Todos fuimos, somos, podríamos ser execrados por alguna imaginaria pertenencia étnica o alguna verídica adscripción cultural o política y seleccionados por ella para el gueto, el campo de exterminio, el Holocausto.
Todos fuimos, somos, podríamos ser vejados en nuestra propia tierra, discriminados en nuestra cuna, heridos constantemente por la mirada, la pedrada, el culatazo, el escupitajo de quienes se creen superiores por ser distintos y distintos por ser bestiales.
Todos fuimos, somos, podríamos ser expulsados de nuestro país y reducidos a hileras de pasos que deambulan de uno a otro campo de refugiados sin más horizonte que el alambre de púas.
Todos fuimos, somos, podríamos ser el hambre sin pan, la sed sin agua, la intemperie sin paisaje, la memoria sin recuerdos, la enfermedad sin medicina, la herida sin venda, la quemadura sin analgésico, la amputación sin anestésico, el dolor sin justicia, la muerte sin sentido.
Todos fuimos, somos, podríamos ser víctimas de la limpieza étnica, de los bombardeos contra la población civil, de las bombas de racimo, de la fosa común, de las guerras relámpago que oponen nuestra carne a los carros blindados y nuestros ojos a la invasión de la muerte.
Todos fuimos, somos, podríamos ser los huérfanos, los deudos, los sobrevivientes, los solitarios, los acorralados, sin más compañía que el recuerdo, sin más familia que la lágrima ni más hijo que el alarido ni más hermandad que el desvelo.
Todos somos, podríamos ser, fuimos, los amedrentados por el alarido de las sirenas y el anonimato de las maquinarias de la guerra, los soldados desconocidos, las bajas estimadas, los cuerpos contados o las tumbas sin nombres.
Todos somos, podríamos ser, fuimos, Noche y Niebla, pero también Plomo Fundido.
Todos fuimos, podríamos ser, somos, los culpables de vivir, los ejecutados por el crimen de tener razón, los muertos en aras del espacio vital, los sentenciados por los dividendos, los condenados en las rebatiñas por la energía fósil, los degollados en nombre del Dios del Amor, los satanizados por lo medios, los agredidos representados como agresores, los borrados por el eufemismo, los daños colaterales, los desechables, los prescindibles.
Todos fuimos, somos, podríamos ser los monstruos que ejecutan las atrocidades o que dicen vengar atrocidades cometiéndolas contra inocentes o las consagran con la indiferencia, la inactividad, la pasividad, la complicidad, el silencio.
Luis Brito García
Roberto Hernández Montoya
Vladimir Acosta
Adriana Oviedo
Héctor Soto
Héctor Garzón
Gabriela Colombano
Sergio Galmarello, Argentina
Luis Vignolo, Uruguay
Maryann Hanson
Luis Fuenmayor Toro
Juan Francisco Rojas Penso
Tulio Monsalve
J. W. J. de Wekker
Carola Chávez
Roberto Malaver
María Elena González B.
Xavier Padilla
Sonia Encina Atencio
Verónica Oropeza
Omar Alejandro Sánchez
Luis Enrique Millán
Domingo Schiavoni, Argentina
Irupé Carvajales Bresque, Canadá
Agustín Larnaudie Lassabe, Canadá
Adriana Riss, Argentina
Euglis Guerra
Rafael Gustavo González Pérez
Marisol Calvo
María Linares Benítez
Sergio Radaelli
Onías Gustavo Sánchez Barrios
Mercedes Aguila
Orlando Yajure
Yolanda Delgado
Cristina Castello, París-Buenos Aires
Hiram Moran O.
Jhonny Picone
Eleazar León
Rodrigo Rojas
Neida Atencio Castellano
César Solórzano
Doviana León Beiner
Orlando Acosta
Federico Ruiz Tirado
Iruani Luna
Juan David Ruiz
Johanna Silguero
Roberto Perdia
Reinaldo Rojas
Diego Silva Silva
Carlos Jiménez Chapas
Anselvi Rada
Fabián Chacón López
Julián José Sivira
Antonio Hurtado
José Francisco Yépez
Carlos A. Carcavallo
Omar Muñoz R.
Raimundo Kabchi
Néstor Francia
Manuel Vadell
Elías Eljuri
Antonio J. González Plessmann
Mauricio Sánchez
Mercedes Chacín
Marino Alvarado
Nydia M. Rangel Cárdenas
Antonio Gonçalves
Miguel Oviedo
Marianela Galli Argentina
Mariadela Villanueva
Eny Ramírez
Omar Muñoz R.
Gustavo Enrique Lopez-Medina
Leonel Castillo
Raúl Cubas
Omar Acosta
Angeles Diez, España
Galvarino Riveros Escobar
Omar Nabil Nasser
José Luis Perisse
Juan Eduardo Romero Jiménez
Marcelo J. Alfonzo Rosas
Adelaida Crespo Armas
Juan Carlos Nieves Matinella
Ramón Casanova
Augusto Hernández
Rosa Elena Martínez García
Octavio Sisco Ricciardi
Mauricio Sánchez Díaz
Amaylin Riveros
Aureliano Méndez
Judith Salgado Álvarez, Ecuador
María E Iragorry M
Christian Vivas
Cristina Strédel
Amina Duaz
Alberto Aranguibe
María Soledad Debrot
Iraida Vargas Arenas
Mario Sanoja Obediente
Víctor Febres
Raimundo Kabchi
Antonio Machuca
Lelis Páez
Isaías Rodríguez
Johny Balza
Óscar Hernández
Ahraf Amer
Hindu Anderi
Ahmed Azeddine, Dinamarca
William Navea
Franklin Albarrán
Martha Lia Grajales Pineda, Colombia
Rodrigo Cabezas
Vladimir Lazo García
Francisco Javier Delgado Rosales
Eric Omaña
Roberto López Sánchez
Mariadela Linares
Néstor Caballero
Livio Quiroz
Antón Arrufat, Cuba
Marianela Acuña
Maria Ortigoza de Acuña
Miguel Angel Contreras Natera
Ricardo Dorado Cano-Manuel
Xiomara Ramírez
Luz Maribel Viña
Gabriel Braguinsky, Argentina
Oscar Noya
Eleanor D'León Fermín
Carlos Zambrano Cordova
Mariadela Villanueva
Rodolfo Santana
Maryclen Stelling
Osvaldo M. Tangir, Argentina
Cecilia Madrazo, Argentina
Pedro Corros
Belkis Rodríguez
Lucio Aranguren
Manuel Lenin Velásquez
Edwin Aguirre Morales
Oscar A. López
Maranto Borjas
Pablo Boetsch, Argentina
Daniel Betti Argentina
Luisana Hernández Melo
Kristina Dugnas Sulcas
Carlos Noguera
Marisela Guevara
Miguel Márquez
Pedro Pérez
Alejandro Silva
Rosa Fernández
Édgar Páez
Luis Felipe Bellorín
José Jesús Villa Pelayo
Salah Ahmine, Nicaragua
Yury Weky
Leonardo A Colmenárez
Ramón Castillo
Mónica Chalbaud
Ada Quesada
Asia Villegas Poljak
Dalia Correa Guía
Margery Parra
Rosario Quiroga
Manuel E. Carrero
Nelly Prigorian