Desde este modesto puesto de observación y defensa del proceso bolivariano permítaseme expresar, a la directiva del PSUV, y todos aquellos rojos rojitos en posiciones de mando o dirección de este proceso, un PERCEPCIÓN del momento actual y futuro. Ayer (Sábado) lo comentó Antonio Aponte cuando señala, en su columna un grano de maíz, la sustitución de la realidad o inoperancia de la institucionalidad por un resultado electoral. Hoy (Domingo) lo José Vicente Rangel, en su programa José Vicente Hoy, comenta sobre la inoperancia o falta de compromiso y responsabilidad de quienes ocupan cargos de dirección o en el gobierno. Más aun, también lo señala con mayor énfasis en Comandante Chávez en su programa Aló Presidente, llamando la atención a viceministros, ministros, alcaldes y gobernadores por su falta de liderazgo regional, falta de acción en la vanguardia del proceso revolucionario y de los posibles cambios de acera. En la problemática planteada para el año que viene con el posible referendo revocatorio, la elección de la asamblea nacional y una posterior salida presidencial.
El panorama es dramático si tomamos en cuenta las multiplicidad de situaciones que hoy confrontamos; agua, luz, inflación, inseguridad, frontera, bases militares entre otros. En ocasiones la respuesta es lenta e inexistente y a veces tiroteada desde las propias filas del proceso bolivariano. Mientras tanto, la oposición las usa y perfecciona como banderas políticas con miras a socavar las bases y el apoyo popular del comandante Chávez como principal objetivo. Estos problemas, como la electricidad y los frecuentes apagones, de no ser resueltos para el mes de Diciembre serán un caldo de cultivo para iniciar el año 2010 con una agitación de calle contra el presidente y un consecuente llamado referendo revocatorio. De no funcionar, el capitulo siguiente es lograr la mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional basando su campaña en la inoperancia del gobierno nacional para solucionar este y otros problemas.
Es sorprendente como desde las filas del movimiento bolivariano y sectores asociados se pierde el tiempo en banalidades como la falta de unidad en la oposición. Ese planteamiento descontextualiza y desmotiva a la base bolivariana al punto de creerse vencedora y de desestimar los llamados de atención y acción del Comandante en Jefe. En la oposición, la falta de unidad y consenso no es un problema, es un elemento distraccionista de su verdadero plan. Con el último aliento del día final se unirán y lanzaran la candidatura de Micky Mause, Rico Mac Pato, Deissy, Mini o Guffi. Será tal la inacción del movimiento bolivariano y el descontento contra Chávez y los legisladores gobiérneros que cualquier otra opción con la que se pueda castigar la falta de eficacia en el gobierno es valida y triunfadora.
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