Cáiganse de c…: pero “Porras Orellana” le arregló todo a la derecha para que se adueñe de Mérida

El descrédito del gobierno de Mérida alcanza niveles de locura. En pocas palabras: PERDIMOS EL PODER EN MÉRIDA. Cuando Dudamel vino a dar su concierto en el estadio Metropolitano, lo más estruendoso fue la rechifla que se le dio a Porras-Orellana. Todavía la estridencia de aquella jarana estremece nuestros oídos. Y eso que sus adulantes llevaron al acto gente de las comunidades, y ocurrió lo más sorprendente: esta misma gente se unió a la pavorosa rechifla. Aquello fue de lo más vergonzoso que se haya visto en décadas. La esposa del gobernador había mandado a perifonear por la ciudad, invitando a la ciudadanía para que acudiera al concierto y adquiriera entradas para la zona VIP, a 200 Bs F cada una. Pero los que se ubicaron en la zona VIP les recibieron latas, basura y cuanto a la mano tenía gente que estaban en las gradas y que se sienten frustradas y traicionadas por este pavoso y torcido gobernador. Unas palabras que llevaba Porras-Orellana, para leerlas al público, tuvo que guardárselas y olvidarse de ellas. Unas de las cosas más chocantes de este individuo fue la forma como empapeló la ciudad, con su pose, muy pepito, invitando al concierto, pero con su figura, digo, engalanada, en traje muy fino y muy burguesito: la nota más resaltante. En esos pendones, Dudamel no aparecía por ninguna parte sino la abotagada y redonda cara del señor gobernador. No hay nada más bochornoso que el aspecto anodino de este señor en cientos de vallas regadas por todo el Estado. Hasta los barrenderos de la ciudad cargan su imagen para arriba y para abajo.

Sépanlo señores del PSUV, sépalo señor Presidente Chávez, sépanlo señores todos chavistas venezolanos, aquí no vamos a esperar cuatro años calándonos a este sujeto –como pasó con Didalco, Acosta Carlez o Ramón Martínez-. No señor, esto se pasó de maraca. Sepan que aquí este señor ha hecho tan admirable trabajo para la derecha que casi todo está ya perdido. Ya podemos decir que Mérida ya forma parte de la media luna con sus cachos y en medio de una noche tenebrosa.

Los cargos importantes este señor los ha puesto en manos de gente inescrupulosa, adulante y sin verdaderos principios revolucionarios. Gente que por baja, torpe, prepotente y adulante le dice amén a cuanto acto contrarrevolucionario hace y promueve este individuo: sea reunirse con Baltazar Porras, sea cuadrarse con las frivolidades que arma el padre protector de Nixon Moreno –el alcalde Lester Rodríguez-, sea compartir el helicóptero que manejaba con el paraco César Pérez Vivas, sea su extraña conexión con los que cometieron la horrenda masacre de Onia. Sea su desgraciada conexión con los bandidos equipos rectorales de la ULA a los cuales le entrega 200 millones de nuestro presupuesto, sea un entrega visceral a la Iglesia a la cual entrega igual porción de plata para que conspire y siga llamando a la desestabilización de la república. Y como guinda de ese podrido pastel llega y saca los dineros del Estado que estaban en Banfoandes, y como él dice que quien trabaja bien es la empresa privada (ha hecho elogios públicos a la forma “maravillosa” como funciona la gran loable y gloriosa banca privada) va y los mete en el Banco Canarias, y ahora está formado un grandísimo peo con plata de varios programas y de muchos trabajadores.

Aquí en Mérida, en dos platos, por todos estos hechos graves, puede decirse que no tenemos PSUV. En este partido estos graves hechos no se someten a discusión, así como no se dijo nada cuando se descubrió que el fulano Porras-Orellana no estaba inscrito en el PSUV, y que por otro lado se cometieron gravísimas irregularidades en la última elección para las escogencias de los delegados al Congreso del PSUV. Es decir, todo va a la deriva, sin rumbo, sin líderes, sin organización, sin moral, sin trabajo en las comunidades; al tiempo que la derecha se apertrecha, crece y se desborda; desolada igualmente la revolución ante la tranquila indiferencia de una policía que además se hace la loca en medio de las más terribles circunstancias de violencia que generan los mariquitos burgueses y mantenidos de la ULA.

No sabemos qué se espera para actuar, porque ya en Mérida la frustración no tiene límites, y seguramente Porras-Orellana contará con que le acompañe la misma suerte que tuvieron aquellos canallas gobernadores y alcaldes que se estuvieron en sus cargos hasta que se les vencieron sus nefastos y nefandos períodos. No creemos que al pueblo de Mérida se le castigue de esta manera, porque en cayendo Mérida, media Colombia del asesino Uribe la tendremos en las entrañas mismas de nuestra SAierra Nevada. A mí no me cabe la menor duda de que Porras-Orellana trabaja concertadamente con todos esos enemigos de la patria, lo demuestran sus actos, su desastre administrativo, sus arreglos y acuerdos con los peores enemigos de la revolución de Táchira y Mérida. Si señor.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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