Cuando el Comandante de la Revolución habló de las R(s) y dispuso las líneas de acción para elaborar el mapa estratégico, apartando los trastes estructurales y coyunturales que pudieran impedir prepararnos con pie de plomo hacia la elecciones 2012 con su reelección, se abrieron de nuevo las ventanas de la esperanza en el ánimo de la militancia de base en el PSUV., antes MVR, puesto que entró una brisa refrescante que desde hace bastante tiempo se necesita.
Sin embargo, al menos en el estado Carabobo, utilizando el agobiante y quemador procedimiento aislacionista, los responsables de la existencia de esos trastes, cual cortabrisas, insisten en asumir la situación, sin estar dispuestos a aceptar que han sido ellos los principales obstáculos y no otros, para tener a tono la fuerza bolivariana; tan es así, que, a pesar de que buena parte de la militancia exigió y exige, que se considerara su opinión para la escogencia de los 15, valiéndose de la maniobra de la cooptación sin legitimidad, no hicieron otra cosa que designar a los mismos desgastantes de esperanza de siempre.
Ellos, pensando solamente en sus propios intereses particulares, haciendo caso omiso a los valores que deben tener los militantes socialistas en su costumbre y conducta, pervierten la organización a cambio de mantener las cuotas de poder, mientras disfrazan sus discursos con una farsa disciplina que se enreda en la injustificable burocracia política. Generando sin importarles, más malestar en el colectivo psuvista, cuando dan oportunidad para que los fariseos, montados en el discurso del “poder popular o de la base”, se apropien del descontento militante con la única intensión de desmovilizarlo mientras estos otros, participando en el reparto de cuotas, se hacen de otra fuerza, pero igual a sus propios intereses.
Sigue planteada la lucha dentro del proceso, cuando el Presidente Chávez llama como parte de sus líneas, a la movilización del pueblo ante sus problemas, nos está exhortando al combate de ideas y práctica, por lo tanto, no debemos dudar que se trata de una confrontación de valores contra valores; los burocráticos y los vanguardistas no son mas que dos tendencias que se impregnan de intereses individuales para procurar ganancias que, sean estas políticas en gobierno o en partido, siempre se definen por dividendos económicos hacia el mejor postor en los contratos o la administración de los recursos del estado.
Cómo contrarrestar esas desviaciones? No queda otra alternativa que acompañar y movilizarse con el pueblo como lo está orientando el Presidente Chávez; tenemos que estar allí donde el pueblo pelea, en la calle, en las comunidades, en los espacios comunicacionales, ante las instituciones, nuestras o en manos de la oposición para exigirles respuestas satisfactorias, solo así evitaremos, por una parte, el aprovechamiento de la oposición ante el justificado descontento popular, así como la perversa división del pueblo chavista para entrar triunfante al escenario del 2012 con el Comandante Reelecto .
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(*) Abg.
Valencia - Carabobo