El Presidente Chávez toma por sorpresa a propios y extraños al referir este segundo viernes del nuevo año un conjunto de medidas a implementar en el campo laboral público, a propósito del cambio climático y del problema del consumo energético y en economía sobre el control de cambio de nuestra moneda, vigente desde el año 2005 y por lo cual clamaban a gritos los opositores.
El anuncio de las medidas económicas y financieras generó un tsunami en la oposición, cuyo sueño eterno es la caída del Presidente. Inmediatamente hablaron de un nuevo "viernes negro" y del paquetazo chavista, con todos sus aderezos: aumento de la gasolina, devaluación de la moneda y aplicación de nuevos impuestos. Los fantasmas resurgieron: visiones macabras, bajarían los cerros, habría saqueos, las masas irían a quemar Miraflores y sus zonas aledañas. Esto no ha ocurrido.
El Gobierno ha explicado que estas medidas anticrisis persiguen generar un desarrollo productivo, maximizar la renta petrolera e impulsar un crecimiento con producción nacional. El ajuste cambiario se inserta en un conjunto de medidas para contrarrestar la coyuntura y se anuncia la intervención del BCV en el mercado cambiario para contrarrestar la especulación con el manejo de divisas. El Gobierno plantea la defensa de los precios de bienes y servicios esenciales y detener la especulación.
Ningún argumento se acepta. La oposición se desgañita. Ruedas de prensa por doquier. La desunida Mesa de la Unidad apela a sus rayados voceros para descalificar, ironizar y condenar al Presidente y a su tren ejecutivo, acusándolos de lo peor visto en los últimos 50 años en materia económica y financiera. La oposición ni ve a la burguesía nacional, absolutamente parasitaria y dependiente del Estado, del cual se ha lucrado por décadas.
El acaparamiento y la especulación han sido prácticas condenables de todas las organizaciones que agrupan a los empresarios e industriales locales. En conchupancia con los viejos partidos políticos, quienes hoy defenestran al Gobierno por el anuncio de las medidas anticrisis, hablan de un gobierno fracasado y caído. Espejismos y falsos supuestos. El trabajo continuará. Frenar la especulación y agarrar el timón con fuerza son las tareas prioritarias.
Periodista / Prof. universitaria