El poder popular conjuntamente con las autoridades del Gobierno Nacional, Regional, Municipal y Parroquial de nuestra revolución bolivariana, antimperialista, socialista y chavista, deben sin más dilataciones inútiles, construir de una vez por todas, las comunas en el territorio nacional. No podemos seguir perdiendo tiempo, en esperar el mejor momento o esperar primero que el Gobernador tal, arranque con las comunas y veamos como le va. Creo que el ensayo si a eso vamos, debe ser uniforme a nivel nacional, en igualdad de socialismo comunal, si cabe la expresión.
El país reclama, la construcción urgente de comunas, seguridad inteligente, es decir, que no sea una seguridad brutal y represiva, donde el norte era “disparar primero y averiguar después”. Aunándole también la proliferación de medios alternativos y comunitarios, entrelazados con el Gobierno Nacional a través del Ministerio del Poder Popular de Comunicaciones e Información, del Ministerio de Las Comunas, del Ministerio de la Secretaria de la Presidencia, del Ministerio del Interior y Justicia, entre otros.
Es decir, tanto el gobierno como todo el poder popular organizado, incluyendo las diversas formas asociativas comunitarias, consejos comunales y comunas, se articulen entre sí y a su vez con el Gobierno en los diferentes niveles dentro del marco legal y desarrollen todos los dispositivos legales contemplados en las Leyes Especiales de la Economía Popular. Los objetivos son algo difíciles de obtener a lo inmediato, requiere ir quemando etapas, abriendo y cerrando ciclos, las cosas no se pueden conseguir de la noche a la mañana, todas tienen una causa y un efecto. Todo a su debido tiempo, y llegó el tiempo de la construcción.
Miren la comparación de los místicos respecto a la vida, ellos sostienen que la vida se divide en ciclos de 7 años cada uno, por lógica la duración de un Presidente frente a su nación, debería durar periodos de 7 años, claro con el libre mandato popular de referéndum revocatorio a mitad del periodo. Colectiva o individualmente esa ley del karma, ya sea positiva o negativa, influye directamente en todos y cada uno de los habitantes de una comunidad, un municipio, un estado o de la nación entera. Ustedes no se han preguntado, ¿por qué hay regiones, que se niegan a morir, pero que nunca les llega un aire de progreso? Porque en el pasado, algún acontecimiento conmocionó a ese sector, y paralizó lo que en mística llamamos la “evolución”.
Mediten sobre la población denominada Tocoron del Municipio Zamora del estado Aragua. Ningún gobierno le ha metido la mano como debe ser, sólo le aplican pañitos calientes. La raíz del problema viene del latifundismo colonial, tal vez. Donde los latifundistas se adueñaron de grandes extensiones de terreno y los campesinos que trabajaban esas tierras, se marginaron a la orilla, en ese rincón que hoy es tocoron. No hay ningún gobierno que se atreva a atravesar esa población de punta a punta con la construcción de una avenida que bien podrían llamar Ezequiel Zamora y cambiarle el nombre de Tocoron, por Negra Matea o Negro Primero.
Abóquense a sus habitantes, anteriormente habían unidades móviles de aprendizajes del ince ahora inces, lleven unas 6 unidades de esas a tocoron, capaciten a todos incluyendo a los jóvenes y adolescentes. Por otro lado, expropien ese latifundio y entréguenselos a esa población transformada en una gran comuna y que se dediquen a la agricultura bien organizada, donde el gobierno tenga el 50% de participación. Recuerden que nuestra revolución bolivariana, socialista, antimperialista y chavista está en la etapa de construcción, no solo en lo político, sino también en lo social, lo económico, lo cultural, lo educativo, lo recreativo y turístico, y sobre todo en lo agro industrial, para procurar la independencia agrícola o soberanía agroalimentaria.
Recomiendo a los consejos comunales, frentes sociales, comunas en construcción, etc. buscar en el internet el libro Métodos de Trabajo y Organización Popular, ideal para formadores de formadores de las comunas a través de los comités de trabajos de los consejos comunales.
Ah por último, quiero darle un voto de confianza al camarada Juan Carlos Luna, a quien la semana pasada, le jugué una broma pesada. No es que yo sea un irresponsable o un faltón (como suelen decir en el argot castrense) por haberlo llamado “jalabolas”, porque los que piensan así hacia mí, pensaron igualmente así, cuando nuestro Presidente llamó “jalabolas al majunche”. Aunque las circunstancias políticas no son las mismas, la condición humana sí lo es, y sobre esta no hubo atropello alguno en ninguno de los dos casos, me expliqué. Además me pregunto ¿Dónde queda entonces, esa expresión netamente revolucionaria, que consiste en que todos los chavistas debemos ser irreverentes en la discusión y pero obedientes en la decisión? Hasta la próxima entrega.
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