Es una vergüenza lo que acabo de descubrir en una de la principalísimas avenidas de nuestro municipio Chacao.
¿Sabían ustedes que en el corazón nuestro bastión de libertad y democracia está ubicada una oficina de adoctrinamiento del régimen?
Pues si, mis estimadas amigas, en medio de la Luis Roche, que si Luis estuviera vivo le daría un soponcio, allí, en tan lujosa arteria vial, disfrazada de centro cultural, se encuentra esta guarida de espías y propagadores de embustes.
Confieso haber entrado en ese asqueroso recinto, pero lo hice pensando que era un lujoso café, o un nuevo mini centro comercial. Y si, allí hay un café y, en lugar de tiendas, una librería frente a la cual me di cuenta de la perversidad del plan que tienen estos castroevochavistas entre manos.
Es en ese minúsculo y mal decorado local donde se fragua la trampa mas vil que mente alguna pudo imaginar: ¡Venden libros a cinco bolívares! Por cinco mugrosos bolívares fuertes que no alcanzan ni para comprar un capuccino triple mocca, te dan un libro gordote, lleno de letricas negras, sin fotos, ni artículos sobre la lucha contra la celulitis.
Letras que forman palabras que forman ideas, y ya sabemos que ideas deben formar esas palabras obscenas que usan los chavistas. Libros ‘’y que’’ premiados por un tal Rómulo Gallegos que se venden como pan caliente, no por buenos, sino por baratos. Y es que nosotras sabemos que nada que sea barato puede ser bueno.
El problema, mis amigas, es que mi revista ¡Hola! maravilla semanal llena de información relevante sobre gente relevante, esa revista de páginas lustrosas cuesta lo mismo que tres de esos mamotretos encuadernados.
¿Y a nosotras que nos importa? Preguntarán mis inocentes compañeras de canasta, pues lo que pasa es que los niches patenelsuelo pueden comprar esos libros y los leerlos permitiendo que sus deficientes cerebros sean lavados cual edredones de plumas en una tintorería idelogizante.
Esto es competencia desleal, dice mi marido que sabe mucho de eso. Es que el régimen subsidia éste atentado contra la moral y las buenas costumbres con los dólares de Exxon, o sea los dólares de los venezolanos decentes, es decir nosotros, los educados, los bilingües, los que compramos ¡Hola! para saber quien es quien.
¿Y quién subsidia a ¡Hola!? Pues nadie, es esta una empresa líder en el mercado por mas de tres décadas que ahora se ve amenazada por esta avalancha ideológica de a cinco bolívares por librito.
Claro que nos importa tres pitos que los tierruos lean nuestras revistas. El problema es que lean y punto. Ahora con sus libros bajo el brazo se sentirán muy sabihondos y vendrán a querer discutir con nosotros de tu a tu. Creerán que tienen ideas propias y que saben que es lo que quieren. Y, peor aún, votarán por el déspota que les subsidia los libros con el dinero de los demás.
Señoras dignas de Venezuela, afilen los tacones ‘’Manolo Blahnik’’ que tenemos que marchar: La marcha de la elegancia, de las clases superiores, las que nos negamos a ser adoctrinadas con libros de ese Gallegos. Una marcha por ¡Hola! y por el orden establecido que en nuestro bello país se ha venido desordenando desde hace nueve años.
¡Abajo todas las publicaciones sin fotos ni consejos de belleza! ¡Muerte a los libros de cinco bolívares y palo a los niches alfabetizados!
Atentamente,
Marifer Popof
Presidenta del frente de damas indignadas con todo lo que hace el gobierno.
carolachavez.blogspot.com