Aportes para el debate: Líneas estratégicas de acción política. Enero 2011-Diciembre 2012:

De la cultura política capitalista a la militancia socialista

      Toda revolución, si es autentica, es necesariamente, una revolución cultural. La revolución cultural es una ley sociológica general del período de transición del capitalismo al socialismo, cuyo desarrollo depende de condiciones concretas, socios económicos, históricos y nacionales, que transcurre de distintas maneras en diferentes lugares; esto tiene que ver con sus ritmos y métodos así como los problemas que tiene que resolver uno u otro país.

        Por ser  la construcción del socialismo un proceso integral, para desarrollar la revolución cultural debemos tener en cuenta los factores objetivos y subjetivos presentes en todo proceso revolucionario. En este sentido, es importante internalizar algunos conceptos y sus manifestaciones concretas en determinada sociedad, muy especialmente la venezolana; unos de esos conceptos es el Base y Superestructura ya que a partir de ellos se expresa la relación que existe entre un régimen económico dado y las ideas e instituciones  que le son característicos.

       Según Marx, la Base o estructura económica está formada por el conjunto de relaciones de producción, es decir, comprende aquellas relaciones económicas que se establecen entre los humanos en el proceso de producción material: formas de propiedad sobre los medios de producción, relaciones económicas entre clases sociales, formas de distribución e intercambio, que dependen de las formas de propiedad citadas. La Superestructura es la que se levanta sobre la base o estructura económica y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. Por lo tanto, se puede afirmar: al conjunto de las relaciones de producción existentes en un momento y lugar determinados (Base), corresponden determinadas ideas e instituciones (Superestructura).Forma parte de la superestructura: el Estado con su ejército, tribunales, cuerpos legislativos, partidos políticos y las ideas que lo sustentan, la iglesia y sus ideas, prensa, radio, tv, teatro entre otros y así como el resto de las formas ideológicas.

         Es así, como a través del desarrollo histórico, han surgido diversos tipos de Base económica: primitiva, esclavista, feudal, capitalista y socialista; esta base origina ideas e instituciones que la justifican, fortalecen y consolidan. Es así como por ejemplo en una sociedad esclavista, el aparato del Estado  es defensor de la esclavitud, se halla al servicio de las clases dominantes, poseedoras de los medios de producción: El ejercito, tribunales, y demás instituciones asumen la responsabilidad de salvaguardar la base económica esclavista, justificando y apoyando la explotación, aplastando rebeldía de esclavos y de cuantos luchan contra el régimen imperante. Así sucede igualmente en todas las sociedades de clases antagónicas: en la sociedad feudal la superestructura está a favor del amo, del señor, en el capitalismo en función del capitalista, del burgués.

    Entonces, podemos decir  “dime cual es la base y te diré cual es la superestructura”; al cambiar la base debe cambiar necesariamente la superestructura, cada fase del desarrollo de la humanidad tiene sus ideas e instituciones y ambas se transforman cada vez que el régimen económico da paso a otro.

   Sin embargo, cuando se afirma que el desarrollo de ideas e instituciones (político, jurídico, filosófico, religioso, artístico, etc.) se fundamenta en el económico, debemos subrayar lo que Engels nos dice: “No se trata de que únicamente la situación económica sea la causa, de que solo ella sea activa y todo lo demás sea, exclusivamente una consecuencia pasiva; No; se trata de una interacción sobre la base de una necesidad económica que, en última instancia, siempre se abre camino”

Se refería Engels al papel activo de la Superestructura, es en las formas ideológicas-políticas,  jurídicas, filosóficas, artísticas, religiosas-donde las personas reconocen las contradicciones de la vida económica y luchan por resolverlas. El papel de estas formas ideológicas (Superestructura) no es en modo alguno pasivo, sino plenamente activo, es así como la Superestructura puede un jugar un papel transformador, revolucionario. Es allí la importancia del factor subjetivo, de la conciencia, de la ideología, más cuando se trata de construir el socialismo.  Es así como entra en escena la suprema importancia de la Educación y de la Cultura: Fidel nos los ilustra: “con la cultura debemos aspirar, lo mismo que en la técnica ,a la meta de que toda la sociedad sea culta, de que toda la sociedad sea creadora en el orden cultural; que sea capaz de comprender, de valorar y disfrutar todas las manifestaciones de cultura…cuando ponemos énfasis en actividades que se refieren a la producción de bienes materiales no despreciamos , ni subestimamos las manifestaciones espirituales del hombre, simplemente cumplo con el deber de recordar que  deber de todos es hoy impulsar el desarrollo económico y material de la sociedad para poder ir, en la misma medida, impulsando el desarrollo espiritual, el desarrollo cultural, el desarrollo integral de cada ciudadano dentro de la sociedad” .

            Es allí el camino a seguir por la Revolución Cultural, para transitar del capitalismo al Socialismo

Génesis de la cultura y el modo de vida capitalista

Para cambiar de la cultura capitalista a la cultura socialista, es importante conocer y analizar  los antecedentes históricos de la formación capitalista en general y en Venezuela en particular.

   Los problemas que aquejan a nuestra sociedad venezolana han sido calificados como un efecto del subdesarrollo, entendido este como el atraso estructural que tienen nuestros países con respecto al llamado primer mundo ocasionado por la dependencia social, cultural, económica y tecnológica que se origino desde la misma invasión europea. Recordemos que el nacimiento y expansión del naciente capitalismo mercantil en Europa a partir del siglo XII  que  disolvió el modo de producción feudal hacia el siglo XIV ,abrió la vía para el desarrollo de la economía burguesa urbana, centrada en la producción artesanal de bienes de consumo y en el uso del dinero para la transacciones comerciales; esta dinámica del capitalismo naciente en Europa tuvo gran repercusión  en nuestras tierras a partir del XV-XVI (Colon y su empresa conquistadora y colonizadora) ya que aquel desarrollo dependió de la invasión, saqueo y genocidio de nuestros pueblos originarios.Los conquistadores habían venido a doblegar, sustraer y llevar  los frutos de la conquista y esclavización: saqueos, el botín, los despojos materiales , el trabajo forzado, constituyan expresiones violentas de acumulación originaria, formas primitivas de extracción de capital  en aquel sistema caracterizado  por las expoliación y devastación  de recursos y fuerzas productivas; los indios, agredidos constantemente y sometidos al comienzo a relaciones de producción esclavistas, constituían la fuerza productiva peor utilizada en aquella estructura social que se torno luego económicamente subalterna.

Junto a todo esto vino aparejado la Invasión cultural: con la conquista española del territorio venezolano se impuso a  la cultura  y al modo de producción indígenas una superestructura política y administrativa  trasplantada desde la Metrópoli para regir la vida económica y social de la Colonia conforme a la necesidad de expansión mercantilista que caracterizó al capitalismo incipiente del siglo XVI , la presencia española en el territorio que era propiedad de las etnias indígenas venezolanas , no se hizo en un vacio social y cultural sino, por el contrario, apropiándose de sus territorios al mismo tiempo que de todos sus conocimientos y experiencias milenarias que habían hecho posible la vida social organizada de las comunidades humanas aborígenes ; fue gracias a ello que pudieron los españoles construir una base de poder, para lograr posteriormente dominar y controlar las comunidades aborígenes y transformarlas en una clase social dominada o subordinada. La nación venezolana, como proceso histórico, tiene sus raíces en las comunidades arcaicas que habitaron y desarrollaron su actual territorio antes de 1500 dc.

      En este marco, uno de los objetivos del naciente capitalismo mercantil trasplantado a las colonias, además de suprimir valores y costumbres culturales ya mencionados, fue la instauración de una nueva cultura basada en la posesión, consumo y disfrute de los bienes materiales como símbolos de progreso social. Llega así para quedarse y muy campante la Cultura de la Dominación, propia de todo sistema opresor.

       Ahora bien, es importante destacar que esta Cultura de la  Dominación ha tenido históricamente sus características y particularidades en la realidad venezolana, durante la aparición ,desarrollo y vigencia  histórica del feudalismo y el capitalismo en nuestras tierras; en esta oportunidad nos ahorraremos entrar en detalles en  algunos aspectos  para adelantar otros  que contribuyan a cumplir el objetivo de este escrito: aportes para el debate, pasar de la cultura política capitalista a la militancia socialista, a la cultura socialista.

     Ahora bien, abordemos un poco lo de la invasión cultural como base de la dominación, a tal efecto es clave resaltar en las próximas líneas, el contenido de la obra más notable de Paulo Freire, La Pedagogía del Oprimido:

       La invasión cultural sirvió y sirve a la conquista. Por ser antidialógica, ignora las potencialidades del ser que condiciona, la invasión cultural consiste en la penetración que hacen los invasores  en el contexto cultural de los invadidos, imponiendo a estos su visión del mundo, en la misma medida en que frenan su creatividad, inhibiendo su expansión. Es indiscutiblemente enajenante, realizada discreta o abiertamente, es siempre una violencia al ser de la cultura invadida, que  se ve amenazada o definitivamente pierde su originalidad .La invasión es una forma de dominar económica  y culturalmente al invadido, invasión que realiza una sociedad matriz, metropolitana sobre una sociedad dependiente; o invasión implícita en la dominación de una clase sobre otra en la misma sociedad.

    Una condición básica para el éxito de la invasión cultural radica en que los invadidos se convenzan de su inferioridad intrínseca, que los invadidos reconozcan la “superioridad” de los invasores; los valores de estos pasan a ser la pauta de los invadidos. Cuando más se acentúa la invasión, alienando el ser de la cultura de los invadidos, mayor es el deseo de estos por parecerse a aquellos: andar como aquellos, vestir a su manera, hablar a su modo, pensar como ellos, etc.

   Unido a esto, en la medida en que una estructura social se denota como estructura rígida, de carácter dominador, las instituciones formadoras que en ella se constituyen estarán, necesariamente, marcadas por su clima, trasladando sus mitos y orientando su acción  en el estilo propio de la estructura: los hogares y las escuelas primarias, medias y universitarias no escapan a las influencias de las condiciones estructurales objetivas. Funcionan, en gran medida, en las estructuras dominadoras como agencias formadoras  de futuros invasores.

  En esas sociedades, gobernadas por intereses de  grupos, clases y naciones dominantes uno de los aspectos claves para su superación es asumir la educación como practica de la libertad, lo cual necesariamente postula una pedagogía del oprimido. No pedagogía para él, sino de él, los caminos de la liberación son los del mismo oprimido que se libera: el no es cosa que se rescata sino sujeto que se debe autoconfigurar responsablemente.

      La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista liberadora, tendrá pues dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van descubriendo el mundo de la opresión  y se van comprometiendo en la praxis, con su transformación y el segundo, en que una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres  y mujeres en proceso de permanente liberación; en cualquiera de estos momentos, será siempre la acción profunda a través de la cual se enfrentara, culturalmente, la cultura de la dominación. En el primer momento, mediante el cambio de percepción del mundo  opresor por parte de los oprimidos  y en el segundo por la expulsión de los mitos  creados y desarrollados en la estructura opresora, que se mantienen como aspectos míticos, en la nueva estructura que surge de la transformación revolucionaria. Este  es el aspecto fundamental de la toda Revolución Cultural

     En  sociedades como la capitalista, cuya dinámica estructural conduce a la dominación de las conciencias, “la pedagogía dominante es la pedagogía de las clases dominantes”. Los métodos de opresión no pueden, contradictoriamente, servir  a la liberación del oprimido, se requiere una educación como practica de la libertad. Se habla de  método de concienciación ,tomando como premisa que nadie cobra conciencia separadamente de los demás ,la conciencia se constituye como conciencia del mundo; la conciencia surge del mundo vivido ,lo objetiva, lo problematiza, lo comprende como proyecto humano.

           Al pueblo le cabe decir la palabra de mando en el proceso histórico cultural. Si la dirección racional de tal proceso ya es política, entonces concienciar es politizar. Y la cultura popular se traduce por política popular; no hay cultura del pueblo sin política del pueblo; el método de concienciación es un método de cultura popular; da conciencia y politiza, no absorbe lo político en lo pedagógico ni enemista la educación con la política. Las distingue sí, pero en la unidad del mismo movimiento en que el ser humano se historiza y busca reencontrarse, esto es, busca ser libre. En un régimen de dominación de conciencias, en que los que más trabajan menos pueden decir su palabra, y en que inmensas multitudes ni siquiera tienen condiciones para trabajar, los dominadores mantienen el monopolio de la palabra, con que mistifican, masifican y dominan. En esa situación, los dominados, para decir su palabra tienen que luchar para tomarla. Aprender a tomarla  de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil pero imprescindible aprendizaje: es la pedagogía del oprimido, que solo se podría desarrollar  a través de la revolución cultural.

       En así como la revolución cultural asume a la sociedad en reconstrucción en su totalidad, en los múltiples quehaceres de los hombres y mujeres, como campo de su acción formadora. La reconstrucción de la sociedad, que no puede hacerse en forma mecanicista, tiene su instrumento fundamental en la cultura, y culturalmente se rehace a través de la revolución; la revolución cultural es el esfuerzo máximo de concienciación  que es posible desarrollar a través del poder revolucionario, buscando llegar a todos, sin importar las tareas que éste tenga que cumplir. Por esta razón, este esfuerzo no puede limitarse a una mera formación  tecnicista de los técnicos, ni cientificista de los científicos necesarios a la nueva sociedad. No es posible  que la sociedad revolucionaria atribuya  a la tecnología las mismas finalidades que le eran atribuidas por la sociedad anterior, consecuentemente, varia también la formación que de los hombres y mujeres se haga. En este sentido, la formación  técnico-científica no es antagónica con la formación humanista ya que en una sociedad revolucionaria la ciencia y la tecnología deben estar al servicio de la liberación permanente de la humanización del hombre y de la mujer. En la medida en que la concienciación , en y por la revolución cultural , se va profundizando, en la praxis creadora de la sociedad nueva, los hombres y mujeres van descubriendo las razones de la permanencia de las supervivencias míticas , que en el fondo no son sino las realidades forjadas en la vieja sociedad ; así podrán entonces, liberarse más rápidamente  de estos espectros, que son siempre un serio problema para toda revolución en la medida que obstaculizan la construcción de la nueva sociedad

  Ahora bien, los hombres y mujeres son seres del quehacer ya que su hacer  es acción y reflexión, es praxis, es transformación del mundo, es teoría y práctica. La conocida afirmación de Lenin “Sin teoría revolucionaria no puede haber tampoco movimiento revolucionario”, significa que no hay revolución  sino con praxis, por lo tanto esta solo es posible  a través de la reflexión y la acción que inciden sobre las estructuras que debe transformarse. Solo la praxis revolucionaria  puede oponerse a la praxis de las elites dominadoras y es natural que así sea pues son quehaceres antagónicos.

     En razón de esto, en la praxis revolucionaria no puede existir la división absurda entre la praxis del liderazgo y aquella de las masas oprimidas, de tal forma que la acción de las ultimas se reduzca apenas a aceptar las determinaciones del liderazgo; se impone por el contrario, el dialogo entre el liderazgo revolucionario y las masas, para que durante el proceso de búsqueda de su liberación reconozcan en la revolución el camino de la superación verdadera de la situación de opresión. Vale decir que se deben comprometer  en el proceso con una conciencia cada vez mas critica  de su papel de sujetos de la transformación.

    Tenemos que estar convencidos que el dialogo con las masas populares es una  exigencia radical de toda revolución autentica, la verdadera revolución debe instaurar el dialogo valeroso con las masas, su legitimidad radica en el dialogo con ellas .La verdadera revolución no puede temer  a  las masas, a su expresividad, a su participación efectiva en el poder, no puede negarlas, no puede dejar de rendirles cuenta, de hablar de sus aciertos, de sus errores, de sus equívocos, de sus dificultades. 

TAREAS DE LA REVOLUCION CULTURAL EN EL PROCESO BOLIVARIANO

(Para el tránsito de la cultura política capitalista a la militancia socialista, a la cultura socialista) 

Cuando te veas asediado por la turba de los pequeños doctores, cuando te peguen demasiado duro, cuando sientas que el aire se te vuelve demasiado sucio para respirarlo, vuelve hermano, los ojos hacia el poquito de claridad que todavía no ha sucumbido; corre al primer museo  que tengas a mano y refúgiate en un cuadro como quien se mete debajo de un paraguas, ponte de sombrero los últimos campanarios…no es que no vivas la vida de todos los demás ;no es que rehúyas lo vulgar de la existencia, sino que sepas transformarlo en materia noble al contacto de tus manos, no es que rechaces la grosería del mundo, sino que a la que se disfraza de poesía  o de sapiencia para envilecer tu alma, sepas preferir la grosería del pueblo, las inocentes obscenidades de los trabajadores, sanas, feas y sustanciosas, como esos rudos dulces que uno compraba a la salida de la escuela” 

  Es Aquiles Nazoa, el revolucionario, el de El Guarataro, quien nos ilustra, través de uno de sus personajes, las nobles tareas de la revolución cultural en la revolución bolivariana; tratemos de enumerar algunas de ellas: 

1) Debemos combatir con toda fuerza  a la cultura burguesa del derroche, de la opulencia, del oportunismo, “del póngame donde haiga”, que heredamos de la IV República, que fue generada y alimentada por la renta petrolera, con mucho mayor fuerza a partir de 1973, y donde el Estado venezolano en manos  de partidos de derecha  por todos conocidos, sirvieron para obtener más ganancia capitalista y nutrir aun mas  a la burguesía nacional parasitaria, todo en detrimento de nuestro pueblo.     

2) Asumir que la cultura burguesa y su ideología del derroche y  la mal  llamada viveza criolla, con sus valores(o antivalores) que le son propios: la trampa, la corrupción, la falta de responsabilidad, el hacerse rico de la noche a la mañana, etc., solo será derrotada si le anteponemos  valores y principios socialistas tales como: responsabilidad, honestidad, probidad, solidaridad, cultura de trabajo, entre otros. 

3) La Revolución Cultural no es más que la creación de una nueva Cultura Socialista, con nuevos valores, nuevos principios, nueva moral, nueva cultura política. Para ello es necesario conocer con precisión la cultura que ha creado la humanidad en todo su desarrollo (incluyendo la burguesa) y proceder a su transformación; solo se puede llegar  a ser socialista, cuando se enriquece la memoria con todo el tesoro de ciencia acumulado por la humanidad. 
 

4) Es fundamental para construir la cultura socialista, reivindicar y poner en práctica el principio guevarista: el socialismo es producción material y  producción de conciencia; la satisfacción de necesidades materiales  debe ir  a la par de la creación del hombre nuevo y la mujer nueva. 

5)El objetivo  de la cultura  política que hay construir, consiste en educar a nuestro pueblo para promover hombres y mujeres de pensamiento e ideología socialista  con conciencia de clase, que es no es más que la conciencia política que nos permite saber, en esta sociedad dividida en clases , a  cual pertenecemos y que intereses defendemos 

6) La cultura política a promover, debe darle elementos a nuestro pueblo para entender que estamos en una confrontación ideológica: de la cultura de dominación de los capitalistas y la cultura de liberación de los Socialistas. Esa confrontación ideológica tiene en la superestructura actual de nuestro país, y especialmente en, los medios de comunicación y organismos  del Estado (instituciones públicas, Asamblea Nacional, etc.) un campo abierto. Es deber del PSUV y demás fuerzas revolucionarias lograr que nuestro pueblo esté ideológicamente claro a qué  equipo pertenece. 

7) La incorporación de las masas populares a la educación en todas sus modalidades y niveles, ha sido un éxito, sin precedentes en nuestra historia, de la Revolución Bolivariana .En la etapa actual, además de seguir profundizando esa inclusión, es un imperativo la educación política e ideológica en todos los centros de estudio y  de trabajo de  la patria (retomar la premisa “toda la patria, una escuela”, en este  caso  de formación   política-ideológica), que forme el espíritu de la fidelidad y lealtad a los ideales del socialismo y la revolución. Es así, como destacamos la necesidad de poner en práctica los Principios Generales de  nuestro partido expresados en el Libro Rojo donde guiados por el ideario Bolivariano, la contribución de Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez, el PSUV se declara: Socialista, Marxista y Bolivariano. 

8) Una tarea fundamental es luchar y superar las viejas costumbres y hábitos pequeños burgueses que predominan en la sociedad capitalista. Debemos promover el Ser en vez del Tener, el Nosotros en vez del Yo, lo Moral a lo Material. 

9) En este orden de ideas, debemos asumir que solo transformando radicalmente la enseñanza, la organización y la educación de la juventud, conseguiremos que los esfuerzos de la joven generación  den como resultado la creación de una sociedad que no se parezca a la antigua, es decir, la creación de la sociedad socialista. 

10) Debemos acabar definitivamente con uno de los mayores males que heredamos de la sociedad capitalista: el completo divorcio entre los libros y la vida práctica. Como nunca antes, nuestra revolución ha parido millones de libros para la educación y formación de nuestro pueblo, en razón de esto, usémoslo para  promover, apoyar y desarrollar la unión de la  teoría y práctica, es decir, la praxis revolucionaria para la formación del hombre y la mujer nueva.  

11) La política debe ser obra del pueblo; política es lucha entre las clases; en razón de ello debemos  entender que una sociedad dividida en clases, solo la lucha unida de nuestro pueblo (obreros, campesinos, estudiantes, etc.) contra la burguesía nacional y mundial, es la clave para aniquilar al capitalismo y transitar hacia el socialismo 

12) Para crear una militancia socialista, es imprescindible conocer, estudiar, interpretar  las leyes generales del desarrollo de una sociedad  y sus particularidades en la sociedad venezolana. Las herramientas aportadas por el Socialismo Científico, a través del Materialismo Histórico y Dialectico nos ayuda a comprender el desarrollo  y tránsito a la nueva formación económica social: el socialismo 

13) Unido  lo anterior, es fundamental investigar, conocer y divulgar las particularidades y características del desarrollo histórico de nuestra sociedad venezolana(pueblo aborígenes, época colonial, guerra de independencia ,etc.), para tener plena conciencia de los rasgos y elementos que conforman nuestra identidad nacional y proyectar con pertinencia histórica la construcción del socialismo en Venezuela (Socialismo Bolivariano)

 

14) En la construcción de la militancia y cultura socialista, deben ser abolidas algunas “verdades eternas” impuestas por los burgueses, una de ellas es la Moral. Para los y las socialistas no existe moral eterna, la moral es un forma de conciencia social  y como tal  refleja las condiciones  de vida material en una época determinada y por ello debe cambiar obligatoriamente cuando cambian esas condiciones; por tanto una cosa es la moral burguesa y otra la Moral Socialista. En la moral individualista, egoísta del capitalismo rige el principio:”el hombre es el lobo del hombre”; la moral socialista se  deriva y está subordinada a  los intereses de la lucha de clases del proletariado, del campesino, quienes en alianza de clases combaten a la antigua sociedad explotadora, y construyen la sociedad socialista basadas en sentimientos de confraternidad, compañerismo  y solidaridad. 

15) La Moral Socialista es portadora de una nueva concepción del trabajo. El trabajo voluntario es la base de la moral socialista para crear y desarrollar el hombre  nuevo y la mujer nueva. Se asume el trabajo voluntario aquel que se entrega a la sociedad sin remuneración alguna, sin nada a cambio que no sea  la construcción de la sociedad socialista 

16) Ha quedado demostrado en nuestro proceso que la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y  diversas  leyes revolucionarias desde 1999, han contribuido a crear en nuestro país una conciencia socialista, razón por la cual es necesario profundizar la aprobación de nuevas leyes para  construir el Estado Socialista y a través de estrategias de comunicación y propaganda difundir con mayor fuerza entre nuestro pueblo todos los instrumentos legales que ha parido la revolución 

17) Otras de las tareas fundamentales a asumir por la revolución cultural es la creación de la nueva intelectualidad, la intelectualidad socialista. No se trata  de formar lumbreras y letrados que estén por encima de los intereses de la nueva sociedad, sino todo lo contrario, que contribuyan, entre otras tareas: a edificar la base técnica material del socialismo, la organización de la dirección estatal y el desarrollo de la cultura en su conjunto 

18) Para lograr lo anterior, es necesario que los cargos de dirección, administrativos, instituciones, claves del proceso revolucionario estén en manos de  cuadros revolucionarios. En la actual etapa del proceso bolivariano, se requieren revolucionarios que sean técnicos y perfeccionen sus técnicas al servicio del desarrollo de nuestro  pueblo. Técnicos sin conciencia no interesa a la revolución en estos momentos de reunificación, repolarización  y  repolitización. 

19) Otra tarea fundamental en esta hora del proceso, a la par de la cultura política, es la elevación de la cultura técnica-productiva en obreros y campesinos. En este sentido, es vital que nuestros camaradas se inserten con praxis revolucionaria a conocer a profundidad la dinámica del proceso productivo y proceder en consecuencia  con ayuda del PSUV y demás fuerzas revolucionarias a efectuar los cambios cuantitativos y cualitativos a que haya lugar para avanzar decididamente el modo de producción socialista 

20) A tal efecto, es menester de obreros y campesinos y fuerzas revolucionarias, abordar algunas formulas o mecanismos para proceder a su estudio. Una formula, entre tantas, puede ser: Propiedad----Producción----Distribución e Intercambio----Consumo.

Conocer las leyes, particularidades, dinámica de cada uno de estos factores contribuirá a elevar la cultura técnica productiva para establecer nuevas relaciones socialistas de producción. (Ejemplo. Pasar de propiedad colectiva (cooperativa) a propiedad social de medios de producción, asumir control obrero, etc.) 

-En cuanto a adoptar una militancia socialista en las  instituciones y organizaciones para combatir el burocratismo, sectarismo, corrupción e ineficiencia se plantea: 
 

  21) Asumir con disciplina y compromiso revolucionario la aplicación de las 3R²: Revisión, Rectificación, Reimpulso, Reunificación, Repolitización y Repolarización, para adaptar las instituciones y organizaciones al salto cualitativo que se requiere, para estar a la altura de los retos planteados a la revolución en las actuales circunstancias. 

22) El sectarismo es propio de un reaccionario, es castradora de la libertad de ideas y de opinión y no son pocos los revolucionarios que se transforman en reaccionarios  por la sectarización en que se dejan caer. En cambio la radicalización es lo propio del revolucionario, el radical  es un comprometido con la liberación, no se siente dueño del tiempo, ni dueño ni jefe de hombres y mujeres, sino que se inserta  con ellos en la realidad, para conocerla mejor  y transformarla. Seamos radicales, no sectarios 

23) El Burocratismo es una herencia del capitalismo, que persisten en el transito al socialismo. La falta de motivación interna y mística  en cada funcionario, la falta de organización y corresponsabilidad en las estructuras,  poco interés por formación política-ideológica, el reposerismo, el ahogarse en papeles , el no resolver las cosas que se presentan, configuran algunas de sus características. 
 
 

24) Para combatir y derrotar al burocratismo debemos asumir otras prácticas y acciones. Ni tareismo, ni reunionismo, ni voluntarismo; estas son prácticas que solo dejan, en el mejor de los casos, bonitos informes solo para cumplir tareas, muchas lista de asistencia de reuniones improductivas y  subutilización del talento humano. A La  departamentalización de las funciones, antepongamos el trabajo integral e integrador, ante el “verbalismo” antepongamos hechos concretos. Solo la praxis revolucionaria con  planificación y organización colectiva hará posible tener instituciones  y organizaciones revolucionarias sin burocratismo, más eficientes  al servicio de la revolución y de  nuestro pueblo, en la solución de sus problemas y necesidades. 
 

25) Mejorar nuestra mística en las instituciones y organizaciones revolucionarias. No creer que existe una mística para los jefes, gerentes o  coordinadores y otra diferente para el resto del personal; la mística es una causa común para todo el equipo de trabajo. Asumir que la mística es una cosa del corazón que nos impulsa  día a día alcanzar aquel sueño, aquella causa. En nuestro caso nuestra gran causa es la Revolución Bolivariana en la construcción del socialismo y todo lo que hagamos en el día a día debe siempre tener en cuenta ese horizonte. 

26) Debemos propiciar la Dirección Colectiva en nuestras organizaciones e instituciones: el dirigente o referente no es aquel que manda, sino aquel que colectivamente dirige el movimiento. La dirección siempre debe ser colectiva, aunque las responsabilidades y las tareas sean individuales. Se debe articular la actuación de los trabajadores o militantes   a partir de un plan de trabajo, con distribución de tareas y responsabilidades, con evaluaciones periódicas, teniendo claro los objetivos que se quiere alcanzar. 

27) Promover siempre la Unidad. Esta se consigue cuando se respetan las opiniones y las sometemos a la voluntad de la mayoría. La unidad implica tener derecho de disentir, sin impedir la organización de las acciones, obedeciendo y respetando siempre a la voluntad de la mayoría. No se trata de una “unidad” de cúpulas partidistas, de conciliábulos, de oportunistas y arribistas. La unidad que construyamos debe partir de la unidad ideológica y moral por un  proyecto de país que compartimos y soñamos y que estamos dispuestos a construir juntos: El Socialismo. 

28) Nuestras instituciones y organizaciones deben convertirse en Trincheras de Ideas .Debe implementarse espacio permanente en los lugares de trabajo o de militancia, para la formación y discusión político-ideológico con el fin de lograr participación y movilización consciente de todo el colectivo laboral o militante de organización 

29) Debe implementarse el Trabajo Voluntario en nuestras instituciones y organizaciones como elemento de  toma de conciencia y aporte incondicional del colectivo laboral al proceso revolucionario. Ejemplo: sábados o domingos Comunitarios. 
 
 

30) Las instituciones de gobierno deben promover la conformación  de organizaciones para la integración y unificación del colectivo laboral (Consejos de Trabajadores, Consejo de obreros, etc.), con el fin de desarrollar la democracia participativa y protagónica, expresión de la Democracia Socialista que debemos construir 

31) En cuanto a los métodos de trabajo en la hora actual, el principio ideológico de acción debe ser  “De las masas, a las masas”, que no es mas   como dice nuestro Comandante Chávez:

“La política revolucionaria, si quiere ser digna de tal nombre, se hace en la calle, junto al pueblo, nada sustituye al contacto directo con el pueblo… es necesario que el pueblo nos interpele, nos exija, nos desafié…nosotros estamos aquí no para apoltronarnos ni para aburguesarnos: nosotros estamos aquí para hacer una revolución verdadera” 
 
 
 

PATRIA SOCIALISTA O MUERTE…VENCEREMOS 
 
 

Con saludos y respeto revolucionario 

Jesús Pérez

INSAI -Socio Bioregion Centrooccidental

Movimiento Campesino Jirajara 
 
 
 

El camino es largo y lleno de dificultades. A veces por extraviar la ruta, hay que retroceder; otras por caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas; en ocasiones, por hacerlo lentamente, sentimos el aliento cercano de los que nos pisan los talones. En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo caminos pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa, y que esta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo…y a eso va encaminado el trabajo. El partido es una organización de vanguardia, es el ejemplo vivo , sus cuadros deben dictar una cátedra de laboriosidad y sacrificio, deben llevar , con su acción, a las masas, al fin de la tarea revolucionaria, lo que entraña años de  duro bregar contra las dificultades de la construcción, los enemigos de clase, las lacras del pasado, contra el  imperialismo” 

COMANDANTE CHE GUEVARA 
 
 
 
 


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