¡ Que vergüenza...que cúpula podrida..!

     

Al ver los noticieros de la televisión, oír los noticieros radiales, leer los periódicos y observar la felonía de la cúpula de la iglesia católica, representada por el señor Urosa Sabino, que habla más como un dirigente del golpismo opositor, que como jerarca de la iglesia, que se supone pertenece a la inmensa mayoría del pueblo venezolano, no podemos menos que entre nauseas e indignación, exclamar.!..Que vergüenza...Que asco...Que cúpula tan podrida..¡ Es el colmo del irrespeto de estos hipócritas a la feligresía católica venezolana.

Primero acogieron, respaldaron, protegieron y luego fugaron a un presunto criminal, acusado de homicidio en grado de frustración, luego de disparar a mansalva contra un agente de la Policía del Estado Mérida, que todavía sufre las secuelas de ese atentado, golpear, desnudar, vejar e intentar empalar (violar con palos) a una oficial de ese mismo cuerpo policial, quien salvó su vida milagrosamente según cuenta ella misma, gracias a la presencia de la fuerza pública que puso en fuga a quien ella reconoció como Nixon Moreno y sus compinches que estaban prestos a sacrificarla mediante la penetración con palos, afortunadamente no encontraron al momento esas herramientas, mientras la tenían desnuda, arrodillada y con una escopeta montada frente a su rostro. De lo contrario esta oficial, servidora pública y ahora docente, sería difunta y sus hijos estarían llorando la pérdida de su madre. Pero para esa cúpula felona y putrefacta que tiene secuestrada a la iglesia católica venezolana, ese ciudadano ahora prófugo de la justicia con alerta roja por la Interpol, no cometió ningún delito y la funcionaria que llora de impotencia ante las cámaras, que pregunta a estos  jerarcas, si es que no es hija de Dios, si la iglesia no puede oírla, es una mentirosa, que pretende hacer daño a un ciudadano ejemplar como el solicitado Moreno.

Pero no conforme con esta desaguisada posición en contra de todos los principios católicos y cristianos, ahora condenan de la manera más vehemente la sentencia, contra los presuntos verdugos que el 11 y 12 de abril, ejecutaron un plan, que presumiblemente tenía como fin matar una decena de inocentes o cuantos fuesen necesario, para luego acusar al Comandante Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, justificar  el Golpe de Estado y su linchamiento, porque la PM iba abriendo paso a plomo y agua con el Rinoceronte y la Ballena a la masa de esquizofrénicos que pretendía asaltar a Miraflores y ajusticiar allí mismo al mandatario y sus acompañantes. Allí no iba a producirse ningún juicio. Allí iban a aplicar el garrote, que esgrimieron Leopoldo López, Capriles Radonski, Enrique Mendoza y compañía cuando asaltaron residencias, una embajada y la TV del Estado. Allí se vieron envalentonados en las cámaras de la  TV privada, mostrando su satisfacción por los atropellos que estaban cometiendo contra personas e instituciones.

Igual lo hicieron los militares, Ramírez Pérez, Molina Tamayo, Guaicaipuro Lameda, González González (El Pelón), Huson y otros protagonistas de los criminales actos dirigidos por Carmona Estanga (Fedecámaras) y Carlos Ortega de la CTV, quienes junto a los bandidos que intentaron volar buques petroleros y enterrar a PDVSA, gozan de libertad. Valga decir, que hasta existe una organización denominada “Gente del Petroleo”. Como se ve que ahora es cuando le queda trabajo al Ministerio Público y a la Justicia.

Pues bien el señor Urosa Sabino apoyado por la Conferencia Episcopal Venezolana, sale ante las cámaras de TV, con la mayor desvergüenza y escupiendo a la cara de las víctimas del Golpe de Estado y sus familiares al calificar el juicio y la sentencia como actos políticos partidistas, obviamente, proclamando la inocencia de los tres comisarios y los agentes de la PM. Por supuesto que esa pose significa que para la cúpula de la iglesia católica, los familiares y las víctimas son difamadores, calumniadores, que merecen la llama eterna del infierno, porque llevaron a esos inmaculados querubines a la crucifixión y con ello “Perpetuaron la tragedia del 11,12 y 13 de abril.” Es decir para Urosa Sabino y su patota, lo ideal hubiese sido que imperase la impunidad y que estos presuntos asesinos volvieran a sus cargos para continuar cometiendo fechorías.

Menos mal que, para beneficio de la población católica y cristiana,  en Venezuela existen pastores dignos como: Monseñor Mario Moronta, Monseñor Torrealba, Monseñor Ocando Llamarte, el padre Renauld, el padre Rojas y otros tantos curas de parroquia, que junto a su pueblo, trabajan diariamente en la organización comunitaria, para buscar solución a los problemas y luchar contra la pobreza, el hambre y la violencia.

Ojalá y la conmemoración de esta Semana Santa, con las procesiones, la oraciones y  la lluvia de feligreses en los templos, haga que el látigo de El Salvador, eche de la cabeza de los secuestradores de la iglesia venezolana, la jauría de demonios que les corroe y los devuelva al sendero del bien, a la pradera con sus rebaños y renuncien a los dólares ensangrentados del imperio, que no son otra cosa que el estiércol de Satanás, que les ha invadido y los está ahogando. Perdonarlos señor, aunque ellos si saben lo que hacen. 

*Periodista CNP 2414

cd2620@gmail.com. cadiz2021@yahoo.es.



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* Castor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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