Históricamente, por largos años, la región deltana fue olvidada por los gobiernos de turno del puntofijismo. El otrora Territorio Federal Delta Amacuro, ahora estado Delta Amacuro, fue un espacio aislado, deprimido económicamente, sin apoyo político. Solo era visitado por los dirigentes políticos adecos-copeyanos en tiempos electorales. Ahora las cosas son distintas y esa entidad recibe todo el apoyo que este gobierno revolucionario y socialista le ha dado a la población de Venezuela, a través de una innumerable gama de proyectos sociales.
De esos beneficios el Delta no ha estado exento, de ninguna manera. Sin embargo, a pesar de todos esos esfuerzos hay algunas debilidades que deben ser corregidas. En este sentido, alertamos sobre la falta de respaldo del gobierno nacional para brindarle a ese bravo pueblo deltano la posibilidad de articularse con el resto de país por vía aérea. Nos referimos particularmente a la carencia de vuelos aéreos comerciales que tengan como destino el aeropuerto de San Rafael, que sirve a la capital del Delta Amacuro, Tucupita. No hay, al menos hasta el momento en que hago este reclamo de manera pública, ni un solo vuelo comercial a Tucupita.
Pero esto no es reciente: son muchísimo los años en que esta hermosa región venezolana ha estado aislada del circuito aéreo comercial del país. Paradójicamente, en algún tiempo de la cuarta, diariamente llegaban vuelos a San Rafael. Después, todo se dejó en el olvido. Se supo que por corrupción provocaron daños graves en una supuesta reparación que se le hizo a la pista de aterrizaje. Eso, vale decirlo, en tiempos de la IV república. Ahora, el reclamo es que ya ha habido tiempo suficiente como para que este daño haya sido subsanado, pero no ha sido así. Todavía los deltanos que deseen ir a cualquier parte del país por vía aérea debe trasladarse OBLIGATORIAMENTE bien sea a Puerto Ordaz o a Maturin, para tomar vuelos desde esas ciudades. Las otras opciones son vía terrestre o acuática, y esto último lo digo con descarado sarcasmo.
Imposible que un deltano pueda tranquilamente tomar un vuelo desde el Delta para ir a visitar un familiar que se encuentre en cualquier parte del país, sobre todo a los sitios lejanos. Menos trasladar un familiar enfermo. Todos los productos y servicios que se movilizan desde y hacia el Delta Amacuro padecen las consecuencias de la falta de vuelos comerciales. Para los que han visitado al Delta Amacuro saben que, aparte de las dificultades de accesibilidad por las condiciones naturales propias del Delta, su capital se encuentra en las extremas distancias, con respecto al resto del país. Por ejemplo, a unas doce horas por carretera desde Caracas y a más de veinticuatro horas desde San Cristóbal. Eso dificulta enormemente que los habitantes del Delta puedan movilizarse en tiempos relativamente cortos por el resto Venezuela. Actividades que pudieran aportar recursos extraordinarios para el pueblo deltano, como lo es el turismo, por ejemplo, se ven seriamente afectadas por este problema de la carencia de vuelos comerciales.
Sé que esto pudiera sonar fuerte y odioso, pero el Delta Amacuro es, en términos políticos, una de las entidades federales más roja-rojita que existe en el país. La verdad sea dicha, aunque suene con arrogancia: prácticamente, la mayoría absoluta de los deltanos están identificados con las políticas del gobierno y con el proceso revolucionario que lideriza nuestro Presidente Chávez. Así ha quedado demostrado en las últimas contiendas electorales regionales y nacionales.
Muy a pesar de todo lo antes expuesto, oímos, siempre con esperanza, que la línea socialista del Estado, CONVIASA, abrirá nuevas rutas, pero lamentablemente, nunca se ha materializado que una de esas rutas sea para la capital del lejano, pero revolucionario y socialista, Delta Amacuro. ¿Será que la planificación de CONVIASA se hace más bajo un concepto mercantilista-capitalista que socialista y, en consecuencia, aplican criterios de rentabilidad, más que criterios sociales y sacan a Tucupita del mapa de opciones?. No quisiera pensarlo. Camaradas de CONVIASA, el Delta tiene 167 mil habitantes que necesitan de ese servicio.
Señor Presidente, el pueblo deltano lo aprecia y está resteado con usted, eso ha quedado más que demostrado. Un vuelo comercial para el Delta Amacuro es una necesidad sentida y sería bien recibido. Con su apoyo se sabe que se puede lograr, dele una mano más a los deltanos. Permita que este anhelo se haga realidad: un vuelo de CONVIASA para el Delta.
(*) Profesor Titular ULA
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