En
la página web del PSUV y en medios de comunicación escritos de circulación nacional, pudo leerse una información
ofrecida por el camarada Aristóbulo Istúriz, según la cual, el Partido
Socialista Unido de Venezuela, una vez finalizada la jornada de alistamiento, nos estará recomendando u ordenando la
realización de unas once mil asambleas de patrulleros con el objeto de discutir
el libro rojo y las líneas estratégicas de
acción política del PSUV.
Que
se recuerde; el libro rojo que tenemos como jarrón chino se discutió y aprobó
en un congreso ideológico del PSUV y las líneas estratégicas de acción del
partido fueron igualmente “discutidas”
en encuentros estadales, municipales y parroquiales. Tuve que volver a abrir la
página Web del partido y asegurarme que efectivamente había leído bien la
información y para que no haya duda de lo que estaba reseñado, reproduzco un
extracto del texto:
“Al término de las jornadas de alistamiento, la militancia discutirá el Libro Rojo del PSUV y las Líneas Estratégicas de Acción Política. Las patrullas tendrán entre 10 y 20 patrulleros de vanguardia y tendrán como tarea impulsar la organización y acompañar al Pueblo en sus luchas. “Construir el socialismo de lo concreto”, dijo Aristóbulo Istúriz. Afirmó que la división en la oposición se siguen acentuando”
Que todo esté en “discusión” en el PSUV es un buen síntoma de la probable profundidad revolucionaria de la organización. Más creo entender que hay un nivel de consenso y aprobación sobre estos documentos y más que una discusión, cabe ahora más bien una difusión de su contenido para que cada militante esté informado del objetivo del PSUV. Puedo asegurar sin embargo, que son muy pocos los militantes que no se hayan metido un puñal sobre el libro rojo y las líneas estratégicas; así pues, que esta sugerencia es como llover sobre mojado o una propuesta poco necesaria.
Todas las discusiones que deban realizarse son muy positivas y si hay que continuarlas hasta el infinito; la tarea deberá hacerse, pero más que una nueva lectura de estos documentos, se impone por lo menos en Anzoátegui, una evaluación de su aplicación, porque, como he venido insistiendo en los artículos publicados en esta página; los hechos no están señalando que los problemas no están en la mala redacción o lo mal que fue concebido el libro rojo, sino en las personas que son "revolucionarias" y ocupan posiciones de gobierno y mando político que deberían estar aplicando cada una de las letras colocadas en el libro rojo y en las líneas estratégicas de acción política del PSUV y no lo están haciendo. La responsabilidad de un distanciamiento entre lo que deben ser los gobiernos municipales y lo que son, no está del sofá y no es sobre esa tema que debe darse la discusión.
Realizar 11 mil asambleas para discutir estos documentos no está mal, pero insisto, estos documentos están perfectos o casi perfectos y hay consenso sobre su contenido. El Problema entiendo yo es el hombre, los líderes, los burgomaestres y las burgomaestrsas que no lo conocen o si lo conocen no tienen ningún interés en considerarlo para su aplicación. En consecuencia, más que una asamblea para discutir estos dos documentos, valdría la pena utilizar este tiempo y espacio para realizar una exhaustiva contraloría social que nos permita hacer realidad esa hermosa idea que esta contenida en el libro rojo y que nos dice de esta utopía contenida en el libro rojo, que debería animar la lucha para hacerla realidad.
"La conclusión es transparente: para acabar con la pobreza, es preciso darle el poder a los pobres” y construir el socialismo. Ese poder nace de la participación y el protagonismo del pueblo. El Partido Socialista Unido de Venezuela debes ser propulsor de la participación directa del pueblo y su instrumento para la construcción del socialismo. Esa participación debe ser democrática y plena, de trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, jóvenes, intelectuales, profesionales, artistas, amas de casa, pequeños productores, comerciantes del campo y de la ciudad, pueblos indígenas y afro-descendientes, en la conformación y funcionamiento de todos los órganos del poder, en la elaboración, discusión y resolución de programas y estrategias y en la promoción y elección de sus direcciones, en igualdad de condiciones, para lograr la dirección colectiva del proceso revolucionario". Hay que acabar con las dos pobrezas; la material que sufren muchos venezolanos y la que tienen nuestras autoridades municipales, que una vez ubicados en su puesto de comandos, hacen inviable la elaboración colectiva de programas y el principio de participación.
Esta
debería ser la temática a discutir en las asambleas previstas para el Estado
Anzoátegui, porque no sé cómo será la situación para el 2012 con unos alcaldes
y una alcaldesa, cuyos niveles de rechazo en promedio ronda el 65%. Las encuestas conocidas por
todas las autoridades, dan informaciones, según las cuales, hay alcaldes y una
alcaldesa que están pisando el 84% de rechazo. Imagínense que con esta situación,
vamos a utilizar tiempo para discutir sobre el libro rojo. Parece una mamada de gallo por parte del camarada Aristóbulo.