Metodología del proselitismo político. 50,100, y 150 dólares semanales

Fueron los adecos los que inventaron conseguir votos con la donación de bloques y laminas de zinc. Contrastaba con Copei que desde el IFEDEC se preocupaban por formar ideológicamente a sus jóvenes militantes. El pragmatismo adeco no creía en eso. Los jefes del partido fundado por Rómulo Betancourt se convirtieron en los primeros en pagarles a los dirigentes parroquiales y municipales del país. Mientras, el sueño de los camaradas de la izquierda venezolana era ganarse un viaje para Cuba en donde serian adoctrinado en el comunismo.

Existió una época de las canciones, tocándole a Chelique Sarabia ganarse todos los meritos, con aquello de Ese Hombre si Camina, con un Carlos Andrés dando saltos sobre charcos. Vinieron los asesores norteamericanos y tenía más posibilidad el candidato que contratara al técnico más costoso. Pero fue con los grandes mítines animados por cantantes famosos cuando el pueblo disfrutó más, nunca se supo si la audiencia asistía por oír al candidato o ver a la estrella musical invitada.

La utilización de bonos y perniles precisamente en los meses de Diciembre en tiempos de elecciones, resultan realmente impresionantes. Visitan al elector semanas antes elaborando una lista ofreciéndole de una vez hasta 5 millones de soberanos, pero con la condición que después de sufragar había que dar fe de la promesa cumplida por parte del elector. De esos bonos algunos llegaron. Lo del pernil fue puro cuento chino, igualmente existió que el mismo día de la cola también elaboraban una lista para entregarle la bolsa al día siguiente, todavía las esperan. En los pueblos, a veces en medio de la lucha personal, sobre todo por las alcaldías, descaradamente comienzan a ofrecer un monto en bolívares por el voto, claro, también vigilado por un acompañante que entraría con la persona a sufragar. Hay quienes han dado lentes, celulares, amen de las promesas fantasiosas como por ejemplo decirle a los seguidores , cuando sea gobernador tú te vas a encargar, porque yo voy a estar muy ocupado. Precisamente en ese cuadro se dibujó un precandidato a gobernador llamado el "Papa Oriental" de nombre Antonio Cedeño, fracasando estrepitosamente en las ultimase elecciones llegando en el último lugar, con el equivalente al 1% de los votos sacados por el ganador. Es decir El elegido llegó a más allá de 300 mil voto y el "Papa" no pasó de 3 mil. Casi se desmaya al conocer el resultado. Hoy regresa y por sugerencia de su jefe de campaña intentando un nuevo método de captación de votos y de organización de estructura partidista. El propio señor Velásquez, asesor y presidente de su organización ha manifestado públicamente que están en capacidad financiera de sostener una nomina de activistas en todo el oriente del país. Ofreciendo desde ya, por las redes, salarios semanales de 50, 100 y hasta 150 dólares a quienes se comuniquen con el al teléfono 02128406231. Eso sí, antes tienen que aprobar un taller dictado por un politólogo que les dará el visto bueno. La sede central será Barcelona, pero pueden participar interesados de todo el Oriente, pues se les pagará viáticos a los que deseen concursar. La verdad que uno cada vez se extraña menos de las formas de convencimiento que intentan poner en práctica para la captación de votos, esto de los dólares es en parte creíble porque el candidato Antonio Cedeño en las pasadas elecciones gastó más dinero que Barreto Sira y Aristóbulo juntos, en la campaña de gobernador para el estado Anzoátegui.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1435 veces.



Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

Visite el perfil de Claudio Schiveci para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Claudio Schiveci

Claudio Schiveci

Más artículos de este autor