Los margariteños y margariteñas que viven y sienten a la isla no encontrarán ninguna novedad en estas palabras porque son muy conocidas y sentidas por ellos. Decidí escribirla ante la lamentable ausencia física de “Chico Toño”, porque esta ausencia física debe sentirse profunda en cada ñero y ñera que vivió su adolescencia y juventud entre 1960 y primeros años de la década de los setentas. Cada uno de los que hoy andamos entre los cincuenta y sesenta años, también nos hemos debido percatar que una parte de este “ser margariteño” no está acompañándonos.
Chico Toño no fue solamente un cantor o uno de los primeros cantores que se propuso dar a conocer la riqueza musical de Margarita. Chico Toño fue y es hoy una institución que puede correr la misma suerte de otras instituciones que existieron y aún existen en Margarita, pero que desde mi lejanía y período cortos en la isla, las veo muy dormidas. Chico Toño y sus Guaiqueríes fue y es aún hoy, lo que fueron para esa época los Centros Culturales que después se asociación en un Federación de Centros Culturales: FEDECENE.
Así como Chico Toño con su cantar evoca y exalta la belleza, la generosidad y humildad de su tierra; los centros culturales que existían en esa época en casi todos los pueblos de Margarita, también eran instituciones y centros de formación donde cada joven se armaba con los valores que nos ofrecía una especificidad. No es este “hijo er diablo”, que a veces sonaba burlón los que nos ha identificado en el ámbito nacional. Era un sentimiento más profundo que no se despegaba (ni se despega) de uno por ninguna circunstancia.
II
Vino el “proyecto” a través del cual se nos vendió y garantizó que el turismo sin los valores y costumbre de Margarita, cambiaría la suerte del margariteño. En ese “Paquete” se metió la zona franca y después el puerto libre y los centros culturales no percibieron sus consecuencias. No entendieron el mensaje de los cantores y los centros culturales se quedaron rezagados. Los cantores de margarita y entre ellos “Chico Toño”, fueron mucho más contundentes y críticos pero no recibieron el acompañamiento. Por ahí esta su canto que no es fácil oírlo en una emisora de tierra firme. A partir de ese momento hubo “mar picado” para ellos, pero continuaron con sus cantos y protesta que otros no entendieron.
Chico Toño no fue comercial o no le dieron valor comercial, pero a pesar de esta restricción impuesta para su canto y su voz en el ámbito oriental, Chico Toño se sembró en nuestros corazones de la misma manera como están sembrados los cantores que aún tenemos con nosotros y los que físicamente ya no están.
La zona Franca y el puerto libre se vendieron fáciles a pesar de las advertencias que nos ofrecieron cantores que aparentemente no tenían la ilustración ni la formación de la gente que integraba FEDECENE. Para esa época se ofreció también el paquete del puente, que curiosamente fue negado por las mismas razones que otros cuestionaban la zona franca y el puerto libre como manera de promover el turismo. Se decía para negar el proyecto de puente hacia Margarita, que esta “solución” traería droga y prostitución, que definitivamente fue lo que nos trajo la zona franca y el puerto libre. Mucho “progreso”, pero efectivamente hemos disminuido en valores.
Pasado ya unos cuántos años desde la propuesta del puente y en conocimiento pleno, que Margarita está repleta de droga y drogadictos, cabe preguntarse: ¿Por qué se vendió fácil el proyecto de Zona Franca y Puerto Libre y la idea del puente no pasó la prueba? En esa época, uno no entendió mucho el asunto, pero hoy, no cabe ninguna duda que la piedra del puente fue Conferry. El negocio del puente no cuadraba bien los negocios. La zona Franca y el puerto libre sin puente aseguraban un mejor negocio, pero los males colaterales no interesaban o no se contabilizaron y así, nos llegó el “progreso” que los cantores como Chico Toño y Chelías Villarroel nos anunciaron que llegarían y efectivamente ya están instalados en la isla.
Chico Toño nos deja físicamente y tras esa ausencia, se oye al fondo ese canto lastimoso que nos dejara Alí Primera, quien también nos advirtió tempranamente sobre las consecuencias de este “progreso”. Con Chico Toño y con otros tantos cantores que nos han dejado, muere un poco el modelo de comunidad que tuvimos una vez y que el “progreso” la consume.