La pequeña burguesía generalmente es muy volátil en cuanto a sus posiciones políticas, así como en determinados momentos asumen posiciones revolucionarias y aportan elementos valiosos en los procesos, su misma condición generalmente conspira contra los proyectos revolucionarios de clase. No es propiamente calca y copia, pero hay situaciones que permiten ubicar en su verdadera dimensión el papel de la clase media en estos momentos. Venezuela mantiene una pequeña burguesía bastante numerosa, en algún momento muy fuerte que luego fue perdiendo posiciones y se fue decantando. Buena parte de esta clase media finalizó empobrecida y los que no terminaron en su gran mayoría convirtiéndose en el principal caudal de la virulenta oposición venezolana. No podemos ubicar a la mayoría de los estudiantes de la UCV, UCAB,,LUZ,,ULA y otras universidades privadas, como representantes de la oligarquía, sin embargo vale acotar que este segmento de la población asume hoy una posición absolutamente reaccionaria basada fundamentalmente por la política inclusiva de los más débiles emprendida por el presidente Chávez y la revolución Bolivariana.
Con mucho desprecio estos sectores asumen la incorporación de los humildes del país al proyecto revolucionario, más reacción crea aún cuando nos planteamos construir un partido compuesto fundamentalmente por los sectores más humildes, donde se establece un sistema que obliga a una decisión por las bases en donde la pequeña burguesía y las desviaciones de este sector se ve absolutamente aislada. A muchos nos cuesta entender el porque de la reacción de sectores que hace escasos diez años se presentaba como revolucionarios y progresistas, ahora no obstante, enfrenta de manera violenta al gobierno, no importa que de la mano del imperialismo y la oligarquía criolla. Esto debe tener una explicación sociológica y no es otra que la inmensa carga de desviaciones pequeño burguesas que infiltraron a esos movimientos. Los sectores pequeño burgueses que apoyan al gobierno cada vez son menores, romper con las "malas costumbres" de la pequeña burguesía es un trago amargo que muchos no se atreven a tomar. En este orden de ideas, la actitud de los estudiantes de las universidades tradicionalmente combativas y protestatarias contra la oligarquía, hoy son reductos de los sectores más violentos contra el actual gobierno. El presidente Hugo Chávez ha manifestado de forma meridiana su posición irreductible a favor de los más desposeídos, su gobierno ha contado con una inversión muy fuerte a los sectores C D y E de la población, es decir los más pobres, pero también los sectores de la clase media se han visto beneficiados por programas de urbanismos, reducción de las tasas de interés y otras facilidades que le han permitido sobrevivir ante la amenaza del plan neoliberal de los años 80 y 90 que hacía prever la desaparición de este sector pequeño burgués.
Es bueno aclarar que el hecho de ser este gobierno un gobierno que ha centrado su inversión en el sector más débil, esto no significa que se haya desatendido a las capas medias de la población. Algunos segmentos de este sector se han incorporado sin problemas al proceso revolucionario, otros por el contrario han desempeñado una función de zapa dentro del proceso, son los representantes de lo que hoy conocemos como derecha endógena o los que propugnan el "Chavismo sin Chávez", verbigracia, los Miquelena de 2002 y los Baduel de 2007 son producto fundamentalmente de posiciones pequeño burguesas, ellos en sí no son los líderes de sectores oligárquicos, pero cumplen el papel de defensores del sistema capitalista por sus temores a perder algunos privilegios y a "igualarse" con los sectores más humildes. Cuantos que manifiestan apoyo al gobierno y a la revolución, muy en el fondo desprecian la incorporación de los sectores sociales más humildes a los programas políticos y económicos del gobierno revolucionario, sienten repulsión por el estilo y el discurso de Chávez, juegan al desgaste del líder y planifican su asalto al poder de la mano "del diablo" si es necesario; estos sectores mantienen un cordón umbilical con los que hoy desarrollan la campaña más virulenta contra el cambio a la reforma propuesto por el presidente que enfoca el rumbo hacia el socialismo y establece con rango constitucional un conjunto de beneficios sociales a favor de los más pobres. Cabe resaltar que esto no va en detrimento de la clase media, por el contrario, a ésta se le incorpora en numerosos planes, solo que como ha definido Chávez el proceso, la carga fundamental de la revolución recaerá en los sectores más pobres quienes producto de la exclusión ya casi no tenia acceso ni siquiera a las universidades públicas y el gobierno se vio obligado a implementar un programa universitario a través de una misión "La Misión Sucre" que incorporó cerca de medio millón de excluidos por distintas razones, pero fundamentalmente de carácter económico, del sistema de Educación Superior Venezolano.
Podemos concluir entonces que motivado por lo volátil, lo inconsistente de la pequeña burguesía, se produce una cantidad de situaciones que llevan a los estudiantes de las universidades como la UCV, UCAB, LUZ, ULA, UC, entre otras a asumir una actitud contrarrevolucionaria.
La pequeña burguesía reacciona de forma violenta, en estos momentos en Venezuela es fuertemente utilizada por la derecha, como "conejillos de indias" son llevados al "matadero de la historia" y su papel cada vez se aleja más y más de la "autonomía" que tanto pregona esta clase. Particularmente no creo que en nuestro país se revierta esta situación, es lamentable pero los niveles de confrontación alejan cada vez más la posibilidad que surja dentro de esos sectores estudiantiles un sector revolucionario sólido, el gobierno no le queda otra alternativa que jugar hasta el final con los excluidos, con los pobres y desamparados de siempre que lentamente se apoderan de espacios más importantes. El hombre clave en todo este proceso es justamente Hugo Chávez, quien rompió con los paradigmas y sorprendió a todos, incluyendo como diría Ludovico Silva a "Marxistas, Mariólogos y Marcianos". Chávez representa esa esperanza y para ello trabaja día y noche, no se le puede negar, ni siquiera lo hacen sus más acérrimos adversarios; aunado a la Reforma Constitucional, la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV, con un esquema orgánico de escogencia directa de las autoridades por la base, con la escogencia de un espacio de tiempo de 3 meses o más para celebrar el congreso fundacional, todo este tiempo le propiciará a este nuevo gran partido de una estructura de cuadros que se desplazarán a lo largo y ancho del país. Si con este ensayo el PSUV consolida por lo menos unos 350 cuadros que asuman y entiendan los nuevos retos, podremos hablar que la revolución Bolivariana es prácticamente indestructible. Lástima para esa clase media intelectual y profesional que cada vez le da mayor espacio para aplicar la conseja muy popular en Venezuela "El que se va no hace falta, hace falta el que vendrá"
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