Tal como lo sintetizó el embajador Roy Chaderton, el MNOAL le entregó a Venezuela un presidente Nicolás Maduro más fortalecido y el Presidente Maduro, fortalecido, le entregó a la Comunidad Internacional una Venezuela fortalecida.
Una Venezuela, digo yo, comprometida a trabajar para que este Movimiento encuentre la manera de abordar “de forma decidida los retos que se plantean en materia de paz, desarrollo social y económico, los derechos humanos y la cooperación internacional”
Mas esta tarea es imposible de realizar sin apoyo popular. Sólo los pueblos en su sentido más amplio pueden lograr que los países integrantes del MNOAL, de los cuales son la esencia, alcancen los objetivos que se han venido planteando desde hace años o que, por lo contrario, se reconozcan incapaces de causar “un impacto significativo en la dinámica de las relaciones internacionales”
El poder popular venezolano tiene que promover un trato claro y permanente entre los movimientos populares de los países del MNOAL para que asuman el tema “Paz, soberanía y solidaridad para el Desarrollo”, norte del MNOAL los próximos años. Debatan y clarifiquen en conjunto el alcance de los conceptos subyacentes tras el ambiguo lenguaje internacional occidental e identifiquen, desde su diversidad, elementos mínimos comunes a cualquier modelo de desarrollo o de organización social verdaderamente compatible con la Paz, la soberanía y la solidaridad.
Los pueblos deben explicitar por qué después de tantas Cumbres siguen imperando la inequidad internacional, el racismo y toda clase de discriminaciones; sigue existiendo la OTAN; se han multiplicado y expandido las bases militares; y las potencias continúan utilizando la guerra, no la diplomacia, para resolver conflictos, provocados en su mayoría.
Ante la afirmación de que “son los países en desarrollo los que sufren más intensamente del desconocimiento del derecho internacional, de invasiones, de los despojos de la guerra y de los conflictos armados motivados fundamentalmente por los intereses geopolíticos de los grandes centros de poder, así como de los prolongados conflictos heredados del colonialismo y el neocolonialismo” los pueblos deben exigir a los gobiernos que en la próxima Cumbre del MNOAL denuncien y enfrenten con firmeza a esos centros de poder y las estructuras internacionales que los sostienen. Que trabajan desde ahora mismo para que la Asamblea General ONU no sea tímidamente “más” democrática, sino democrática de un todo.
En síntesis el poder popular debe aprovechar la presidencia de Venezuela para fortalecer la efectividad del MNOAL y de ser necesario, celebrar en paralelo a la próxima Cumbre un encuentro de Movimientos Populares No Alineados para multiplicar y acompasar internacionalmente las voces antimperialistas de distintas partes del mundo.