán, Tin Tan, títere o rastrojo? ¿No será un "vivián"?



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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