Hace unos años me encontré con un venezolano en Filipinas. Ladislao Viera especialista en investigación de mercado trabajaba para Wal-Mart Stores, Inc., la compañía estadounidense que por sus ventas y empleados es la más grande del mundo. Ladislao se acercó a la universidad de Filipinas en Manila, donde yo dictaba una conferencia. El evento fue organizado por Manuel Pérez Iturbe, responsable de nuestra Embajada en Filipinas, como parte de la agenda de la visita oficial que hice a ese país como encargado del Despacho de Asia.
Ladislao me dijo en esa ocasión, que él estaba en Manila haciendo un trabajo de investigación determinando las variables de factibilidad para la instalación de una tienda Wal-Mart en ese país. Dijo también que había salido de Venezuela durante el gobierno de Jaime Lusinchi, becado por la fundación Ayacucho y que al finalizar los estudios en New York University fue reclutado por esa empresa. Terminó la corta conversación haciendo énfasis en el respeto a la decisión del pueblo de venezolano pero que él no simpatizaba con el gobierno de Chávez e hizo unas consideraciones para justificar su posición. En tono jocoso expresó con orgullo que él era "escuálido". Sin embargo, me pidió mi correo electrónico para mantener contacto por esa vía.
Hace un año me escribió e hizo mención al episodio de Manila. En esa oportunidad su tono de rechazo al Proceso Bolivariano no era el mismo. Se le notaba una marcada aceptación a los logros del gobierno en materia económica y social. Presagiaba la crisis del capitalismo en EE.UU., y la incapacidad del Presidente Bush para mantener vivo el estilo de vida norteamericano. Sobre Venezuela señaló el seguimiento que le hacía al Proceso desde el 2005 y remarcó el cifras de crecimiento de tres empresas transnacionales (referencias de su muestreo) que para él dicen más que cualquier análisis macroeconómico que elabora la oposición venezolana con sus economistas nerd, simplistas y alienados. Se refirió a LG (Corea del Sur), Movistar (España) y Master Card (EE.UU). Decía que el mercado era sólido, pujante y que sobrepasará los estándares que definen a los emergentes de Asia. Desde entonces lo incorporé a la red CFI que mantengo vigente con todos aquellos que creen en la difusión ideológica como factor determinante para profundizar el Proceso y continuar la Revolución. Su posición política podría ser considerada como "ni-ni".
La semana pasada me llamó para informarme que estaba en Venezuela. Regresó a la casa de sus padres en Caracas (Santa Mónica), mientras se instala en algo propio. Me dice que viene dispuesto a trabajar por el Proceso. Específicamente viene a conocer en la práctica la organización de las comunas. Viene a contribuir transmitiendo su aprendizaje en el Condado Fulton del Estado de Nueva York (municipio de su hogar hasta hace días), donde la comunidad organizada se autogobierna. Viene dispuesto a aportar su talento por la causa popular venezolana. Me dice: "soy ahora un escuálido converso".
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