El más ignaro en economía sabe que atacando la moneda ocasiona en el pueblo todo un sinnúmero de privacidades, que puede ser utilizado para derrocar a un gobierno a través de una implosión social. De ahí que ese ataque inconmensurable a la moneda está haciendo trizas el poder adquisitivo de los venezolanos. La táctica de la ultraderecha golpista es llevar el dólar criminal por encima del 1.000.000 de bolívares, reventar los precios ene veces más y luego alentar acciones de calle. Todo esto según fuentes de estos sectores que no dejan de tocar los tambores de un golpe de Estado.
Hemos visto al "presidente interino" con una tenacidad incisiva solicitando al imperio medidas más asfixiantes que permitan torcer el rumbo del país. No han tenido éxito con el robo abierto y descarado de bienes que Venezuela tiene en el exterior, ni las sanciones criminales y bloqueos contra nuestra economía y nuestra moneda; sino que también van dirigidas hacia países aliados, que hacen esfuerzos en tendernos la mano. Estas arremetidas y componendas contra nuestro signo monetario erosionan el bolsillo de los venezolanos, unida a la pandemia especulativa propia de la viveza criolla, que no se conforma con devaluar la moneda; sino que también le aplica la inflación al dólar.
En estos momentos Guaidó y su equipo están como un barco a la deriva, busca afanosamente un palo en donde ahorcarse; unido a esto el futuro incierto que le espera por la derrota de Trump. Por ahí tiene previsto una "consulta popular", que va a ser algo así como una engaña pendejos, que pretende deslegitimar al gobierno a nivel internacional. La consulta en ciernes tendrá un efecto multiplicador; pues se prestará para que un elector responda a las tres preguntas infinidad de veces. Detrás de este mamotreto consultivo está la sombra de Trump o lo que queda de él y poder continuar con el sainete del "interinato". Hay que ponerle el ojo clínico a la tercera pregunta, en ella subliminalmente exigen una intervención militar o invasión, no lo dicen tácitamente, pero lo dejan entrever. Es algo así como preguntar si están de acuerdo con una invasión o no. Hoy cobra mayor fuerza concientizar al pueblo, sobre estos planes golpistas; existen muchos compatriotas que no manejan con precisión lo que se está tramando. No estaría mal que en todos estos actos de campaña, reuniones y asambleas populares, le expliquen al pueblo de estas intenciones de la ultraderecha; al parecer el anunciado octubrazo de Trump, lo van dejar para los últimos días de la campaña electoral; así que a mover las teclas y no perder de vista estos actos desestabilizadores y golpistas. Esa llamada "consulta" no se debería permitir, esta forma parte de un golpe de Estado en marcha.
