Una vez que el fascismo penetra en el alma de cualquier persona, su psique adquiere una mutación demencial, una disociación profunda , quizá irreversible. Sus síntomas, al comienzo, son apenas perceptibles: el tímido e inseguro, comienza a expresarse de manera desafiante, altanera; el de poca palabras y menos ideas, regurgita largas parrafadas plagadas de lugares comunes donde el racismo, la violencia y el desprecio a los que no profesan sus "nuevas verdades" son la médula del discurso; el sumiso se torna arrogante ante la gente común y corriente, pero reserva su sumisión, de servilismo extremo, para sus jefes y líderes; y, el otrora maníaco depresivo, se transforma en arrollador abusivo, en entusiasta sádico, en ilustrado cavernícola.
La trasformación total, psico-espiritual, llega cuando la persona afectada por el virus fascista convierte los íconos internos de su ideología asesina en manifestaciones externas y físicas: vestirse de negro, usar accesorios que aludan a la muerte, culto a la piromanía, escarapelas alusivas, lentes de sol oscuros, banderas y logotipos invertidos. ¿Sus héroes? Hitler, Musolinni, Pinochet… Bush…!
Los camisas negras (en italiano, camicie nere), nombre dado a los miembros del Squadre d'Azione (escuadrón de acción) paramilitar fundado en Italia en 1919; fue llamado así debido a que la camisa negra formaba parte de su uniforme. Caracterizados por un nacionalismo extremo, los Camisas negras empleaban la violencia para eliminar a los oponentes del fascismo, sobre todo a los socialistas y comunistas. Este grupo fue organizado por el dictador italiano Benito Mussolini, que los incorporó al partido fascista en calidad de milicia nacional en 1921. En marzo de 1922, los Camisas negras marcharon sobre Roma y obligaron a Víctor Manuel III, rey de Italia, a aceptar el régimen de Mussolini. El término 'Camisas negras' también fue utilizado para referirse a los miembros de las SS, los cuerpos de elite del partido nazi alemán…¿Les suena esto conocido?
En España, la Falange Española de las JONS (FE de las JONS), tomando de éstas su escudo (el emblemático yugo y las flechas de los Reyes Católicos) y su bandera (tres franjas verticales negra-roja-negra, colores asimismo del anarquismo), en 1933 llevaron a cabo violentos enfrentamientos políticos de carácter callejero contra los militantes de organizaciones obreras. Y fíjense que la bandera española tiene tres colores: rojo, amarillo y rojo. En la bandera falangista predominaba el negro, y el rojo nada tenía que ver con el partido comunista y si mucho que ver con la sangre de millones de españoles que empaparon el suelo de "las Españas"… Luego, los curas falangistas invirtieron sus crucifijos y pusieron a Jesús patas pa' arriba cuando participaron, manos armadas, en las filas genocidas del franquismo para ajecutar a "los ateos comunistas"… ¿No les pega un olorcito a Conferencia Episcopal Ven ezolana? ¿No encuentran un parecido con lo que los medios de (in) comunicación ordenan noche y día: invertir el pabellón nacional y vestirse de "luto activo"?
Así es el fascismo: se viste de luto anticipado e invierte los términos de las patrióticas consignas. ¿Cuánto nos han criticado la nuestra de "Patria, Socialismo… o muerte?". Ellos se visten de negro para escribir la crónica de muertes anunciadas. Ellos se visten de luto antes de tener "los muertitos".
Por eso hay que defender a la Patria y al Socialismo: para enfrentar la muerte que ellos encarnan, para derrotar la máquina de muerte que hoy se conoce como el Capitalismo Neoliberal, hijo del Viejo Capitalismo…
Los nazis de ayer y los neoliberales de hoy son, en esencia, lo mismo: se oponían y se oponen al racionalismo a la democracia participativa y protagónica; manejan diversas doctrinas racistas según las cuales los pueblos nórdicos —los llamados arios puros, los gringos de hoy— no sólo eran y son físicamente superiores a otras razas, pueblo y etnias, sino que también lo eran y lo son su cultura y moral. La libertad le pertenece sólo a ellos, desde la libertad de expresión a través del espacio radioeléctrico, hasta la hegemonía y el monopolio del espacio físico-geográfico, los medios de producción, las aguas, los bosques, el aire, la vida misma. El pobre nace indigente, bruto y destinado al servicio del poderoso y predestinado "merítócrata" capitalista.
No se vistan de luto y no permitan que los luctuosos nos vistan de sangre otra vez como ocurrió en Puente Llaguno. No permitamos que se nos voltee la bandera y nos le tuerzan de nuevo el pescuezo al caballo libertario que galopa hacia las anchas llanuras del socialismo en nuestro escudo; no aceptemos que se nos ponga el Cristo al revés para que los camellos del Apocalipsis del Capitalismo entren por el ojo de las agujas asesinas.
Que no nos devuelvan al pasado.
Que no nos quiten lo que ya pagamos con sangre.
Que no nos hagan silencio.
Que no nos lleven a los estadiums que ellos convierten en coliseos para el homicidio masivo.
Nosotros somos la Patria y el Socialismo…
Ellos se visten de Muerte.
Nosotros de vida, pura y libre Vida…
¡PATRIA Y SOCIALISMO… O MUERTE!
Porque el Pueblo es quien decide, no el Fascismo…
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