El imperio yanqui, ahora nos amenaza con aplicar la carta democrática, si Venezuela no cumple las ordenes que ellos nos quieren imponer. Y de paso señalan algunas, como lo son: 1) Dejar en libertad al político opositor, miembro de la vieja vanguardia del Opus Dei y burgués capitalista Oswaldo Álvarez Paz y al mafioso empresario Guillermo Zuloaga, y por consiguiente a los demás (Baduel, ex-comisarios asesinos, etc.) los mismos que la oposición llama “presos políticos”. 2) Que Chávez debe aceptar el retorno de los marines a Venezuela. 3) Que nuestro Gobierno debe respetar la libertad de expresión y los derechos humanos. ¿Cuál libertad y cuáles derechos quieren? Acaso se refieren a los extremos del libertinaje. En pocas palabras, quieren que el propio Chávez, eche por tierra la dignidad nacional, eliminando nuestra autodeterminación, quieren someternos otra vez a la dependencia de su imperio.
No hay vuelta atrás, aunque tengamos que ventilar en el ámbito internacional, un conflicto diplomático con el moribundo imperio yanqui, quien a su vez, pretende que la Corte Interamericana nos aplique la Carta Democrática. En virtud a ello, quieren crear circunstancias adversas contra Venezuela, para ejecutar un golpe supra institucional con legalidad internacional que deponga a nuestro Comandante Presidente de la Presidencia de la República. Dada la ineficaz e ineptitud de sus lacayos pitiyanquis, en esa materia de tumbarlo al estilo de Honduras, pero con un escenario internacional. Aunque en lo interno a nivel de gobernadores y alcaldes, están reagrupando a sus adeptos infiltrados en la revolución, llamándolos a formar filas en la oposición, donde si son excelentes, porque ya están aburridos de la revolución y lo que quieren es hacer uso de las riquezas despojadas al pueblo-gobierno.
Como quiera que sea, el gran río revuelto, se le está aclarando el agua sin apaciguarse, porque la corriente revolucionaria sigue con su misma fuerza como en el principio; y quienes creen que ya está llegando a su fin, se equivocan como siempre se han equivocado. La elite opositora, esa crema podrida de la sociedad burguesa y capitalista, no quiere nada bueno para sus seguidores y muchos menos para el pueblo. Secuestraron el pacto diabólico que ellos llaman “mesa de la unidad” y le cerraron la puerta en sus caras a los jóvenes opositores, no quieren ser reemplazados por el cambio de relevo, a esa juventud no les queda otra que, abrir los ojos a tiempo, despertar de verdad, como ha despertado la gran mayoría de la gente pobre. Vengan con nosotros, la verdadera causa socialista y democrática, es el empoderamiento del pueblo y con su clase media. Aquí en nuestra revolución bolivariana, la clase media tiene su propio espacio. Atrévanse a dar pasos firmes con nosotros, rumbo al socialismo del siglo XXI. ¡Patria Socialista o Muerte! ¡Venceremos!
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