19-05-14.-Desde su columna dominical en el diario El País, el líder opositor Henry Ramos Allup trató de sacar del lodo a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) luego de las declaraciones que la funcionaria norteamericana Roberta Jacobson hiciera ante el Comité de Relaciones Internacionales del Senado de EE.UU.
A la pregunta del senador republicano, Marco Rubio, sobre por qué miembros de la oposición solicitaron no imponer sanciones por violación a los derechos humanos contra funcionarios del gobierno bolivariano, según Ramos Allup, ella reconoció “porque están participando en el proceso de diálogo”.
El mismo Henry Ramos en su escrito ratificó que Jacobson se refería a la MUD.
En el encuentro, el senador demócrata Robert Menéndez le preguntó si los miembros de la sociedad civil que participan en las negociaciones pidieron aplicación de sanciones, Jacobson concluyó diciendo que no se revelaron nombres por seguridad y que la solicitud de no aplicar sanciones habría sido planteada por personas que participaban en el diálogo y por otras que no participaban en él; cambiando así su declaración anterior.
Ante la evidente jugada de la oposición en el terreno estadounidense, el líder opositor explicó que “las declaraciones de Jacobson fueron difundidas tendenciosamente para perjudicar a los miembros de la MUD”.
De esta forma el pueblo venezolano puede estimar el doble rasero de la actitud opositora. Mientras muestra su cara de aceptación al participar en la mesa de negociación, busca hacerse de los métodos más efectivos de presión al gobierno:
1. Con las desestimadas guarimbas de estudiantes “manitos blancas” que no han dado los resultados deseados.
2. Con la búsqueda de sanciones políticas, incluso, económicas que pretenden ahogar al presidente Maduro para que abandone el poder.
Descubierta la oposición, ahora se lamenta de sus “aliados”. Lo que no nos dice, es que tanto sus intereses como los de la clase capitalista estadounidense tienen particular sintonía al perseguir el mismo objetivo: derrocar el proceso bolivariano y volver al poder.
“La política exterior de grandes países como EE.UU. no tiene corazón sino intereses y varía poco de gobierno a gobierno, incluye utilizar a quien sea y entregarlo atado a sus enemigos”, así concluyó Ramos Allup.
A la pregunta del senador republicano, Marco Rubio, sobre por qué miembros de la oposición solicitaron no imponer sanciones por violación a los derechos humanos contra funcionarios del gobierno bolivariano, según Ramos Allup, ella reconoció “porque están participando en el proceso de diálogo”.
El mismo Henry Ramos en su escrito ratificó que Jacobson se refería a la MUD.
En el encuentro, el senador demócrata Robert Menéndez le preguntó si los miembros de la sociedad civil que participan en las negociaciones pidieron aplicación de sanciones, Jacobson concluyó diciendo que no se revelaron nombres por seguridad y que la solicitud de no aplicar sanciones habría sido planteada por personas que participaban en el diálogo y por otras que no participaban en él; cambiando así su declaración anterior.
Ante la evidente jugada de la oposición en el terreno estadounidense, el líder opositor explicó que “las declaraciones de Jacobson fueron difundidas tendenciosamente para perjudicar a los miembros de la MUD”.
De esta forma el pueblo venezolano puede estimar el doble rasero de la actitud opositora. Mientras muestra su cara de aceptación al participar en la mesa de negociación, busca hacerse de los métodos más efectivos de presión al gobierno:
1. Con las desestimadas guarimbas de estudiantes “manitos blancas” que no han dado los resultados deseados.
2. Con la búsqueda de sanciones políticas, incluso, económicas que pretenden ahogar al presidente Maduro para que abandone el poder.
Descubierta la oposición, ahora se lamenta de sus “aliados”. Lo que no nos dice, es que tanto sus intereses como los de la clase capitalista estadounidense tienen particular sintonía al perseguir el mismo objetivo: derrocar el proceso bolivariano y volver al poder.
“La política exterior de grandes países como EE.UU. no tiene corazón sino intereses y varía poco de gobierno a gobierno, incluye utilizar a quien sea y entregarlo atado a sus enemigos”, así concluyó Ramos Allup.