Luis Manuel Esculpi, aquel que formó parte del MAS y en el congreso nacional, cuando el alzamiento de Chàvez, intervino en el debate desatado por aquel acontecimiento para a éste condenar, en un discurso totalmente desatinado, que de gris que era le volvió invisible, reaparece en Puerto La Cruz, en un acto organizado por un sector opositor para que Baduel expusiese sus razones contra el proyecto de reforma constitucional y su distanciamiento del gobierno; ahora a nombre de Un Nuevo Tiempo (UNT), partido de Rosales, Esculpi afirmó que el general trisoleado “no ha saltado la talanquera”, sino “sencillamente dijo NO a lo propuesto por Chàvez”.
Aunque parezca raro, esta vez, el exmasista ahora en UNT, tiene razón. Baduel no ha saltado talanquera alguna; éste a su edad no está para eso. Hizo otra cosa, bajó tranquilamente y con paciencia hasta el averno. Sólo que el general amigo, pareciera por el respaldo de Esculpi, no haber bajado como el Dante, en compañía de Virgilio, el cantor de las glorias de Eneas, sino del filósofo y autor de joyas poéticas como “Peras al Horno” y “Cantos de Ballena”.
Y bajaron tranquilos, escalera por escalera y en cada una de ellas, entrelazados de las manos, se estacionaban.
1era. Estación o escalera
“Si se modifica la Constitución en el proceso comicial del próximo 2 de diciembre se estaría consumando un golpe de Estado”. Sancionó y al carajo los enfermos que el hospital se cayó. No hay más nada que decir. Èl es el TSJ.
En este arrepentimiento primero y global, Baduel asume el tradicional discurso opositor y de la más recalcitrante derecha. El pueblo, al votar el 2 de diciembre mayoritariamente lo propuesto por Chàvez y la AN, como pareciera creer el general, no estaría ejerciendo su soberanía sino cometiendo un acto ilegal. El descenso lo lleva a dos cosas, como la derecha tradicional, desconoce el derecho del pueblo a escoger su destino. Crea la premisa para el plan B; es decir, desconocer de alguna forma, que podría ser el golpe o la invasión, los resultados que espera emerjan de las urnas o al derecho soberano.
2da. Escalera o estación
“La única arma legal que nos queda es votar por el NO”.
Arenga a votar. Eso es bueno y uno pudiera hasta aplaudirlo y sirve para cuadrar a Rosales, quien a su lado, todavía corre entre primera y segunda, deshojando la margarita del votar, como clama Primero Justicia y el no hacerlo, como sus panas Escarrà, Ledezma, la AD de la “vieja” Ramos Allup y algunos personajes de la picaresca nacional.
Pero todavía así, uno duda y se pregunta ¿por qué es esa la última arma legal que les queda? ¿Acaso después del referéndum se les acaba el mundo o es que Baduel (¡vaya sorpresa!), también cree, como Cecilia Gómez Sosa y la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), que a partir de allí, ellos los no socialistas, quedarán guindando o excluidos del sistema?
¿Piensa acaso el general trisoleado, que habrá después que transitar otros caminos? ¿Si pierde el NO, entonces los resultados si merecen respeto? ¿Acaso el general también opina que Chàvez “debe irse pal` carajo”?
3ra. Estación o escalera.
“Hago un llamado a los integrantes de las Fuerzas Armadas para que como profesionales y soldados, garantes de la paz, la independencia y la soberanía, analicen profundamente el texto que se les propone”.
En esta escalera, muy por debajo del nivel del suelo, enrumbados al averno, Baduel y el sesudo Rosales, se hallaron de pronto entre los brazos efusivos de Pablo Medina. No nos queda otra cosa por hacer que buscar el respaldo del ejército, éste les dijo; y agregó, el camino no es el TSJ, eso no sirve; para juzgar estamos los tres y quienes estando con nosotros, hacen guardia allá arriba y esperan que regresemos, esta vez no con los crespos hechos, como cuando Rosales fue a verse con Bush, sino con el aval necesario.
4ta. Escalera o estación
Piensa Baduel que la reforma debió llevarse a una Asamblea Nacional Constituyente, ser debatida en dos años “y no mediante discusiones obligadas por el Ejecutivo y el Legislativo en forma atropellada y fraudulenta”.
Ahora abrazado por el filósofo y poeta y de Pablo, Baduel declama un poema que cree original. Los otros dos ladinos, callan y no quieren recordarle que antes ellos y Podemos, eso mismo dijeron. Aún más, este partido de Ismael García y Ramón Martínez, con lira y sin ella, lo cantaron en todos partes, hasta en la Asamblea Nacional, mientras allí discutían en plena libertad el proyecto; el mismo que en la calle y en todos los rincones el pueblo debatía.
5ta. Estación o escalera.
Los poetas y el político de oficio continúan descendiendo hacia el averno, cada vez más apartados del cielo. Se detienen y el general, ayer solidario y tranquilo, habló ahora con una mal disimulada furia; esa reforma “es una transformación del Estado que le quitará poder al pueblo y no le permitirá elegir y remover sus autoridades”. Aún no había terminado de hablar y mantenía sus brazos levantados hacia la escalera anterior, cuando de un rincón oscuro salió, no Beatriz el anhelo del Dante, sino Maria Corina, la de Súmate, toda de blanco, quien de la Casa Blanca subía a su encuentro, ocultando su extrañeza porque el ex ministro dice ahora lo que ella siempre ha dicho. Y porque, antes, en la primera escalera, el aedo expresó lo contrario, al desconocer de antemano lo que dijesen las urnas a favor de Chàvez.
6ta. Escalera o estación y última, porque de ella se espelongaron y se fueron en caìda libre, los tres hombres y la dama, hasta donde comienzan a salir las emanaciones de azufre.
Aquí, los periodistas de “El tiempo” que le entrevistaron, pues sólo para eso bajaron, llevaban pasaje de retorno, quizás con la arrechera del Comando Nacional de la Resistencia, pudieron percibir que el “General no descarta su candidatura”. Y algo de esto debe haber. Explica su inesperado disgusto y reacción, la postulación continua. De repente, uno no sabe, nada extraño es, esperaba que “después me toca a mí”.
Para construir el “Socialismo del Siglo XXI - ahora parece estar de nuevo de acuerdo con eso- hay que apartarse de la ortodoxia marxista que considera que la democracia con separación de poderes es solamente un instrumento de dominación burguesa”; cantó primero a capella y luego con el acompañamiento de las liras virtuosamente ejecutadas por sus tres acompañantes. Estos fingieron compartir su amor por el socialismo, sólo para que no se devolviese.
Ignoró en su canto que por lo previsto en la constitución, esos poderes siguen como estàn. Si los opositores no estàn allí representados, lo que no es totalmente cierto pues tienen a Podemos, es por haberse negado a participar en las elecciones legislativas del 2005. Olvidó que antes, en la democracia que sus amigos claman, los poderes Legislativo y judicial, siempre estuvieron en manos de los jerarcas de AD y COPEI. Es el soberano quien debe determinar cómo se integran esos poderes y aquí será así, lo que pasa es que hay que creer en la democracia. Y el socialismo es por esencia democrático, porque no se queda en lo formal sino que va a las bases materiales para procurar que bienes y servicios lleguen a todos.
De repente, hubo un sismo. Los viajantes se desprendieron de la escalera y cayeron libremente. Allá abajo, por una multitud crispada, eufórica, que batía palmas, eran esperados. Otra alma para el dios de la guerra, el azufre y sobre todo de las invasiones a pueblos que no se dejan.
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