Odiar es un principio de destrucción interior
y a la vez la incapacidad de amarnos a nosotros mismos
Oswaldo Álvarez Paz personaje autodestructivo que invoca el odio como forma de socavar las bases de amor que refundan la republica.
Este insigne representante del Opus Dei de Venezuela, es sin lugar a duda una de las pesadillas mas enigmáticas que componen esa clase disociada que diariamente antepone el mal sobre el bien. Atolondrado emerge con ojos brotados y facciones características del esquizofrénico anónimo que inventa sus locuras para difuminarlas a través de los medios valiéndose de los mercenarios de la comunicación de este país.
La dosificación de ODIO que administra a cada una de sus palabras, solo son comparables a su penoso deambular, solo y taciturno en busca de una razón mas para vilipendiar a la Revolución Bolivariana y al líder fundamental de nuestro proyecto. Sumado a un comando de resistencia (no se que a se resisten, YA TODO ESTA CONSUMADO), busca en su peregrinar diabólico elementos que emergidos desde sus viserales pasiones, se sumen a esa horripilante caravana del ODIO y MALDAD, enfermiza y cargada con sentimientos de racismo manifiesto.
La degeneración del pensamiento humano es copia fiel representada por este miserable, payaso, que en sus demenciales sueños llenos de ocultismo anticatólico y profano, alimenta la muerte como única salida probable de la “insanidad mental” que cubre la República. Ataca las políticas anti-inflacionarias por mandato de los grupos oligarcas de los cuales presumiblemente recibe burusas e invitaciones a degustar escoses puyao.
Es contrario a que se le otorgue poder al pueblo, a través de sus Consejos Comunales, eso atenta contra los vicios que alimentaron en gobernaciones y alcaldías, en tiempos en que eran los políticos intocables, los dueños de la corrupción absoluta.
Su indigente capacidad de discurso es propia de todo aquel que carece de una producción intelectual que le permita absorber que Venezuela es otra, que cambio para no regresar, muy a pesar de su ira de su ODIO. Se rodea de enfermas marionetas que en medio de sus alucinógenas manifestaciones de miseria coadyuvan a su autodestrucción caminando como verdaderas piltrafas humanas en conjunción con los mercenarios de la comunicación. Se postran con sus viserales y escatológicos análisis a confundir mas aun a esos pequeños grupos que todavía los miran con idolatría, como los lideres de ese ODIO, que los trasmuta en zombis de la inmoralidad.
Como usted puede autoproclamarse UN BUEN PADRE, cuando su ODIO le cercena la capacidad de AMAR, con que MORAL usted se dirige al país, siendo usted el espadachín de la inmoralidad, de la intolerancia, de la maldad, de la MUERTE.
Su irreverencia ante el mas noble sentimiento que puede albergar un hombre una mujer, un niño o niña, como lo es el AMOR. Su antipatriotismo goza de limites inimaginables, su deslealtad con los principios mas elementales de amor hacia la patria que lo vio nacer. ¿Como puede usted ser uno de los guía de esa oposición?, Usted por su condición satánica debería ser excomulgado de la fe cristiana. Ha traicionado su vida, la ha irrespetado (tiene razón es su vida y puede hacer lo que le venga en gana con ella) pero por que ha traicionado y boicoteado la razón del pensamiento opositor, que desgracia contarlo a usted como venezolano.
Sus luchas son internas con su propio yoismo, con su incapacidad, por saberse usted odiado por usted mismo, sus miedos son la antitesis de su proceder. Su vulgaridad es infinita.
Sr. Paz usted definitivamente AMA al ODIO lo justifica, lo promueve y lo trasforma.
Usted señor no debería llamarse Oswaldo Álvarez PAZ, debería llamarse Oswaldo Álvarez MUERTE.
P.D Sigues jodiendo Albertico, te quedan menos días en tu RCTV, ¿no serás tú el hijo perdido de Oswaldo Álvarez MUERTE?
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