“Un dos tres, tas ponchao” fue la consigna de año nuevo de la oposición venezolana, llevando la amargura y la desesperación sin argumentos y con mucha banalización y pendejera*, hasta los campos del beisbol llamado profesional, haciéndole recordar al país cuando nos quitaron la temporada 2002-2003 con las babosadas de paros cínicos y sabotaje petrolero, donde el pueblo venezolano perdió sumas millonarias en dólares y bolívares además de las incomodidades.
En sus imprudentes y nada inteligentes “argumentos” a siete años y un mes de aquellos, acontecimientos del paro beisbolero, olvidan igualmente como en Meridiano Televisión hechos los inocentes encargados del deporte…, colocaban una cacerolita en los ángulos de la pantalla, incitando deportivamente en sus transmisiones para colaborar con los programados cacerolazos diarios en el país.
Salieron un, dos, tres ponchaos en ese entonces y volvieron quedarse con la carabina o el bate al hombro, pues la mayoría del público a quien le molestan esas “genialidades” de cuatro niñitas y niñitos -en especial gente de la “sociedad civil billetúa…” los rechaza por metiches. Llevaron la misma consigna en la marcha opositora del Sábado 23 de Enero, haciéndonos revivir el episodio donde en un Caracas-Magallanes de la ronda eliminatoria, para sacarlos de los asientos que usurparon con su propaganda politiquera, algunos resultaron contusos. En la manifestación del 23 de Enero, a 52 años de la caída del dictador Pérez Jimenez, sin ninguna represión y absoluta libertad dio vergüenza que la consigna “política” era gritar con odio: “Un, dos, tres Chávez ta´s ponchao”.
Al mismo tiempo y en la misma Caracas ocurrió que el Presidente y sus rojo rojitos con otra concentración gigantesca, ponchaban a sus opositores demostrando como está la revolución socialista metida en el corazón y el calor del pueblo, que con nobleza y emoción como es costumbre les dijo “somos alegría, somos mayoría”.
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