¡Patria, Cecilia Matos y Carolina Herrera!

El General de Brigada (Ej.) Angel Vivas se adornó el pecho con demasiadas preseas y condecoraciones para ir a revolcarse en el fango de la celebridad instantánea de los medios opositores, previamente concertados para transmitir su exigencia de eliminar el lema “Patria, Socialismo o Muerte” del lenguaje hablado o escrito de la Fuerza Armada Nacional. Su argumento es que se trata de un lema “extranjero” (cubano según él) violatorio de la venezolanidad o algo por el estilo.

Este general no puede ser tan bruto como para ignorar que su argumento es falso. Tan falso como sería decir que es francesa (porque de allá vino) la consigna de Miranda, que el Gral. Vivas propone, “Viva la Libertad, Muera la Tiranía”. Pero nada de esto importa porque el propósito de la maniobra no era otro que su resultado: un pequeño escándalo difamatorio y desestabilizador contra la FAN en beneficio de la estrategia antivenezolana de los Estados Unidos y el gobierno de Colombia, en tiempo de crisis. Falta grave a la disciplina y al honor militar, falta de oficio y de vergüenza. Todo un patriota el general, y anticomunista, no faltaba más.

No soy un general: soy un particular pero no tan ingenuo como aquel Pérez Recao, golpista del 11 de abril 2002, quien confesaba (en declaración ante nuestro Consulado en Miami respondiendo a la interpelación de la Asamblea Nacional) que durante el golpe él se sentía “de pinga” (sic) al verse rodeado por 50 generales… En Venezuela teníamos entonces unos 500 generales, y a él “lo rodeaba” apenas el 10%, ninguno con mando de tropa, todos felones, cobardes y malos estrategas. En Venezuela no son los generales quienes dan golpes de Estado, sino los “comacates”, comandantes capitanes y tenientes, que tienen mando de tropa. Por lo tanto, el “gesto” del General Angel Vivas ni siquiera es equivalente al pronunciamiento del General Gonzáles Gonzáles (el malo), pequeña parte de un complot mayor. ¿Será un truco para obtener la visa y el status de “perseguido” en los Estados Unidos?

Confieso que la consigna “Patria, Socialismo o Muerte” no termina de gustarme porque es obscura sobre de quién será la muerte en cuestión. Hubiera preferido algo más lírico como “Patria, Socialismo y Muerte a la Oligarquía y a todos los hijos de perra que firmaron el decreto de Carmona”; más criollito como “Tierra y Hombres Libres y Muerte a la Oligarquía”, o aquel chiste de tan involuntario y revolucionario significado: “Antes morir que perder la vida” a la que podría añadirse “…gobernados por esa banda de mediocres, ladrones y asesinos que son los dueños de medios y los políticos de oposición”. Pero uno deber aceptar que la Bolivariana es una revolución pacífica y hasta apropiarse de la frase del expresidente argentino Néstor Kirchner: “cuando nos peguen pondremos la otra mejilla” (en la culata del Kalashnikov) para apuntar y responder con fuego certero.

Hay que preguntarse dónde estaba el Gral. Angel Vivas cuando la barragana del Presidente Lusinchi decidía los ascensos militares, o cuando en La Orchila y el buque escuela Simón Bolívar se le rendían honores militares a Cecilia Matos, barragana del Presidente Pérez, y a su amiga la modista Carolina Herrera. Entonces la consigna era “¡Patria, Cecilia Matos y Carolina Herrera!”.

Nunca antes, desde la guerra de Independencia, la Fuerza Armada venezolana fue tan bolivariana como hoy, nunca tan cercana, querida y respetada por su pueblo, y nunca antes, por lo mismo, tan poderosa militarmente hablando. Su comandante en Jefe y Presidente Hugo Chávez ha convertido en actos la consigna del Ejército “Forjador de Libertades”, ha potenciado a la FAN en extensión con la solidaridad latinoamericana y en profundidad con las raíces populares de la Reserva. No tenemos una Fuerza Armada mediatizada por el Imperio ni al servicio de un caudillo, sino al servicio de la Patria, y la patria es el hombre y es América. Esta ya no es tierra de dictadores porque, si de consignas se trata, nuestros soldados sabrán darle a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César: 23 puñaladas. O, como decía el poeta Andrés Eloy Blanco: Al pretoriano que se robó la toga y al apóstol que se robó la cena les crece el mismo cuello para la misma soga… Patria, Socialismo o Muerte. Venceremos.


rotheeduardo@hotmail.com


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Eduardo Rothe


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