Venezuela ha pasado por muchos vericuetos políticos, especialmente aquellos vericuetos que siempre han presentado, personeros de la incapacidad, de la desidia y del desorden.
Hoy estamos ante un Gobierno que representa verdaderamente al pueblo, ¿quien dice que no?,
Déjenme decirles a estos ciudadanos, que se habla de un Gobierno, es decir el Poder Ejecutivo, al mando de su Presidente, que supuestamente controla todos los poderes existentes en la República, ello se ha expuesto en instancias internacionales, por parte de estos que gritan en el vacío sin fundamento alguno.
Me voy a permitir exponerle un punto que expresamente contempla nuestra Constitución y me refiero, en primera instancia a la SOBERANIA.
Esta reside indudablemente en el PUEBLO, no en un grupito que dice lo contrario.
Pues bien, si la SOBERANIA reside en el Pueblo, es ella la que debe, mediante su decisión tomar el rumbo que más le convenga al país.
Se tiene que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, es electo por el Pueblo, es a quien se le dio el voto para que GOBIERNE, no que lo impulsen a GOBERNAR quienes quieren lo contrario a la República. Sus decisiones son maestras y son aquellas que, permiten deducir que ellas, son la extensión decisoria del pueblo, no se puede decir lo contrario.
Por otra parte tenemos a los miembros de la ASAMBLEA NACIONAL, ellos por supuesto son mandantes del pueblo, es decir, que sus actos representan indudablemente al pueblo, quien es el que los está ejerciendo. Fueron elegidos por el Pueblo, representan al pueblo.
Si ellos deciden que fulanito o perencejo, es aquel que va a ocupar el PODER JUDICIAL es entonces fulanito o perencejo, el que va ocupar ese cargo no otro.
Nadie puede contradecir ello, a menos que existan fundados elementos, o requisitos constitucionales, que le impiden a fulano o perencejo ocupar ese cargo.
Si la ASAMBLEA decide que tal o cual es el Fiscal General de la República, entonces, es el pueblo quien irroga ese cargo, a tal o cual.
Y de igual manera sucede con el CONTRALOR GENERAL DE LA REPUBLICA así como el Defensor del Pueblo. En fin esas decisiones fueron tomadas por el pueblo.
Por ello es que, si esa Soberanía impuso que estos ocuparen los puestos de DIPUTADOS, estos son los representantes del pueblo, no otros.
Sus decisiones son válidas y lo que produzca esa ASAMBLEA, es válido y representativo del pueblo.
Ahora bien, dentro de esa ASAMBLEA tenemos que existen varios diputados, que no es que traicionaron al partido de gobierno, sino que de una manera inconsulta se pasan a la oposición, aun estando sus electores, en las filas del partido de gobierno.
En fin traicionaron a los electores que quisieron que esa ASAMBLEA fuere mayoría, como in-initio, lo fue y sigue siendo.
Al parecer un mosquito los picó y los convirtió en sambíes políticos, que caminan hacia adelante, con titubeos y desconcierto provocando, en el ánimo de quienes votaron por ellos, así como en todos los venezolanos, un desconcierto y decepción.
Bueno todo ello es producto de intereses que van y vienen, no precisamente en pro de un beneficio al colectivo o de la República, sino de sus propios intereses, que se apartan, como hemos observado, definitivamente de los intereses del pueblo.
Señores, porque ustedes en vez de tramitar complejos e invisibles expedientes en sus mentes, no se dan a la tarea de mostrar las virtudes y beneficios de sus decires, con respectos a la República. Yo como venezolano, lo que he observado en ustedes, es verdaderamente un caos, no encuentro por ninguna parte, un mensaje lleno de paz, de estímulos, de progreso hacia el pueblo, solo veo la furia de quien no tiene la razón, de quienes están detrás de un antifaz PROVOCANDO o tratando de provocar desaliento, descomposición social, mentiras con objetivos destructores y lo que es más, provocando más descontentos hacia ustedes, por parte de un pueblo que quiere la paz, la tranquilidad y el progreso.
Por último le sugiero al Gobierno, a la Asamblea Nacional y al Poder Electoral, que tomen en cuenta que, una gran cantidad de electores, no asiste el día de la votaciones a los fines de ejercer su voto, provocando una abstención que niega la existencia de nuestra soberanía, y es por ello que siendo el Pueblo, el que ejerce su soberanía y el voto es indudablemente ese ejercicio, debe ser obligatorio el mismo, es decir debe ser un DEBER y UN DERECHO no solo un DERECHO. Para ello hay que incluir en nuestra Constitución, dentro de los deberes del ciudadano, el ejercicio del voto.
Espero que estas reflexiones lleguen a quienes, en definitiva están perturbando el buen orden y hasta la propia SOBERANIA de nuestra República, a ellos mis palabras.
El pueblo en el ejercicio del voto, en Septiembre, barrerá lo poco que le queda a la oposición en los curules y dará seguramente la razón, a quienes hoy gobiernan y dan con su trabajo ejemplo de querer que un país que se dirija, al desarrollo social, económico, científico y político, como se ha venido dirigiendo. Venezuela es SOBERANA y depende de su pueblo y éste le volverá a dar, con su voto, una verdadera y descomunal paliza a la oposición!
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