Es impresionante el desparpajo de alguna gente que dice estar con el proceso y al mismo tiempo apoya prácticas, no sólo cuarto-republicanas sino reñidas contra todo sentido común y principios humanistas. No conozco a quien salió a defender a Policaracas en esta misma página de opinión, frente a la valiente denuncia que hiciera Hindú Anderi pero es vergonzoso aunque no extraño que haya quien justifique el abuso policial a los buhoneros que a más de un político (como Ledesma) lo marcara para toda la vida. ¿Será que ello son ciudadanos de segunda clase?
Pero además, preocupante también en momentos en que se está construyendo una policía nacional con el objetivo precisamente de desmontar esas viejas estructuras con vicios que reflejan una dinámica interna cómplice, autoritaria y corrupta. Pido, valiéndome de los derechos que me da la constitución de participación directa y protagónica, a las autoridades competentes que investiguen este caso pues hay una luz roja que se prende para mostrarnos que algún organismo del estado tiene fiebre y muy alta.
Por cierto, me he enterado que a los aspirantes a quedar definitivamente en la Policía Nacional le están pasando pruebas diagnósticas e impartiendo talleres inspirados en programas elaborados y procesados en la Universidad de Harvard lo cual en si mismo no es bueno ni malo pero al hacerlo en una entidad tan importante en el orden táctico y estratégico, se desconoce que estos han sido creados bajo conceptos individualistas y códigos de comportamiento super estudiados por los gobiernos intervencionistas de los EEUU, que determinan conductas, valores que se contradicen con la sociedad socialista que decimos estamos construyendo. Además obviamente se filtra información valiosa sobre ese nuevo cuerpo de seguridad del estado que pretende superar la mentalidad vasalla y sumisa tradicional de la IV frente a las directrices del Norte.
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