Crítica ácida

Que gentecita

En tiempos nefastos de una entrega que por 40 años hicieron gobiernos demócrata representativos lacayos de EE UU, nuestras riquezas como país se perdían en manos extranjeras y de empresarios totalmente privados del concepto patria, se dilapidó presupuesto tras presupuesto anual regida la nación por presidentes que hicieron política con "p" minúscula. Me llamó la atención oír entonces un Candidato Presidencial a quien si le coloco mayúsculas, por su honestidad y defensa a los derechos humanos, me refiero a José Vicente Rangel, quien dijo "si es verdad lo que los copeyanos dicen de los adecos, y si es cierto lo que los adecos dicen de los copeyanos, ninguna de las dos toldas políticas tiene autoridad moral para gobernar Venezuela".

Hoy observamos que entre esa militancia de dirigentes politiqueros blanquiverdes, violentos afectos a la social democracia y al social cristianismo, salvo escasas excepciones no han cambiado en su vesánico proceder. La siguiente información es elocuente y me permite demostrarlo sin explicar demasiado. El 9 de Enero 2020, el diputado opositor de la Asamblea Nacional, José Brito, acusó al parlamentario también opositor al chavismo, el mal recordado Freddy Guevara, por activar una persecución contra Brito y su familia, reveló que un grupo de diputados seguidores del exjefe del Parlamento, Juan Gerardo Guaidó, por órdenes de Guevara iniciaron una cacería humana tras publicar todos los números telefónicos de los legisladores opositores que apoyaron la elección de Luis Parra a la Presidencia de la Asamblea Nacional.

Opositores enloquecidos brutalmente amenazaron a los familiares de su compañero igualmente adversario al gobierno revolucionario, llamando perra a su hija de 15 años frente a su casa en Yaracuy, y por twitter lanzaron la frase "te vamos a matar". Brito exclamó ante la prensa "la familia es sagrada", dolido alerta al proceder de sus ex compañeros contrarrevolucionarios. El pueblo de todos los estratos sociales tiene un dicho muy breve cuando ve a inmorales e hipócritas, y por lo general manifiesta ¡que gentecita!, para repudiar a quienes piensan peor que animales con el perdón del mundo animal. Seres humanos capaces de quemar a otros seres humanos, como lo hicieron opositores al quemar en Caracas al joven moreno de condición pobre Orlando Figuera, asesinado a causa de las quemaduras ocasionadas por energúmenos que lo persiguieron y patearon en manifestación opositora.

El irresponsable a quien se le dictó auto de detención por encender el fuego que mató al presunto "chavista", se fugó del país, solicitado por Interpol fue encarcelado en España y una jueza militante del Partido Popular de la derecha retrógrada española le concedió la libertad, para que siga prófugo. Este Enero 2020 en internet aprecié la escena de una hembra canguro salvada de las llamas en Australia, cuando abrazaba a su cuidadora en enternecedora comunicación del animal hacia el ser humano, la canguro fue curada de quemaduras debido a los voraces incendios provocados.

A esa gentecita que vive de perversiones y rumores, esparciendo sólo lo mal hecho mientras buscan conveniencias sin vergüenza ni pudor, se refirió Nicolás Maduro al presentar ante la ANC la "Memoria y Cuenta", El Presidente decretó "guerra contra la corrupción pública y privada, contra funcionarios encerrados en torres de marfil, ahogados en burocratismo que mata la revolución. O se renuevan, o los renovamos", sentenció el Presidente. Recomiendo a los disociados de lado y lado, que ajusten su conducta que ni siquiera se parece a la intuición de vida del mundo animal, prefiriendo practicar un bachaquerismo criminal.



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Luis Sánchez Ibarra


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