Desayuno Americano

A confesión de parte, relevo de pruebas. Perogrullada en acción, pero es que no hay de otra como dice mi compadre Julio. Escuchar al “mentador de la oposición” que él se desayuna con quien le da la gana, no tiene precio.

Pero no es con quien le da la gana, es con sus amos y no es a comer, es a agarrar datos y dólares de sus jefecitos embajadores. “Mirra Albertou, you must to do this…” Y el conde del palangre dirá, justo antes de darle un mordisco a una reina pepiada: ¡Yes, sir!

Lo que pasa es que Mr. Mentadas, tiene que tirarse al ruedo él mismo, porque tal como les dije, se les quemó Porky antes de tiempo. Por eso sale brabucón, declarando ante Antonetti (allí no había más nadie) que él si se zampa su “american breakfast”. Y el otro, so excited.

Desesperación ante el triunfo contundente del SI en la hermana República de Bolivia, que ahora los pone a correr como los tres chiflados, saliendo por una puerta y entrando por otra, en pos de un reducto para contrarrestar la pela que se les avecina, con más fechorías. De nuevo no les queda si no jugar a la descalificación de las instituciones, a la abstención y amedrentar a los pendejos con bolas y rumores.

¡Qué vaina, Alberto Federico! Tienes que salir tu mismo a hacer el mandado, porque los “Mc estudiantes” resultaron patarucos, no tienen con qué. Sin embargo sigues con tus mentiras; a ti te invitan a desayunar no porque seas chévere, es que te llaman cuando ellos están desayunando para impartirte instrucciones, como un amanuense. “Me haces esto así y asao y…cómete algo.

A pesar de todo, puedo imaginarme cómo sería un “breakfast” entre esos yanquis y tú, pitiyanqui. Algo así como el cuento de los cochinos que estaban en un restaurant ¿Te acuerdas? Uno pidió su plato sin cebolla para evitar el mal aliento. Veamos. Con respecto a los embajadores de Cuba e Irán, pues ciertamente tú jamás desayunarías con ellos. Pero ¿quién te dijo que ellos quieren desayunar contigo? Ellos no comen lo mismo que tu.

Entra Alberto Federico muy ufano y con hambre al jardín de la embassy. Desde allí lo divisa el embajador y con una mueca les dice a los comensales:

-Vamos a ver que shit nos trae hoy este donkey.

-Jelou, mister ¿Cómo están todos? Tengo un hambre que me…

-¡Primero, talk to me sobre las acciones de los estudiantes! ¿Qué carajou is hapennig?

- Bueno…las cosas no salieron bien, jefe. Nos agarraron un camión con todo y el “maraco” se rajó. Ricardito se volvió loco diciendo pistoladas en la Fiscalía, se parecía al cochino ese de las comiquitas.

-Vas a tener que hacer las cosas yourself. I don´t see results para detener esta fucking enmienda.

-¡Yes, we can, jefe! Pero mire, mientras hablamos déjeme decirle al mesonero que me traiga algo…

O.K. Pero is up to you que ésta vaina funcione, mother fucker.

- A pues, jefe. Está bien que me miente la madre, pero dígale al mesonero que me prepare una tortillita. El embajador le hace un gesto al mesonero y éste pregunta medio fastidiado:

-¿Cómo la quiere?

-Sin cebolla, panita y con bastante palangre.


pladel@cantv.net


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Plácido R. Delgado


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