Los procedimientos y maquinaciones torcidas dan oportunidad a los cuadros y dirigentes de beneficios rápidos pero a la larga, el partido termina pagando ese esfuerzo de maquinaciones fuera de la lógica programática. Digo esto, con conocimiento de causa, porque de alguna manera soy expresión de esta situación. Ocupé posiciones importantes en Anzoátegui con apoyo del PSUV y de líderes fundamentales y desde hace unos años, tengo como compañera la soledad y unos camaradas que permiten asistir a sus encuentros. No saben lo penoso que es caminar en acto del PSUV y verse enteramente solo. Cada vez que transito ese camino de estar en un acto de masas me veo como el rey desnudo por el medio de la calle. Aprendo algo y hoy soy de la idea de Jugar y apostar bien y con las reglas éticas y programáticas del libro rojo. Me recupero de esa mala práctica.
¿Es mejor o peor este PSUV al que existía cuando los equipos estadales lo conformaban 60 personas? ¿Hay algún cambio notable? ¿Tenemos conducción a nivel estadal?
Voy a intentar una
aproximación a esta realidad, a partir de una visión local y fragmentada, que
tal vez pueda darnos luces para entender esta problemática. Pretendo
reconstruir una pequeña historia y utilizo algunas situaciones personales, pero
como elemento interpretativo para aproximarnos a la situación del PSUV, no como
un manejo personal. No utilizo estos nombres para otros fines. Intento
reconstruir el sentido de una lógica torcida que parece gobernar la estructura
del PSUV actual. Créame que estoy muy distante de esta dinámica personal.
En Anzoátegui, que es el caso que manejo muy de cerca, todos los camaradas vinculados a la estructura partidista estadal y municipal, estaban claros que el primero de la lista para la elección de los Diputados al Consejo Legislativo estadal, sería el camarada Juan Rodríguez. Cuando Yeletize Santaella anuncio a Nelson Moreno para ocupar el puesto 1 en la lista, la sorpresa fue total y nadie entendió esa situación ni pudo ver, como esa decisión se enmarcaba en la ruta de maquinaciones torcidas colocándonos frente a la disyuntiva de decisiones bajo el visto bueno de padrinos capitalinos. Así como la responsabilidad cayó sobre Nelson Moreno, pudo haberle tocado a Pérez Fernández, que en asuntos de gestiones, no fue peor ni mejor que Nelson Moreno, pero Nelson Moreno tiene padrino y eso deja mala sensación. Si el Pérez Fernández tuviera conexiones importantes nacionales (léase padrino), fuera líder del PSUV y tal vez estuviera sonando para una alcaldía en cualquier municipio del estado donde él se antojara. Es cosa de padrino, antojo y el regalo.
Una decisión como esta recoge y nos comunica cosas muy graves. En primer lugar y porque es la más grave de toda; poco importa a este PSUV si un líder tiene una gestión buena o mala que mostrar. Importa muy poco eso; lo fundamental es el nombre de una persona y cómo se adscribe a un grupo de presión de la estructura del PSUV nacional. Dice esta decisión, que este PSUV no ha sido capaz de entender y comprender el daño que este camarada le causo al patrimonio del municipio con una nefasta gestión que aún hoy se paga en muy malas condiciones con otra decisión pésima. Ahí están los casos del maguey, la estación de transferencia, el terminal de pasajero y el mercado. Puerto la cruz carga estas cruces y el todo el cemento que echaron en el Paseo Colón.
Para entender esta lógica torcida, simplemente necesito mencionar el nombre de Nelson Moreno frente a 12 del equipo estadal más Yelitze Santaella y todos se ponen muy simpáticos, pero nombras a Tarek William Saab por ejemplo, y los rostros cambian y ese cambio es producto de situación condicionada que acompaña esta lógica torcida sobre la que se alimenta el perfil del PSUV. Esta lógica absurda, sustentada en grupos de presión nacionales y padrinazgos ha hecho creer o nos hace creer, que Nelson Moreno no le debe nada al dejaste de este proyecto en Anzoátegui, pero ha corrido la versión muy interesada o mal interesada, según la cual, Tarek William Saab merece la exclusión en cualquiera opción. Le menciona a Tarek a 10 de los 15 y arrugan la cara. Hay en esto mucha ignorancia, poca unidad, falta de compromiso con los lineamientos del proyecto y está además, la imposición de esta lógica torcida que nos advierte, que importa muy poco una gestión y más vale tener alguien –padrino- en Caracas que haga valer tu incompetencia y aparezca como opción para cualquier elección.
Explíquenme, qué
lógica tiene esta situación. Cómo una persona que en septiembre 2010 fue parte de
una gran derrota, es primero en la lista para un curul al CLE. La derrota
del 26-Sep, fue sobre una elección
legislativa y donde los candidatos (incluyendo a Moreno) venían de una
gestión
legislativa. Nelson Moreno tenía además, la condición de haber sido
alcalde de
Sotillo. En esta lógica torcida con bendiciones de un padrino; Nelson
resulta
muy simpático y merece sin ninguna discusión tener acceso a este
privilegio,
mientras otros –Tarek por ejemplo- es fuertemente combatido en esa
estructura
local que es producto de bendiciones. No suelo calificarme y sentirme de
alguien: Soy militante del PSUV y hago uso de un derecho. Utilicé los
nombres
de estos camaradas porque son un caso para entender lo torcido de esta
lógica, que es necesario erradicar para darnos la oportunidad de un
partido con un mejor y revolucionario perfil.
Tenemos
nuestro
único chinito –Axel Rodríguez- porque no tuvo la viveza de buscarse un
padrino. ha sido el único pendejo que teniendo una gestión nefasta, no
se percató de ponerse un padrino de Caracas.