El empeño esquizofrénico de estos jóvenes y no tan jóvenes, sólo puede traducirse como un estado inconsciente de estupidez masiva producto de deseos reprimidos y condicionados por la manipulación mediática a que son expuestos.

Emblema de lucha torcido por la ignorancia desmedida, se lanzan a las calles para tratar de generar el caos. Sus niveles de conciencia están protegidos por la irracionalidad de sus actos, no hay proyecto de país, sólo quieren echar vaina y que se les reprima suavemente, como dicen ellos: “LIGHT”. Si no son reprimidos, se autoreprimen, sacan su propias bombas lacrimógenas, construyen sus propios escenarios de represión, estos locos de cuarta generación no tienen remedio.

El masoquismo de estos jóvenes, hoy llamados “JULITOS BLANCOS”, es desproporcionado. No coincido con el presidente Chávez cuando dice: "los hijitos de mamá quieren llamarse estudiantes", no Presidente, dentro de estos grupos hay muchos TROMPETISTAS miserables y herederos de la traición, militantes de BANDERA ROJA, los carne de cañón, los valientes intrépidos que encabezan las marchas con los “JULITOS BLANCOS”, jóvenes de bandera roja que sueñan con su LIGIA ELENA y ser aceptados en una sociedad llena de oligarcas que los mira con desprecio, marionetas de papel que exponen su idiotez en las pequeñas concentraciones de los desfasados.

Por otro lado, una dirigencia opositora de la tercera edad y otra no tan entrada en años, que genera más contaminación intelectual, no soy de los que cree que no tengan proyecto, ¡de bola que sí tienen un proyecto político! pero si lo evocan, nadie los seguiría, quieren regresar al pasado para entregar nuestras riquezas, privatizar la educación, la salud, cero inversión social, un país donde la exclusión sea la conceptualización política, asesinar al pueblo y todo vestigio de la Revolución bolivariana.

Estos hechos para desestabilizar al país que a diario pretenden realizar los “JULITOS BLANCOS”, no pueden subestimarse, la disociación de estos “niños y niñas”, autómatas cerebrales, no tiene cómo medirse, de algo sí estamos claro y es que la violencia genera violencia. El pueblo consciente de Venezuela ve con preocupación como se están violentado sus derechos al libre tránsito, como deben de pasar muchas horas en el tráfico producto de las malcriadeces de estos desadaptados, la paciencia tiene límites, no esperen que el agua rebose el vaso, el pueblo es consciente y paciente, pero dejó de ser pendejo hace muchos años atrás.

Las instituciones del Estado venezolano deben de ser más serias y no permitirle los caprichos a estos desquiciados autómatas, ya no saben a donde ir y entregar los documentos respectivos que les elaboran, la burla con que actúan, hay que frenarla, así como el estúpido discurso de la no violencia en el cual se escudan. Es hora de pasar a la defensiva, si quieren enfrentamientos, habrá que darles el gusto, pero no se puede seguir utilizando a la policía para evitar las confrontaciones. ¡Hasta cuándo se va a permitir el relajo, y ser tan permisivos con estos absurdos “JULITOS BLANCOS”!

En reiteradas oportunidades se ha alertado a las autoridades y al pueblo en general, que no podemos perder de vista las actividades de estos seguidores de las teorías de Gene Sharp, teórico de la resistencia no violenta. Estos “JULITOS BLANCOS”, en todas sus versiones y diferentes manifestaciones, quieren brindar una cara de ingenuidad política, de acoso y de humillaciones por parte de las autoridades venezolanas ante la comunidad escuálida nacional e internacional, de acuerdo a los patrones preestablecidos en la continuación de la guerra sucia que se ha desatado en contra de la Revolución Bolivariana.

La injerencia norteamericana en los asuntos internos de Venezuela se proyecta a través de estos grupos de pseudo estudiantes de las diferentes universidades públicas y sobre todo, privadas, a lo cual hay que darle la respectiva importancia. La lucha debe ser frontal en el campo de las ideas o en el escenario que ellos dispongan, ¡no se pueden permitir más estas guarimbas mediáticas para desestabilizar a la Patria!

No hay nada más excluyente que ser pobre.

Patria, Socialismo o Muerte…

Venceremos.


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