Los Arcos Mineros/La Faja Petrolífera del Orinoco y de la Sierra de Perijá profundizan la destrucción de la biodiversidad y la diversidad cultural del planeta tierra, en especial de la República Bolivariana de Venezuela, acentuando el cambio climático con el cual el Estado Gobierno está comprometido mundialmente a mitigar; no podemos continuar y potenciar aun más el extractivismo como modelo fallido de salir del denominado subdesarrollo, de la hegemonía y la dependencia estructural de América Latina y el Caribe con los capitales imperiales energético mineros.
El modelo extractivista minero energético ha servido para el enriquecimiento de los dueños de las grandes empresas imperiales que marcan el quehacer de los pueblos y sus gobiernos, imponiendo la flexibilización de sus leyes y la soberanía de las naciones a costa de demandas en tribunales internacionales cuando estos Estados Gobiernos pretenden hacer valer sus constituciones, leyes y costumbres. Sus poderosos bufetes actúan a la par con estrategias basadas en la corrupción, el crimen organizado y las guerras convencionales o de cuarta generación. Esta conducta dual determina su principal modus operandi en la faz de la tierra.
El extractivismo no genera musculo social al país, pues el rentismo minero energético deforma su economía y la sociedad toda al depender su modo y calidad de vida, así como su presupuesto del circuito único mundial del petróleo o da la extracción minera impuesto por los intereses políticos y económicos de los dueños de las empresas y de los capitales mundiales.
Son estos elementos vinculado al extractivismo los que determina la columna vertebrar del cambio climático y el calentamiento de la tierra, la contaminación del aire, así como de las aguas superficiales y subterráneas y la degradación irreversibles de los bosques, del suelo y el subsuelo. Ya los ricos hablan de mudarse del planeta tierra en un futuro no muy lejano.
Los teóricos de la región ya señalan que la principal causa de la gran derrota y debacle de los llamados "Gobiernos Progresistas de América Latina" se debe a que sus presupuestos nacionales, así como el modo y calidad de vida de la población la montaron en los falsos cimientos del extractivismo impuesto por los capitales mundiales energético minero y de la guerra. En verdad el extractivismo lo necesitan por ahora los llamados países desarrollados o del primer mundo para mover su maquinaria mundial industrial y militar, pero la acumulación del capital mundial no se sustenta en la producción de bienes, sino en la industria de la guerra y en los negocios especulativos.
Por esta razón cada día le es más difícil al Gobierno del Presidente Maduro Moro mantenerse en el poder, o el de Evo o Correa; se cierra en América Latina la ola de los denominados "Gobiernos Progresistas de América Latina" para darle cabida en América y el Caribe, y en todos los países del mundo paso al neoliberalismo salvaje, a la muerte y a la guerra, donde todo lo que este sobre la tierra no es más que mercancía y objetivo de guerra.
La conspiración y el golpismo de la MUD y el extractivismo y la corrupción del Gobierno se dan la mano para facilitarle a la derecha mundial tomar el aparato del Estado y sus instituciones. El Gobierno se autodestruye.
Por esta razón el llamado de la Sociedad Homo et Natura de fortalecer los territorios autónomos y la resistencia a través de las distintas manera de organización y lucha.