La cultura determina la conducta. Celebro comprobar qué tanto es así; es que la cultura venezolana escala posiciones buscando su lugar; lugar del que nunca ha debido bajar pero que, adecos y copeyanos se encargaron de vender al gringo.
Supongo que el diputado Miguel Ángel Rodríguez, rezón-rezón, no razón- de la difunta RCTV y presunto representante de la cultura escuálida, en la Asamblea Popular-AN- ha debido rumiar su odio, su malestar de ver a Cristóbal Jiménez, en vez de a un artista gringo.
El que pierde su identidad pierde su autonomía; no nos equivoquemos, hagamos reafirmación de nuestra identidad, ese es el camino, la cultura genuina tiene mucho que hacer ahora y siempre, en la reafirmación de lo que somos y de lo que hemos de ser.
A la par que a Eneas Perdomo, es bueno recordar que se le deben homenajes al “Carrao de Palmarito” y a muchos otros cultores de nuestra identidad.
La identidad es esencial porque nos define, no es un traje, es la esencia; sin identidad dejamos de ser. La revolución busca reafirmar la identidad sin distorsión.
Celebro que Chávez haya dispuesto
ese evento tan bonito que nos llegó
al tuétano y, en especial con Cristóbal, que canta tan bueno, para
rendir tributo al compatriota Eneas Perdomo, por siempre, como reafirmación
de la identidad venezolana.