La Conferencia Episcopal Venezolana está empeñada en destruir a la Iglesia Católica, por lo menos a la venezolana, porque una persona en su sano juicio que apoye a este proceso revolucionario, no puede estar asistiendo a una iglesia donde permanentemente se esté atacando al Presidente de la República, es por ello que dejé de ir a la iglesia los domingos, la última vez le dije a mi esposa, que no volvía más porque me vería obligado a responderle al cura y ponerlo en su sitio. ¿De qué estamos hablando?.
Es verdad que los medios de difusión de masa tienen una grave responsabilidad en la disociación que afecta hoy a un grupo sustancial de la población en el país, pero peor aún ha sido la conducta de la Iglesia Católica y especificamente su alta jerarquía, que ha contribuido de manera determinante a ese clima de confrontación permanente, que si hubiera asumido una actitud equilibrada sin adoptar posiciones ni de un lado ni de otro, hoy la situación sería muy distinta, ¡Ah!, pero tenían que convertirse en un partido más de oposición y por su puesto la gente que se dice católica de la oposición ve más que justificado ese odio exacerbado contra los chavistas porque estos dizque monseñores alientan con su actitud este tipo de conductas.
Se les dice las cosas y como si no fuera con ellos, porque les he enviado correos a la Conferencia Episcopal y continúan en la misma actitud, entonces es cuando se concluye que realmente son un partido de oposición, porque no creo que no entiendan. Estos individuos le están haciendo un profundo daño al país porque cada vez que abren la bocota le echan más leña al fuego. Ya uno no sabe como definirlos, la impresión que han logrado sembrar en mí es que son una empresa transnacional de manipulación y mentiras y por ello les recomendaría que le cambiaran el nombre y lo registraran como la empresa que son, por ejemplo: Catholic Church Inc., Corp. fundada en el año 33 DC y dejan de ser de una vez por todas fariseos hipócritas. Ustedes no creen en Dios, eso es mentira, el problema es que si lo asumen se les acaba el negocio y como no saben hacer nada se morirían de hambre, tan sencillo como eso.
arnomartinez@gmail.com