Cinthya Machado Zuloaga viene caminando hacia el cafetín donde la espero, y la gente se vuelve y la ve y la ve, y ella sigue y sigue con ese caminar que tiene la gente de clase que es imposible no volverse para verla. Viene contenta, feliz, y con muchas cosas que decir.
Llega y me pongo de pie y le doy un beso. Se sienta y el mesonero viene corriendo con la botella de agua Evian y con mi café negro y los deja allí, sobre la mesa, pero viendo de frente a Cinthya le dice: “Cada día más reina, más majestad, más bella”. Ella no dice nada, sólo sonríe, y el mesonero abandona la mesa. Y ella dice. “Llegamos a la conclusión de que la gente de la oposición no tiene ninguna idea. Es decir, no van a tener ninguna idea, siguen en lo mismo. Dicen que si llegan al poder privatizan PDVSA, privatizan la educación, y que solo los ricos gobiernen y que los pobres sigan haciendo lo que hacían, es decir, servirle a los ricos”. Así hablan los locos estos. Y en la casa mi papá está que ya no los soporta, porque no saben qué proponer, no tienen ninguna idea de cómo gobernar, sólo quieren volver al pasado”.
Se detiene, toma la botellita de agua y se la lleva la boca, y en verdad es una diosa, la diosa del agua, o algo parecido. Cinthya nació con clase, con ese cuerpazo, con inteligencia, pero nació en cuna de oro. Y sigue diciendo: “Trajeron a Mario Vargas Llosa y le pagaron todo, hasta lo llevaron en avioneta a la Isla de Margarita y allá lo pusieron a comer en los mejores restaurantes, después el escritor se fue y escribió un artículo en el País de España, como pagando con eso el viaje que hizo a Venezuela, pero qué ideas trajo, qué propuso. No hay nada, amigo, otra vez seguimos comprando espejitos como en el pasado. Así no vamos a volver al poder. Alguien tiene que poner por allí una tienda con una letrero que diga: Se alquilan ideas, para que la oposición haga cola en esa tienda, porque no es posible, tienes que escuchar lo que dice Pompeyo Márquez, mi papá lo ve con lástima, ese hombre tiene que estar en su casa o en Inager, en fin, ya no tiene nada que proponer, y dígame el Ismael García, mi papá dice que a ese no lo llevan a la casa, porque no lo deja entrar. En fin, amigo, esta oposición no tiene nada que ofrecer sino puro pasado”.
Termina de hablar y se pasa la mano por la frente, después me mira de frente y dice: “Qué gente tenemos, amigo, y pensar que esta gente que está en la oposición gobernó este país, y nadie se dio cuenta de lo mediocre que eran, ahora todos lo sabemos: no sirven para gobernar”.
El mesonero está con la boca abierta y viendo de frente a Cyntia. Ella lo ve y sonríe. Y ella, se vuelve y me dice que mire al mesonero, yo miro al mesonero que está como una estatua y con la boca abierta, y entonces ella me dice: "Es increíble, pero ese mesonero es la propia imagen de nuestra oposición, así está esa gente, con la boca abierta y la cabeza vacía ante tu presidente”.
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