Un Comandante virtual

Definitivamente bien lo dijo el Piache de Guatire “Adeco es adeco hasta que se muere”. Esa sentencia no pierde vigencia, porque aun cuando cambien de máscara o de nombre las mañas nunca las pierden. Quien lo dude que haga una ejercicio de remembranza a propósito de la fuga de Manuel Rosales, que seguramente al igual que su jefe Jaime Lusinchi, ahora dirá que, que no huyó, sino que salió del país con ciertas precauciones, para evitar que sus enemigos lo lincharan.

Al igual que Lusinchi, su epíteto favorito es “Cobarde”, para descalificar a sus acusadores y como guapetón de barrio, desafiando a todo el mundo. Igualmente prometió que no iba a huir del país, que enfrentaría las infamias y que enfrentaría al reeegimen en todos los terrenos y ya ven que al igual que “Bochinche” pegó el carrerón y fue a parar a Perú.

Lo único que a Manuel “Piro Piro” Rosales, se le enredó La Petaca, porque no cuenta con la lenidad que gozó Jaime “Bochinche Lusinchi”, que lo único que tuvo que hacer, fue esperar unos meses que prescribiera la acusación, para luego venir con su cara muy limpia a incorporarse al Senado, como Senador Vitalicio y levantar la mano para aprobar una trampa anti Chávez. Valga decir que ese privilegio absurdo lo enterró la revolución.

Piro Piro, si bien es cierto no podrá ser juzgado en ausencia debido al resabio jurídico de
nuestra legislación, pero tendrá que presentarse a matar su culebra, porque los delitos por los cuales se le acusan, ahora no prescriben y en consecuencia no podrá hacer turismo, mientras pueda regresar a casa a liderar a la corrupta y deslegitimada oposición.

Pero como el perro huevero, no olvida las mañas de sus compañeros que lo formaron políticamente, como es mandar a los demás a pelear mientras se dan la dolce vita en el exilio dorado. Esa fue la conducta del Piache, enfréntense ustedes a Pérez Jiménez y su SN, mientras yo ando chévere por aqui por Berna, La Costa Azul, etc. Mientras eso ocurría, aquí caían Antonio Pinto Salinas, Leonardo Ruíz Pineda y otros tanto defensores de la patria y la libertad, que se quedaron en sus trincheras y como buenos revolucionarios lucharon hasta rendir su vida y manchar las calles y carreteras de Venezuela, con su sangre. Desgraciadamente ese sacrificio solo sirvió para que a finales de enero y los primeros días de febrero del año 58, regresaran los “héroes y mártires” del exilio a disfrutar de las prebendas y estatus que da el poder, cuando se ejerce para beneficiarse asimismo y a grupos poderosos, tal y como ocurrió en la IV República.

Ahora Manuel Rosales, que sueña con liquidar al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y a la Revolución Bolivariana, para lo cual cuenta con el concurso de la CIA, los paracos que ha mantenido en la región zuliana y algunos peones, que mantenía con los recursos de la Alcaldía de Maracaibo y la Gobernación del Zulia; obedientes a sus mandatos, por eso desde Perú les ha ordenado que se ubiquen en sus puestos de combate, que estén atentos a las instrucciones, que valientemente les va a dar desde Lima, vía conferencias virtuales.

En cuanto a sus deseos de encontrarse frente a frente con el Comandante Hugo Chávez para confrontarlo de hombre a hombre, como le regó por allá en Marzo ante las pantallas de la TV, a Diosito bendito y a la Chinita, que se pusiera en su camino en Maracaibo, para demostrarle, quien es Manuel Rosales, ahora como puso pies en polvorosa y tierra de por medio, le pedirá a la Chinita, que como es milagrosa, se lo lleve a Lima, a donde fue a parar valientemente enfrentado la acusación en todos los terrenos.

El “Comandante Virtual”, mientras tanto continuará dirigiendo sus tropas desde Perú, donde ha montado su plataforma para la conspiración, de frente y dando la cara, como macho, criollo y vernáculo, para que nadie dude de su valentía.

Habrá que esperar si en el gobierno inca priva más la responsabilidad y respeto a los tratados internacionales que la solidaridad automática entre mafiosos, porque no hay que olvidar, en Perú, el presidente es una copia de Jaime Bochinche. Hizo exactamente lo mismo, cuando fue acusado por corrupto, que su pana venezolano, se fue al autoexilio en Colombia y cuando prescribió el juicio regresó con su cara muy lavada, puso en boga el Día de los Inocentes, pidió el voto a los peruanos y volvió a ganar para repetir las mismas tropelías. ¿Los ladrones califican para el exilio, surgió una nueva doctrina? Amanecerá y veremos.

(*)Periodista

cd2620@gmail.com

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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

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