El peor candidato es aquel que aunque “pudiera” alcanzar el triunfo en las elecciones del 8D, garantiza también la derrota de la Revolución a largo plazo.
El peor candidato es aquel que entre todas las opciones posibles que existían goza de menos preferencia entre los electores de la Revolución.
El peor candidato es aquel que aunque esté optando a repetir en el cargo ya demostró, en su primera gestión, que no tiene capacidad como gobernante local, aunque cuente con “padrinos” en el Partido que lo amparen y lo promuevan.
El peor candidato es aquel que ha sido postulado causando la extrañeza de los y las que apuestan a que el legado de Chávez se mantenga.
El peor candidato es aquel que la militancia revolucionaria mayoritaria no está segura si es preferible que gane él o que gane el candidato opositor.
El peor candidato es aquel que de no haber sido nombrado ya estaría en la acera del frente postulándose como opción alterna.
El peor candidato es aquel que si se hubiesen realizado elecciones de militancia de base habría resultado en el último lugar entre los postulados.
El peor candidato es aquel que si Chávez estuviese vivo no tendría ninguna opción de ser considerado candidato de la Revolución.
El peor candidato es aquel que también podría ser candidato postulado por la derecha como representante de la oposición.
El peor candidato es aquel que todos los revolucionarios aspiran que pierda en la elección, porque en ese caso “la Revolución perdiendo gana”.
El peor candidato es aquel que lo único que tiene es compadres y comadres en el Partido que le aseguraron su designación.
El peor candidato es aquel que promoverá la abstención y el rechazo de los militantes y conducirá a la derrota electoral del Partido.
El peor candidato es aquel que ya ha demostrado suficientemente a sus electores que será un gobernante incapaz y que todos, menos quienes lo designaron, saben que nadie de la Revolución lo votará.
El peor candidato es aquel que desde siempre tuvo garantizada la designación como candidato porque de lo que siempre se ha ocupado es de asegurarse el favor del Partido.
El peor candidato es aquel que los militantes de la Revolución no votaran porque si aprendieron del Comandante Chávez a no seguir siendo pendejos y no hacerle el juego a la contrarrevolución y a los enemigos del pueblo.
P.D: nos referimos a peor candidato, pero vale también para la peor candidata, atendiendo con ello a la equidad de género en la política, aunque el Partido, al momento de las designaciones, haya obviado esto también.
Carlos Luna