-
En él se define el punto donde se efectúa la conjunción del espacio de intercambio para la conservación de la Energía humana y de los espacios reproductores de la Materia.
Algunos autores de orientación Marxista han señalado que el problema de la construcción de espacio en la ciudad capitalista, nace de esa estructura económica-política, que legaliza la apropiación de los excedentes, por la clase poseedora de los medios y condiciones de producción, y entre esas condiciones está el espacio. La producción de espacio construido en las formalizaciones sociales capitalistas se realiza para sus clases y el conjunto del espacio es diseñado por la práctica económica que desarrolla el capital monopolista transnacional para su sobreacumulación.
El diseño del espacio urbano que planteamos pretende adquirir la cualidad de operación científica, ajena a las diferenciaciones que le determina el poder económico-político-ideológico y ajustarlo a las necesidades reales de una convivencia social y de una vivencia individual para una vida plena. Y, sobre esto, pretendemos realizar una síntesis teórica de las condiciones de existencia del espacio que "desde afuera" modelan la forma urbana y explican sus características generales.
Para Castells el abordaje de la problemática urbana no es limitarse a la descripción geográfica y empírica del espacio, sino más bien "[…] considerar a la ciudad como la proyección de la sociedad en el espacio". El espacio urbano es un producto social diferenciado, estructurado por elementos, donde ocurren determinados procesos sociales que concretan, según Ziccardi los "[…] determinismos de cada tipo y de cada periodo de la organización social". El énfasis de Castells es el de no confundir la planificación urbana con planes y programas, sino considerar el proceso social que esta práctica encierra, para resolver las contradicciones que dicho proceso genera en el interior de las formaciones sociales donde el modo de producción Capitalista es dominante.
Esto implica asumir que el espacio como construcción social debe tomar en cuenta todos los aspectos de la realidad, sus interconexiones e interrelaciones, estructuras, condicionamientos múltiples e inter-influencias. De allí, la importancia de la precisión del concepto de la ciudad como construcción social y el reconocimiento de que el ser humano se mueve en dos dimensiones de una misma realidad al asumirlo en sociedad como un todo.
En este sentido, Santos, desarrolla un método de análisis del espacio concebido como un factor de la evolución social, como "[…] instancia de la sociedad, al mismo nivel que la instancia económica y la instancia cultural-ideológica […]", continente y contenido de las demás instancias, pues la esencia del espacio es social. Y, como la sociedad está en permanente cambio y sólo se entiende con su perspectiva histórica y en su manifestación espacial, no queda más remedio que pensar geográficamente la historia, concebir históricamente la geografía y asumir el binomio Espacio-Tiempo como una unidad dialéctica.
La ciudad como construcción social es todo aquello que otorga cohesión a un colectivo e identidad a cada uno de sus integrantes, porque facilita la organicidad, establece proyectos de vida y ofrece la estabilidad, la seguridad y la fraternidad. En efecto, las ciudades comunales que proponemos pueden ser los verdaderos territorios de la gente para la socialización, en donde exista el reconocimiento de que el ser humano se mueve en múltiples dimensiones de una misma realidad como un Todo; en que la interdisciplinariedad se abra como una necesidad para satisfacer colectivamente y lleve a cada individuo en particular a concebirse como un elemento de la gran construcción humana de las ciencias sociales y, en particular, de la arquitectura.
Habría que preguntarse si el espacio urbano y el territorial son un bien social por preservar y no la lucha del capital por su localización, tolerándose que la ciudad se deteriore, que se extienda artificialmente y se trastoquen los criterios de prioridades de las acciones a realizarse en ella, por lo cual las mismas dejan de ser reflejo de sus necesidades reales. La planificación del espacio que proponemos, nos permita alcanzar los fundamentos teóricos para la organización del espacio de intercambio para la conservación y la reproducción de la Materia-Energía, por medio de una práctica teórica de producción de conocimientos y soluciones técnicas para una práctica política.
Definimos el espacio urbano como el punto donde se efectúan las reproducciones de la vida humana. En él se produce la organización otra del espacio de intercambio para la conservación y la reproducción de la Materia-Energía, el cual define dos objetivos fundamentales:
1. En primer lugar, cada territorio tiene, en cada momento, un papel propio en el proceso productivo. Este, como es sabido, está formado de la producción propiamente dicha, la circulación, la distribución y el consumo. Y como los circuitos productivos se dan en el espacio de forma desagregada, aunque no desarticulada, la importancia que tiene cada uno de aquellos procesos, en cada momento histórico y para cada caso particular, ayuda a comprender la organización del espacio.
2. En segundo lugar, el proceso histórico sólo adquiere plena significación cuando se concretan por el impulso o desarrollo de las fuerzas productivas y por consiguiente, siguiendo a Marx, el conjunto de relaciones sociales que se estableció, dió lugar a la división del trabajo y, en consecuencia, al intercambio de productos signado por la desigualdad del mismo, rompiendo el equilibrio entre las relaciones entre los seres humanos y de éstos con el espacio, produciendo la acumulación de Materia en grupos sociales minoritarios y la apropiación del espacio del resto de las personas. En consecuencia, la naturaleza es convertida en recurso económico y el ser humano es transformado en recurso productivo, es decir, la naturaleza y el ser humano son transformados en mercancías cuya principal cualidad es la de poseer valor de cambio.
Como hemos señalado, el proceso productivo está formado por la producción propiamente dicha, la distribución, la circulación y el consumo. La importancia que tiene cada uno de esos procesos, en cada momento histórico y para cada caso particular, ayuda a comprender la organización de los elementos y las relaciones del espacio urbano. La apropiación del espacio, medio productivo generador de la Materia, es particularmente importante para el modo de producción capitalista, cuando el producto y/o la Energía que lo realiza es requerido por las clases dominantes en un espacio definido, proporcionando a las clases dominadas las condiciones para la reproducción de la Energía que quieren utilizar.
El espacio urbano será la conjunción del espacio de intercambio para la conservación de la vida de la especie humana y de los espacios reproductores, pues, se trata de la necesidad de reestructurar el problema urbano a través de una nueva arquitectura, de modo que todos los seres humanos posean un espacio de intercambio correspondiente para la conservación y la reproducción de la Energía humana. La reproducción de la Energía demanda entre otras condiciones, el espacio para comer, el espacio para descansar, para su reproducción actual; el espacio para procrear, para su reproducción futura. Ese espacio es la Habitación. En otra palabra, de arquitectura. Aparecen, entonces, los seres humanos sin espacio quienes obtuvieron sólo la Materia estrictamente necesaria para la reproducción de su Energía y fueron privados del espacio para la conservación y reproducción de su Energía.
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento… ¡