Instalado en su lujoso apartamento en Santa Paula, John Vicente Salvatierra revisa detenidamente en su computadora todos los medios nacionales e internacionales. Va separando cada una de las noticias que critican el proceso revolucionario en Venezuela, y las va bajando a una carpeta que tituló: “Lucha contra el socialismo del Siglo XXI”. A esa carpeta van a parar las noticias, reportajes, reseñas y entrevistas que aparecen en El Mundo, de España, ABC, de Espala, El País, de España, La Vanguardia de España, y El Nacional, El Universal, Ultimas Noticias, Tal Cual, El Nuevo País.
Unas vez que ha repasado lentamente todas las notas que ha seleccionado, se ríe bajito, y se levanta de su sillón Luis XV y va a la cocina. Se acerca a la ventana y observa el paisaje mañanero y se dice. “Está linda la mañana caraqueña, lástima del Presidente que tenemos”. Abre la nevera de dos puertas que le trajeron del Puerto Libre de Punto fijo, Paraguaná, y saca de allí dos naranjas. Abre un gabinete y saca un pan de sanwiche, vuelve a abrir la nevera y saca jamón y queso, se prepara el pan, lo pone a calentar, y toma su cámara profesional y va a la ventana y clic, clic, clic.
Con su jugo de naranja y su sanwiche se acerca nuevamente a la computadora y sonriendo, dice. “Ahora, a llevar la protesta a domicilio”. Empieza a enviar correos con noticias donde se critica fuertemente a la revolución bolivariana. “Esta nota de El País, la envío a este grupo, y este artículo de Luis Fuenmayor lo envío a este grupo para que se arrechen los chavistas marginales esos. Este análisis del ABC acerca de lo malo que marcha este socialismo, lo envío a esta lista, y después que vea las respuestas que me van dando, sigo enviando notas contra este proceso y así gozo todo el día. Y la verdad es que hoy tengo para rato”.
Después, bajó las fotos del paisaje que tomó en la cocina, y las titula: Paisaje sin dictador. Paisaje mesmo. Paisaje expropiado. Las coloca en su carpeta y desde allí las envía a un grupo donde también hay otro fotógrafo que envía fotos, y luego se dice: “Esto es para que el pendejo ese aprenda a tomar fotos y sepa de una vez lo que es un contraluz”.
Cuando terminó de enviar el correo, repicó el celular, John Vicente se levantó, atendió y dijo: “Si, chico, aquí, como siempre, luchando para que este dictador se vaya. Hoy estoy protestando a domicilio. Ya te mando una vaina arrecha, que la puntá de culo que le va a dar a los chavistas es grande. Ya te la envío”.
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