Debemos reconocer, los hechos nos autorizan, que el tratamiento dado al problema de la inseguridad ha fracasado, hay fallas graves en la formación moral que se deben estudiar, adelantaremos que es el egoísmo que emana del capitalismo la base psíquica de la delincuencia. Este hecho abona a la solución represiva, a la violencia sin humanismo, que dicho sea no ha dado resultado en ningún país, a la larga se instala una relación con la vida y la muerte que resulta más dañina.